?


Contenido desarrollado para

JULIUS BAER

La crisis de los activos digitales: una oportunidad para sanear el mercado

En los últimos meses, la confianza en los activos digitales se ha resentido como consecuencia de la crisis de las stablecoins y de las caídas registradas por el Bitcoin o el Ethereum. Los expertos, sin embargo, llaman a la calma recordando que se trata de un mercado nuevo que aún tiene que asentarse

Javier Márquez

Compartir

El otoño no empieza con buen pie para los inversores. Los mercados mantienen los signos de debilidad con los que se despidieron antes del verano y los últimos datos macro predicen un empeoramiento de la situación. Pocos sectores escapan a la crisis financiera que se enquistó con la pandemia y los meses de confinamiento y que este año se ha acentuado aún más con la guerra en Ucrania. 

El sentimiento bajista que viven los mercados financieros desde hace unos meses por la compleja situación económica ha coincidido con momento de extrema volatilidad que ha afectado a los activos digitales. Todas ellas, y en especial la más popular, el Bitcoin, llevan dibujando un declive de precios en lo que va de año: el activo digital ha perdido los 20.000 dólares tras haber llegado a superar los 68.000 dólares a finales de 2021. Fue a partir de entonces cuando comenzó a desplomarse, en sintonía con la subida de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.

¿Supone esto el fin de las criptomonedas y la debacle inevitable de los activos digitales? La mayoría de los expertos no opinan así. “Con los activos digitales, estamos asistiendo al surgimiento de una clase de activos nueva e incipiente basada en una tecnología que tiene el potencial de revolucionar el sistema financiero global. Hemos entrado en un territorio desconocido, que no debemos olvidar al evaluar el impacto de la criptocrisis”, explican los expertos del banco privado suizo Julius Baer en el informe Digital Assets. Recalibration of the system.

Este documento advierte que es importante ubicar esta crisis en el contexto del régimen de política monetaria imperante: “El crecimiento de los activos digitales sin duda se ha beneficiado del entorno de tasas de interés ultrabajas y el acceso a liquidez de bajo costo en los mercados financieros. Ahora, mientras los bancos centrales lidian con las secuelas de economías ‘recalentadas’, una crisis energética y el rápido aumento de la inflación resultante, los inversores se enfrentan a uno de los ciclos de ajuste de la política monetaria más agresivos de la historia reciente”.

Desde el anuncio inicial de la Reserva Federal de EE UU, en noviembre de 2021, de su intención de reducir gradualmente sus compras de activos y endurecer la política monetaria, los activos de riesgo han sufrido una fuerte presión de venta. “Como una clase de activo de alta volatilidad, los activos digitales no fueron inmunes a esta presión de venta, que finalmente vio caer la capitalización total del mercado en dos tercios desde el pico. De hecho, las valoraciones de los activos digitales alcanzaron su punto máximo solo unos días después del giro de la Reserva Federal de EE UU”, señala el estudio de Julius Baer, que no pasa por alto el nacimiento de las conocidas como “criptomonedas estables” o stablecoins, como Tether o DAI, que han surgido para tratar de reducir la volatilidad de monedas virtuales como Bitcoin o Ether.

La crisis de los activos digitales guarda semejanzas con la Gran Crisis Financiera de 2008, por la complejidad de los productos a los que se han enfrentado los inversores, el efecto dominó que ha afectado a este mercado o la respuesta surgida desde un punto de vista de regulación y protección a los inversores. Pero la situación actual también recuerda a la burbuja de las punto com producida entre los años 2000 y 2001, cuando se dispararon las inversiones en nuevas empresas de internet. La crisis de los activos digitales ha dejado al descubierto proyectos sin un caso de uso claro y con una gestión de riesgos inadecuada. Por tanto, representa un momento para que los mercados separen el trigo de la paja: los buenos proyectos sobreviven mientras los malos desaparecen. “Los buenos construirán los cimientos de los ecosistemas de activos digitales en el futuro, al igual que las empresas puntocom más sólidas construyeron los cimientos de Internet tal y como lo conocemos hoy”, explica Carsten Menke, Head Next Generation Research de Julius Baer y autor del mencionado informe. “Si bien parece improbable un rápido repunte a corto plazo, todavía vemos mucho potencial a largo plazo en esta clase de activos”, concluye.

Detracciones de criptomonedas y bitcoin. | Fuente: Bloomberg Finance L.P.

La opinión de Menke coincide con la de otros expertos en activos digitales, que apuntan a que el actual momento bajista de los activos digitales se revertirá antes o después. En este sentido, no son pocos los especialistas financieros que recuerdan que el precio de las experiencias burbujas de ciertos activos de inversión tiende a comportarse con un movimiento “de serrucho”, con picos y valles pronunciados, es decir, un gran salto al que le sigue una caída pronunciada, después se acomoda en un punto medio y más adelante vuelve a dispararse para repetir el ciclo.

Por otro lado, como recuerda Julius Baer, tampoco debemos olvidar que la valoración actual de esta clase de activos de alrededor de un billón de dólares sigue estando muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia, dado que, a principios de 2020, todas las criptomonedas apenas alcanzaban los 300.000 millones de dólares.

Regulaciones prometedoras

Pese a la fuerte volatilidad que han sufrido sus precios en los últimos meses, los activos digitales siguen siendo un tipo de activo de gran importancia, ​​dado que supone una alternativa factible y segura frente a la economía tradicional –como pudo observarse durante la pandemia. No en vano, EE UU y China están ya embarcados en una nueva lucha de poder por hacerse con el dominio sobre los nuevos sistemas financieros basados en blockchain y los activos digitales.

En EE UU, el presidente de EE UU, Joe Biden, ha firmado un decreto para garantizar el desarrollo responsable de los activos digitales. “Las agencias del país deben redoblar la regulación del sector de los activos digitales e identificar las lagunas en las normas sobre criptodivisas”, dijo Biden el pasado 16 de septiembre. Además, anunció que el Departamento del Tesoro liderará un grupo de agencias gubernamentales que considerará una moneda digital del banco central, aunque la Casa Blanca no ha llegado a respaldar formalmente un dólar digital.

«Los inversores se enfrentan a uno de los ciclos de ajuste de la política monetaria más agresivos de la historia reciente»

Por su parte, el Banco Central Europeo publicaba a mediados de agosto sus directrices sobre la concesión de licencias para activos digitales, como las criptomonedas, coincidiendo con las voces de algunos economistas que las defienden como un recurso ante la inflación. Estas regulaciones oficiales ponen el contrapunto a la crisis actual de los mercados digitales, y hacen prever a todas luces que tras ella aflorarán los valores realmente interesantes que ayudarán a apuntalar este mercado.

En este sentido, el informe de Julius Baer subraya cómo en los últimos meses se ha incrementado el número de inversores institucionales en activos digitales. “Este impulso de los inversores institucionales, como los fondos de cobertura y otros administradores de activos, no ha pasado desapercibido para Wall Street, con varios bancos de alto perfil que están desarrollando rápidamente su experiencia y capacidades en activos digitales”, apunta el estudio.

Compartir

Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Julius Bär. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.