El amor por encima del éxito individual: el HONORABLE gesto de Alistair Brownlee
Estos dos hermanos británicos protagonizaron uno de los gestos más bonitos de la historia del deporte en la prueba final del Campeonato del Mundo de triatlón en 2016, cuando el mayor de los dos sacrificó sus opciones de éxito para intentar ayudar al pequeño a ser campeón

Una gran parte de la esencia del deporte se basa en el éxito. Esa sensación de haber conseguido el objetivo con el que se afrontaba una competición en cualquier tipo de disciplina resulta prácticamente inigualable. Los y las deportistas compiten para ganar y conseguir el mejor resultado posible, es su naturaleza. Aun así, hay momentos en los que aparecen elementos que dejan esta lógica en un segundo plano.
En la historia del deporte encontramos mil ejemplos de cómo el juego limpio y el respeto al contrario fueron puestos por encima, incluso, del objetivo de ganar o conseguir éxito. Sin embargo, no es tan frecuente que veamos ese tipo de acciones motivadas en el amor y en el cariño, como demostró en 2016 el triatleta británico Alistair Brownlee con su hermano menor Jonathan en la prueba final del Campeonato del Mundo, celebrada en México.

Alistair Brownlee y Jonathan Brownlee Rio de Janeiro, 2016. (Photo by Yasuyoshi Chiba / AFP)
La particularidad de su comportamiento ha llevado a que la Comunidad Relevo elija esta historia para recibir la MENCIÓN DE HONOR dentro de la iniciativa Relevo in Sports by HONOR. Se trata de un proyecto apoyado por la marca tecnológica HONOR, que tiene como objetivo trasladar a la sociedad comportamientos que hayan tenido lugar en el mundo del deporte, y que ayuden a avanzar hacia un mundo mejor.
Sacrificio propio para el éxito ajeno
Para hablar de lo ocurrido entre los hermanos Brownlee tenemos que irnos a 2016. Concretamente al 18 de septiembre y a la ciudad de Cozumel, en México. Aquel día se disputaba la gran final del Campeonato del Mundo de Triatlón, donde el español Mario Mola y el británico Jonathan Brownlee se jugaban el puesto de campeón.
Todo apuntaba a favor del inglés, que rodaba primero en la parte final de la prueba, la de carrera, y necesitaba que Mola (que iba quinto en ese momento), no quedase entre los tres primeros. Por detrás de Jonathan se encontraban su hermano Alistair y el sudafricano Henri Schoeman, que parecían destinados a completar el podio. Sin embargo, a pocos metros del final, todo dio un vuelco. Jonathan comenzó a sentirse indispuesto, hasta el punto de ser incapaz de recorrer la poca distancia que le quedaba hasta la meta para proclamarse campeón del mundo. Tanto fue así, que su hermano Alistair y Schoeman le dieron caza. Fue justo en ese momento, cuando se vio uno de los gestos más bonitos que se recuerdan en la historia del deporte.
Alistair Brownlee estaba en disposición de luchar con Schoeman por llevarse la prueba. Ninguno de los dos tenía opción de ser campeón mundial, pero una victoria les podría dar prestigio y un mejor puesto en la clasificación final del campeonato. Además, el británico venía de haber sido oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Sin embargo, Brownlee renunció a esa pelea y se frenó para socorrer a su hermano menor Jonathan, con el fin de que pudiese acabar la prueba. Lo agarró por un brazo, poniéndolo sobre su hombro, y recorrió junto a él los pocos metros que le quedaban para llegar a la meta. Cuando estaban a punto de cruzarla, dejó otra acción para la posteridad: empujó a su hermano para que pasase por delante, quedase segundo en la clasificación de la prueba y tuviese opciones de ser campeón.

Alistair Brownlee y Jonathan Brownlee Rio de Janeiro, 2016. (Photo by ELIZABETH RUIZ / AFP)
Un gesto sin premio
La generosidad de Alistair Brownlee no sirvió para que su hermano fuese campeón, ya que el quinto puesto de Mario Mola en la prueba hizo que el español se proclamase vencedor del Campeonato. Sin embargo, todo el mundo fue consciente de que, sin ese gesto, Jonathan probablemente no habría conseguido completar la prueba y se hubiese quedado mucho más lejos del español en la tabla final.
Jonathan Brownlee fue atendido por los servicios médicos tras las prueba, y cuando se encontró en condiciones, publicó en redes sociales un mensaje donde aseguraba que había “dado todo” y que no era “la mejor manera de acabar la temporada”. Además, tuvo un recuerdo para su hermano, subiendo una foto junto a él con el mensaje “Haciendo historia juntos. Gracias por tu lealtad Alistair, es increíble”.
El pequeño de los Brownlee terminaría el Mundial como segundo clasificado, solo por detrás de Mario Mola. En cuanto a Alistair, su puesto fue el décimo. En caso de haber renunciado a ayudar a su hermano y haber peleado con Schoeman por el triunfo de la prueba, podría haber sumado puntos que le habrían hecho quedar mucho más arriba en la clasificación general.

Alistair Brownlee y Jonathan Brownlee Rio de Janeiro, 2016. (Photo by Leon NEAL / AFP)
Una acción más que HONORABLE
El gesto de Alistair Brownlee se ajusta perfectamente a la Fórmula Relevo, que marca el camino de las historias que merecen ser transmitidas en este proyecto junto a HONOR. Se trata de una acción que debería ser imitada por la sociedad, que exalta valores muy importantes, como el cariño hacia un hermano por encima de todo, y que además genera pertenencia, ya que los seguidores del triatlón y de este deportista en general tuvieron que sentirse tremendamente orgullosos. A esto hay que sumar que se trata de algo completamente excepcional, ya que no suele pasar; que tuvo mucha relevancia en su momento; y que terminó por ser tremendamente trascendente, ya que tuvo un efecto sobre la clasificación del Campeonato del Mundo de triatlón.
En cuanto a otros valores que transmite esta acción, podemos hablar de la rivalidad bien entendida, ya que lo que hizo Alistair es un muestro de respeto enorme hacia su hermano, que en ese momento competía contra él. Gestos como este ayudan a la construcción de un mundo mejor, demostrando que hay cosas, como el amor hacia un hermano, que están por encima del éxito personal. Por último, destacar que el mayor de los Brownlee también quiso, en cierto modo, aplicar la justicia en el deporte, intentando ayudar a su hermano a conseguir un título que había merecido durante todo el año y que se le estaba escapando en los últimos metros.
Manifiesto
Una puesta en valor de hechos excepcionales
En Relevo y Honor, creemos que el deporte hace el mundo mejor, hace a la sociedad mejor. Pero, además, tenemos una idea de cómo lo hace y lo expresamos mediante la siguiente fórmula. Por eso, nos comprometemos a mejorar el mundo a través del deporte dando eco a aquellas acciones que ponen de manifiesto una serie de valores, con el ánimo de que puedan ser imitadas por todo tipo de deportistas o de personas en diferentes contextos.
