Así es la cerveza de los que saborean su libertad
Con su carácter auténtico y singular, El Águila Dorada y El Águila sin Filtrar encarnan a la perfección el espíritu inconformista de una casa ya centenaria
Se dice que a las personas las definen sus detalles. ¿Qué ropa vestimos? ¿Qué música escuchamos? ¿Qué coche conducimos? ¿Qué hacemos en nuestro tiempo libre? No se trata solo de una cuestión de gustos, sino de autoafirmación personal, de cómo nos definimos y queremos mostrarnos a los demás, y todo ello nos va guiando hacia el futuro que aspiramos alcanzar.
Por esto, este proceso inconsciente está tan presente en nuestra vida. De hecho, a él no escapa ni si quiera la cerveza que bebemos y los momentos compartidos en torno a ella.
Al igual que hemos normalizado que haya aficionados al vino capaces de improvisar una cata impecable durante una cena, hoy ya es habitual encontrarse también con beerlovers, personas que disfrutan tanto con una buena cerveza que acaban aprendiendo y educando su paladar para que esa experiencia resulte aún más deliciosa. Y si algo sabe un amante de la cerveza es que no hay dos iguales y que el ritual y los matices que ofrece cada una son únicos.
Por eso, desde hace ya algunos años, cada vez más gente evita pedir simplemente una cerveza cuando llega a la barra de un bar y apuesta en su lugar por disfrutar de una en concreto, la que más le gusta pero, también, la que mejor le representa. Esto hace que el aficionado cervecero ande siempre en busca de un sorbo genuino e innovador que es la clave de la propuesta de El Águila Dorada y El Águila Sin Filtrar, dos cervezas que reflejan el espíritu libre y revolucionario de una casa que siempre ha buscado su propio camino.
El Águila Sin Filtrar es la variedad más icónica de El Águila, una cerveza atrevida con mucha personalidad, inspirada en los métodos tradicionales de elaboración de principios del siglo XX, cuando no se solían filtrar las cervezas y mantenían casi toda su levadura. En definitiva, un sabor genuino que necesita filtros ni distracciones. Por eso, para poder disfrutarla al completo es necesario dar la vuelta a la botella antes de servirla, sin agitar, y en el caso del barril, moverlo ligeramente cada día. Este ritual, que destila carácter y autenticidad, hace que se despierte la levadura que se quedará en suspensión. De hecho, desde el primer sorbo se puede comprobar que el Águila Sin Filtrar es una cerveza equilibrada -gracias a los toques de malta caramelo-, además de refrescante por el aroma de sus lúpulos Perle y Lemondrop®. En definitiva, una cerveza tan disruptiva como tradicional.
Con el mismo carácter y espíritu libre, El Águila Dorada es una Lager especial de 5,5% vol., también muy equilibrada, que combina la intensidad de la malta caramelizada con la frescura de una mezcla de lúpulos, a la que se añade una nueva variedad, Lemondrop®. Se trata de una cerveza inspirada en la receta original, pero con un toque de ahora, de color dorado y brillante y espuma blanca consistente gracias a su perfecta combinación de maltas. Al beberla se perciben aromas frescos con un toque cítrico aportados por sus lúpulos cuidadosamente seleccionados. Es una cerveza muy refrescante, de cuerpo suave y ligera.
El Águila nació desde una libertad total, fundada hace más de un siglo por un artista bohemio y emprendedor que creyó que hacer una cerveza de calidad era posible. Para ello decidió romper las reglas del mercado de bebidas en España en un momento en que la cerveza era menos popular que el vino. Más de cien años después, El Águila sigue haciendo gala de ese espíritu inconformista, libre y revolucionario, lo que le permite ofrecer una gama de cervezas distintas a todas las demás, desde la receta hasta la botella y desde su sabor hasta su personalidad. El Águila Dorada y El Águila Sin Filtrar, dos cervezas pensadas para gente que no deja de perseguir sus sueños. Por ejemplo, el que la conduce hacia una cerveza helada en un momento de disfrute compartido o en soledad. Porque, ya lo dijo Jack Nicholson, "la cerveza es la mejor maldita bebida del mundo". Aunque no todas son iguales.
Él Águila recomienda un consumo responsable. Alc. 5,5%