un proyecto con
Crónicas sin prisa
“Mi nombre es Serena, tengo 33 años y me he propuesto disfrutar momentos únicos poniendo en práctica la filosofía de vivir sin prisa, apreciando cada detalle de forma consciente. He decidido compartir contigo esta experiencia y aprendizaje de cómo se puede disfrutar de la vida cuando desaceleramos y prestamos atención a los pequeños matices que nos rodean.”
Serenne Marín
BUENA MÚSICA
EN LA CASA ÁRABE
¿Por qué el 77% de los españoles prefiere tomarse una cerveza en compañía?
Llegué al Jardín Alhambra cuando la tarde comenzaba a perder su luz. Al cruzar el umbral de la Casa Árabe, las bombillas colgantes iluminaban el espacio como estrellas en un cielo despejado, creando un pequeño oasis en pleno centro de Madrid. El aire fresco y el aroma de la vegetación me envolvieron, invitándome a desconectar y disfrutar de cada instante.
El ambiente era perfecto. Dos barras y un food truck esperaban a los asistentes, ofreciendo una selección de platos que tentaban desde el primer momento. Las Gildas y el Trikini mixto trufado con patata paja de churrería me sedujeron desde la distancia, pero decidí esperar. La cata de cervezas estaba a punto de empezar, y quería saborear cada momento de esta experiencia sin prisa.
Vicente Álvarez, Beer Sommelier de Cervezas Alhambra, nos recibió con una sonrisa y tres tipos de Alhambra. “Para servir bien una cerveza,
La espuma protege el aroma y el sabor de la cerveza
inclinamos la copa para que deslice y no romper la burbuja. Cuando queramos parar, la ponemos en vertical sobre la copa y cortamos esa reacción, formando esa crema o espuma”. Nos habló de los ingredientes que la componen: agua, cebada malteada, lúpulo y levadura, pero lo que realmente me cautivó fue su manera de invitar a cerrar los ojos, a dejarnos llevar por los recuerdos que evocan sabores y aromas a hierbas, notas vegetales y terrosas. Fue una lección sobre cómo la cerveza, cuando se aprecia de verdad, puede transportarte a lugares insospechados.
Invitándome a desconectar y disfrutar de cada instante.
Después de la cata, las luces del jardín se encendieron con más intensidad y el grupo Calequi y Las Panteras subió al escenario. Con su mezcla de funk, afropop y ritmos latinos, crearon un ambiente que te envolvía y te arrullaba, como si de repente estuvieras en las playas de Costa Rica o en las calles de México, pero sin moverte de este refugio verde en pleno Madrid.
Tres cuartas partes de los españoles asocian el disfrutar de un momento de desconexión mientras comparten una cerveza, con una situación perfecta donde perder la prisa. Y el 77% lo prefiere en compañía.
PUEDES IDENTIFICAR LOS SABORES DE UNA CERVEZA SOLO CERRANDO LOS OJOS
La noche avanzaba sin prisa, y cada canción, cada sorbo de cerveza, me hacían sentir más conectada con el momento. Al final, me di cuenta de que, en ese pequeño jardín, había encontrado un rincón donde el tiempo se detiene. Y me dije a mí misma que todo el mundo debería disfrutar de esta experiencia, ¡tan sencillo como reservar aquí!
CRÓNICAS SIN PRISA
En medio de la tranquilidad del lugar, descubrí lo que significa disfrutar sin prisa de un momento perfecto
Serena Marín
Mientras las últimas notas del concierto se disipan en el aire, y las luces del Jardín Alhambra parpadean como pequeñas estrellas, me quedo con una sensación de calma difícil de describir. Esta tarde, en la Casa Árabe de Madrid, no solo he asistido a una cata de cervezas o a un concierto; he vivido una experiencia que va más allá de lo habitual. Vicente Álvarez, Beer Sommelier de Alhambra, nos ha mostrado el arte de saborear cada sorbo de cerveza con conciencia, explicando cómo un simple gesto como airear la bebida puede abrir una puerta a recuerdos y aromas que creíamos olvidados.
Ha sido un viaje sensorial que ha despertado algo en mí. Después, con la música de Calequi y Las Panteras resonando en el jardín, he comprendido el verdadero significado de la experiencia: no se trataba solo de disfrutar una buena bebida o de dejarme llevar por las notas musicales, sino de entender lo que significa vivir sin prisa. Este jardín, con su ambiente envolvente, nos ha recordado que en un mundo acelerado siempre podemos encontrar momentos para detenernos, para sentir cada detalle y disfrutar de lo que tenemos ante nosotros. Aquí, en este rincón escondido de Madrid, he redescubierto la importancia de estar presente, de vivir cada instante con los cinco sentidos. No es solo cuestión de tomarse un respiro, sino de valorar lo que tenemos, de saborear cada sorbo y cada segundo como si fuera único.