Alicia Llarena, en el olimpo canario
Día de las Escritoras ·
El Gobierno regional homenajea a la autora y valora su compromiso con la creación literaria y la divulgaciónPoeta, narradora y ensayista; profesora e investigadora; catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Así podría resumirse el currículum de Alicia Llarena, a la que este miércoles el Gobierno de Canarias homenajeó en un acto público en el Teatro Guiniguada de la capital grancanaria coincidiendo con el Día de las Escritoras. Pero Llarena es mucho más. La elección tuvo lugar a través de una comisión experta, que puso de relieve que su «destacada figura y trayectoria la consolidan como una indiscutible figura de las letras canarias», que además ha contribuido a rescatar del olvido a otras mujeres escritores, fundamentalmente Mercedes Pinto y Pino Betancor.
Con una agenda de lo más apretada, 24 horas de ser protagonista del Día de las Escritoras, Llarena reconoce a este periódico vía telefónica que «siempre es hermoso y agradable recibir un reconocimiento público, que recojo con muchísimo agradecimiento, alegría y sobre todo humildad». No se considera estandarte de nada, «es una palabra muy grande». Estandarte, dice, sí son «aquellas mujeres de la historia, de la escritura, del arte que han logrado atravesar los siglos y llegar a hasta nosotros porque han hecho una obra importante». En todo caso, Alicia Llarena ocupa un lugar en las letras canarias que podría ser útil a otras mujeres, «especialmente jóvenes que empiezan a escribir o a trabajar en el ámbito académico». A ellas, «si mi trayectoria les puede servir de referencia, de camino, de indicador, me sentiré contenta». Y, desde luego, apunta, «contarán con mi apoyo y mi ayuda».
A Llarena se le reconoce haber rescatado del olvido público y académica a grandes como la escritora, poeta y dramaturga Mercedes Pinto, impulsando diversas reediciones de su obra —entre ellas 'El divorcio como medida higiénica'—, así como estudios y ensayos dedicados a su figura, como 'Yo soy la novela: vida y obra de Mercedes Pinto'. Además, dirige la Biblioteca Mercedes Pinto, colección de la editorial Renacimiento que busca preservar y difundir su legado.
«Ciertamente, se me reconoce haber rescatado la figura y sobre todo la obra inédita» de Pinto, «y haberle dado una lugar en las letras» nacionales e internacionales, reconoce la autora homenajeada. Pero, como recuerda, «también en su momento hice la edición de la poesía competa de Pino Betancor, que es una de nuestras poetas fundamentales, a quien no se conoce demasiado y que tampoco se nombra mucho».
A la pregunta de si hay más nombre de mujeres que rescatar en el mundo de las letras canarias, Alicia Llarena lo tiene claro. «Seguramente muchas. De hecho el año pasado, el Día de las Escritoras Canarias se dedico a María Joaquina de Viera y Clavijo, una de las grandes escritoras ignoradas de nuestra historia literaria. Así que si levantamos la piedra y hurgamos un poquito en nuestra historia, descubriremos probablemente muchas voces de las que bien no se ha hablado mucho o que ya hemos olvidado y hay que refrescarlas en la memoria colectiva».
Activa literariamente desde finales de los años 70 del siglo XX, Llarena destaca «quizás un trabajo en conjunto, que toca varios palos, un trabajo ensayístico, de investigación, de creación literaria, de moverme por la poesía y por el cuento». Y tiene especial cariño por su último libro de poemas, titulado 'Las palabras importantes' (2022); y dentro del ensayo, entiende que «mi trabajo marcó un antes y un después en el ámbito hispánico». Y hay un título clave en su carrera: 'Realismo mágico y lo real maravilloso americano', que en su día se edito incluso en Estados Unidos y que a día de hoy sigue siendo referencia en todas las universidades del mundo cuando se estudia ese tema.
«Todo por hacer»
«La escritura es infinita», afirma Alicia Llarena, a la que por tanto le queda «todo por hacer». Claro que, apunta, la vida académica resta mucho tiempo al resto de las facetas que desarrolla en torno a las letras. Pero espera que cuando llegue el momento de la jubilación, que aún no contempla, «pueda dedicar a la escritura el tiempo que me hubiera gustado dedicar desde siempre». La autora canaria asegura «a veces conciliar la academia con la creación no es sencillo», sobre todo «si uno de toma muy serio la labor de investigación y de producción ensayística». Ahora, la distinción del Gobierno de Canarias es «un espaldarazo para seguir adelante».