Acesur, empresa líder en el sector del aceite, ha establecido un sólido vínculo con Vilches, pueblo situado en el corazón de Jaén. Un lazo inseparable donde la tradición del aceite de oliva se convierte en motor de progreso y esperanza para toda una comunidad.

El grupo Acesur comenzó su andadura en 1840 bajo el nombre de “Aceites y Jabones Luca de Tena”, y a día de hoy puede presumir de ser una empresa imprescindible en el sector del aceite. No sólo en España, sino también a nivel internacional.  Sus dos grandes referencias, La Española y Coosur, son sinónimo de excelencia, calidad e innovación. Uno de los buques insignia de esta empresa con historia es la planta ubicada en el bonito pueblo de Vilches, en la provincia de Jaén, donde Acesur juega también un papel fundamental en la vida económica y social de esta localidad que no supera los 4.500 habitantes.

Alfonso López, Director Industrial del grupo, se muestra entusiasmado ante el crecimiento que están experimentando. “Tenemos la capacidad de abarcar toda la cadena que implica tener una botella de aceite de oliva en la mano: desde trabajar el campo hasta el envasado y comercialización del producto. En menos de cinco años, hemos pasado de tener aquí 150 trabajadores a 298. Y es empleo de calidad. Yo hago muchas entrevistas para contrataciones y siempre les digo lo mismo. Aquí te vamos a dar una garantía de estabilidad para toda la vida si tú quieres, lo único que pido es honestidad, esfuerzo y respeto”, asegura.

Más del 63 por ciento de la plantilla vive en Vilches. Es el caso de Máximo Ciudad Real, responsable de la planta de envasado, que nos cuenta cómo la empresa está plenamente integrada en el municipio. “En el plano institucional hay una excelente relación, colaborando con el Ayuntamiento en actividades culturales y deportivas. Esta empresa es el motor económico que tira del pueblo y ha conseguido que muchos jóvenes puedan seguir viviendo en zonas rurales. Para mí, personalmente, esta empresa es muy especial porque mi mujer también está aquí. Antes trabajaba en El Corte Inglés de Linares, pero cuando cerró, pudo reinventarse, estudiar y entrar en el laboratorio de Acesur. Alrededor de 185 trabajadores de la nave viven en el pueblo”, explica.

Alfonso López reitera que los valores de la empresa son claros: “Calidad, respeto, innovación y austeridad. Pero esto último no significa racanería, sino aprovechar correctamente los recursos que tenemos”. El último año reconocen que no ha sido fácil, pero López asegura que ellos han sabido superar el bache: “El mundo del aceite siempre ha tenido altibajos, lo que pasa que nuestra memoria es muy corta. A pesar de todo, nosotros nos hemos movido bien, sobre todo gracias a que exportamos a 120 países”.

Tanto Alfonso López como Máximo Ciudad Real hablan orgullosos del carácter innovador del grupo, que además de aceite realiza también todo tipo de salsas. “Hay que adaptarse a los tiempos. Hemos sacado un aceite especial para la freidora de aire y estamos trabajando en muchos proyectos interesantes, como diseñar envases bio realizados a partir de la celulosa de la pulpa de la aceituna. Tenemos otro proyecto basado en la Inteligencia Artificial para intentar predecir cómo será la cosecha del año que viene y así adelantarnos”, nos explica López.

También son pioneros en el plano de la sostenibilidad. “La compañía está muy actualizada en cuanto a cuidar nuestro entorno natural. Está muy comprometida con la reducción de emisiones y con el uso de energías renovables. Por ejemplo, estamos introduciendo paneles fotovoltaicos en todas las plantas y con esta medida hemos conseguido ser un 20 por ciento autosuficientes”, cuenta María Armijo, técnico y coordinadora de sostenibilidad en Acesur María lleva solo un año en la empresa, pero está muy sorprendida de las oportunidades de formación que ofrecen. “Aquí se aprende continuamente. Es muy importante porque te ayudan a crecer tanto personal como profesionalmente”, asegura.

En un mundo donde los resultados económicos suelen ser la brújula principal de las empresas, Acesur demuestra que su verdadero éxito trasciende los números. Desde su arraigo en Vilches, esta compañía no solo impulsa la economía local, sino que también enriquece el tejido social, fomenta la innovación y apuesta por la sostenibilidad como un compromiso tangible con el futuro. En cada gota de su "oro líquido" se encuentran no solo tradición y excelencia, sino también valores que reflejan su auténtica misión: ser un motor de progreso que honra sus orígenes y proyecta esperanza para las próximas generaciones.