Por qué el papel del sector sanitario privado es imprescindible para mejorar la investigación y la innovación
El sector privado está también a la vanguardia de la adopción de servicios de medicina a distancia y soluciones basadas en inteligencia artificial
Los dos últimos años han supuesto una prueba de fuego para el sistema sanitario español, tanto público como privado. Tras el colapso de las UVIS en los primeros años de pandemia vino después el colapso de la atención primaria, dificultando el acceso de los ciudadanos a la atención sanitaria y alargando las ya de por sí dilatadas listas de espera. De este panorama da cuenta la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo e Integración Sanitaria) en la undécima entrega de su informe “Sanidad privada, aportando valor”, que se presentó recientemente en el Hotel Intercontinental de Madrid.
Durante su intervención, Juan Abarca, presidente de la fundación, trazó un retrato muy poco complaciente de la situación de la sanidad pública en España. «Estamos muy preocupados por el devenir del sistema sanitario público tras la pandemia», reconoció el doctor, al tiempo que dijo: «Las autoridades políticas interpretan como positivos datos que son signos de alarma».
A su juicio, el sector sanitario privado tiene una trayectoria histórica mucho más dilatada que el público y su vigencia y potencial son fruto de una apuesta «decidida por la innovación», «la calidad de sus profesionales y centros», así como de los resultados sanitarios y de salud obtenidos a lo largo de los años.
En ese sentido, para Abarca, el deterioro del sistema sanitario público está afectando al entorno privado asistencial y asegurador favoreciendo un crecimiento progresivo y constante: «El modelo de gestión pública directa está demostrado que es más ineficiente que los demás».
Sin embargo, el presidente de IDIS asegura que el sector sanitario privado «no es una alternativa» al sistema público de salud como consecuencia de los problemas de acceso, suficiencia y equidad que el paciente encuentra en él, incluso en el acceso a la atención primaria, «que es la puerta del propio sistema de titularidad pública».
De todo lo anterior concluye que “la aportación de la sanidad privada para la viabilidad del sistema sanitario es hoy indudable: la colaboración entre sector privado y público, en sus diversas modalidades, es esencial, máxime cuando estamos ante un sector privado comprometido con calidad de la asistencia, la digitalización y el impulso de la interoperabilidad, que son objetivos clave para contribuir a la transformación del sistema sanitario”.
Ángel de Benito, secretario general de IDIS, tomó la palabra para insistir en la misma línea: «Si ya hay una cuarta parte de los españoles que confía sus problemas de salud al entorno sanitario de titularidad privada y este número es creciente, es evidente que la confianza y credibilidad en dicho ámbito privado es cada vez mayor y por lo tanto el sistema público de salud debería hacérselo mirar». En ese sentido, Benito recordó que “el sistema sanitario público necesita al privado para ser sostenible” y que “la sanidad privada invierte en tecnología y empodera al paciente, que es libre de elegir a dónde ir”.
Más de la mitad de los hospitales y un tercio de las camas
La exposición de los datos actualizados del informe “Sanidad privada, aportando valor” corrió a cargo de Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS. Villanueva empezó recordando que el sector sanitario privado representa un elevado peso en el sector productivo español y es clave para la sostenibilidad y viabilidad del sistema público:
La experiencia de paciente en su contacto con el sistema a través de las herramientas y canales de comunicación digitales es clave para mejorar, conocer necesidades no cubiertas y ahondar en el ámbito de la calidad y seguridad
“De hecho, el gasto sanitario privado supone el 29,4% del gasto sanitario total y el dato ha ido creciendo alcanzando los 33.398 millones de euros, lo que supone el 2,7% del PIB, porcentaje que sumado al 0,66% correspondiente al gasto sanitario público dedicado a atención sanitaria en centros de titularidad privada suma un total del 3,36% del PIB”.
Punto por punto, Villanueva fue desgranando los distintos aspectos abordados por el informe. En primer lugar, destacó cómo la sanidad privada libera recursos y le genera ahorro al sistema sanitario público. En España ya hay más de 11 millones de asegurados, sin contar a los mutualistas, lo que implica un incremento del 3,8% en los seguros privados entre 2016 y 2021. Esta masa de asegurados le ahorra al sistema público entre 580 y 1597 euros por paciente al año, es decir, un ahorro anual total de entre 5.676 y 15.628 millones de euros.
Y no se trata solamente de un ahorro económico, sino de la liberación de recursos que alivia la presión sobre los centros sanitarios públicos. El sector sanitario privado, asegura Villanueva “lleva a cabo el 30,8% de las intervenciones quirúrgicas (39,1% si tenemos en cuenta además parámetros como los conciertos sustitutorios y la red de utilización pública), registra el 23,1% de las altas (30,3% si atendemos a los mismos parámetros anteriores) y atiende el 24,2% de las urgencias (30,9% en el caso de incorporar esos mismos parámetros)”.
En cuanto a la implantación de la sanidad privada, la directora del IDIS detalló que el sector dispone a día de hoy de 431 hospitales privados, lo que representa el 56% de todos los hospitales que hay en España. Esos centros hospitalarios cuentan con un total de 49748 camas, es decir, un 32% de las camas existentes en España. Los centros de asistencia sanitaria sin internamiento de titularidad privada, que suponen el 75% del total de los existentes en España: 10.086 centros polivalentes, 2.159 centros de diagnóstico, 750 centros de salud mental, 205 de reproducción asistida, 175 de diálisis y 74 de cirugía mayor ambulatoria.
Empleo, investigación e innovación tecnológica para mejorar la asistencia sanitaria
Esta implantación de la sanidad privada en todo el territorio nacional se deja notar también en el empleo. Villanueva señaló que el sistema sanitario privado “emplea aproximadamente a 286.719 profesionales, de los cuales un 38% desarrollan su actividad en el ámbito intrahospitalario, mientras que el 62% restante lo hace en el ámbito extrahospitalario. El 23% de los empleos generados corresponden a médicos, el 25% a enfermeros, y el 52% restante a otros profesionales sanitarios y no sanitarios”.
Si el sector sanitario privado ha sido capaz de alcanzar estos números es, en buena medida, debido a su inversión en innovación tecnológica y transformación digital: “El sistema privado español está invirtiendo por encima de la media de la OCDE para suplir las deficiencias del sistema público”. Prueba de ello es que la sanidad privada es propietaria del 53% de las resonancias magnéticas, el 45% de los PET y el 34% de los TAC ubicados en nuestro país.
Esto va de la mano de una importante inversión en investigación. Los centros sanitarios privados españoles han participado desde 2016 en 672 ensayos clínicos, esto es, en casi un 52% de los que han tenido lugar en España en ese periodo.
Esta constante mejora de los equipos médicos corre en paralelo de la necesaria transformación digital para acercar la asistencia sanitaria al paciente. Según la Fundación IDIS, el 45,5% de las entidades sanitarias privadas recurren a soluciones de inteligencia artificial, y el 47,7% tienen servicios de videoconsulta a distancia. Otro documento de la misma entidad reveló hace unos meses que el 89% de los usuarios de la sanidad privada aprueban el uso de la telemedicina, aunque casi la mitad de los encuestados apuestan por un modelo híbrido que combine atención presencial y a distancia. También en este punto el sector privado le ha tomado ventaja a la sanidad pública.