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La Fundación Naranjo se muda a la capital grancanaria

La Fundación Naranjo se muda a la capital grancanaria

La Fundación Francis Naranjo, presentada el pasado mes de agosto en Santa María de Guía, renacerá en primavera en la capital grancanaria, según anunció ayer el artista visual.

Jueves, 1 de enero 1970

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La institución cultural, ideada por Naranjo como un laboratorio artístico en el que confluyan la creación local y la internacional a través de lazos con artistas y entidades latinoamericanas, se emplazará en la capital grancanaria, donde iniciará su actividad el mes que viene. «Vamos a inaugurar el 3 de abril con tres exposiciones», señaló Francis Naranjo (Gran Canaria, 1961), que evitó desvelar donde se ubicará la actividad de la Fundación en Las Palmas de Gran Canaria.

«El Ayuntamiento cederá unos espacios y la programación correrá a cargo de la Fundación. Para este año hemos preparado doce exposiciones», aclaró el creador ilusionado con la posibilidad de reactivar una entidad que inició su andadura en la Casa de la Cultura de Santa María de Guía con dos exhibiciones; una colectiva de artistas vinculados a Bolivia y un proyecto del creador chileno Juan Castillo.

El artista ha evitado precisar los motivos del fracaso del proyecto cultural en Santa María de Guía. «Hace mes y medio desistimos de trabajar por la ausencia de comunicación con el Ayuntamiento», comentó al respecto el creador guiense más centrado en levantar nuevamente el proyecto con nuevos bríos que lamentarse del intento fallido de dinamizar el tejido cultural en el norte de Gran Canaria.

«En realidad, lo que hicimos en agosto fue la presentación del proyecto; explicar cuál era nuestra propuesta para dinamizar el sector de la cultura contemporánea», comentó acerca del primer intento de poner en marcha la Fundación.

Tampoco la entidad cultural tendrá su sede en los espacios municipales. «La Fundación va a firmar un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para programar en distintos espacios, pero ninguno será la sede», comenta Naranjo con cautela a la espera de rubricar este acuerdo con los responsables municipales a finales de este mes.

«Habrá que esperar a que este proyecto se consolide y madure y ver a largo plazo cuál será su ubicación», añade el artista multidisciplinar.

Lo que sí pudo precisar es que este nuevo capítulo de la aventura artística se abrirá con tres exposiciones; una exhibición colectiva internacional que contará con piezas de trece artistas titulada La máscara social; una segunda articulada bajo el epígrafe de Rito del pacto, que pondrá en diálogo las obras de Antonio Padrón y de siete artistas latinoamericanos contemporáneos, y una tercera protagonizada por dos artistas paraguayos afincados en Islandia; Tessa Rivarola y Juanjo Ivaldi Zaldívar.

Aunque este segundo intento de darle forma a una entidad cultural que tienda un puente dinámico entre creadores de uno y otro lado del Atlántico está marcado por la prudencia, el creador se ha volcado en proporcionar contenidos a los espacios que el Consistorio podría poner a su disposición. «Hay compromisos establecidos hasta el año 2022 y vínculos creados con entidades internacionales como la Bienalsur, que en su última edición se organizó en 21 países; la Bienal de Arte de Curitiba (Brasil) y la Bienal Internacional Nómade, de carácter itinerante», explica el artista quien, junto a Eduardo Caballero, ha previsto doce exposiciones, una de las cuales está generando estos días en la isla la artista visual uruguaya Jacqueline Lacasa.

Primera residencia artística

La artista visual, gestora cultural y crítica de arte Jacqueline Lacasa (Montevideo, 1970) acaba de llegar a Gran Canaria donde pasará tres semanas en las que desarrollará un proyecto sobre los procesos migratorios que confluyen en la isla a través de los objetos de fe que traen los emigrantes.

Su plan es contactar con estas personas procedentes de ambos lados del Atlántico y analizar «las zonas de contacto» de las tradiciones a través de fetiches religiosos.

«Vengo de un país, Uruguay, que en este momento recibe a cientos de venezolanos y cubanos como no se había visto antes, desde los años 50 cuando llegaron italianos, franceses y españoles», abunda la artista que entre 2007 y 2009 dirigió el Museo Nacional de Artes Visuales de su país.

«Los museos son espacios sagrados que deben ser desacralizados», afirma Lacasa, que los define como «reservorios de nuestra práctica de la condición humana, en los términos que planteaba Hannah Arendt». En todo caso, su preocupación acerca de los museos es cómo «mantenerlos vivos».

La creadora, que forma parte de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, entiende que la figura del crítico que ensalza a los artistas para situarlos en el mercado tiende a la desaparición. «Lo importante de la crítica es su vinculación a la investigación, los archivos y los reservorios de nuestras historias», dice Lacasa, que aboga por elaborar genealogías transdisciplinarias del conocimiento.

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