Telemedicina: la innovación en salud ha llegado para quedarse
Tras el paso de la covid-19, la consolidación de la telemedicina en el país es un hecho. Esta herramienta, basada en las nuevas tecnologías y el data, cuenta con numerosas ventajas de cara a los pacientes que han aprendido a utilizar y a confiar en la salud 4.0

España es uno de los países que más apuesta por el desarrollo de la telemedicina, un concepto que parecía sacado de un libro de ciencia ficción pero que, hoy, es un habitual en nuestra población. Actualmente un 62% de los pacientes españoles ha usado ya el sistema de teleconsulta, según un informe de Capterra, que señala que se trata de un porcentaje muy por encima de otras países como Reino Unido con un 54% o Alemania y Francia, que se sitúan en los últimos puestos.
Pero, pese a que la covid-19 la situó en el centro del ecosistema, la telemedicina no nació con la pandemia. Hace años que se trabaja en la investigación y el desarrollo de una tecnología que permita ofrecer atención médica a distancia. Fácil, para todos y eficaz. Ya hace años que se usan las videollamadas, los correos electrónicos o las apps de salud. Ahora la telemedicina da un paso más y hace posible que los pacientes puedan acceder de forma más ágil a sus resultados médicos o que se puedan aumentar los diagnósticos precoces de algunas enfermedades.

Se trata de un proceso no de una tecnología en sí y, cada vez más, se va globalizando. Es decir, son ya incontables las especialidades médicas que ofrecen este nuevo intercambio de información médica entre el doctor y el paciente, aunque obviamente requiere de mucha formación y educación para ambas partes. La expansión de la telemedicina, recoge un informe de la Fundación IDIS, permite empoderar al paciente, darle seguimiento, mejorar la asistencia, reducir costes y listas de espera y poder atender a quien se encuentra en zonas de difícil acceso.
Innovación, el centro de la salud del futuro
Antes de la pandemia, el sector salud ya estaba en plena transformación. Su constante evolución lo encaminaba hacia una salud más digital. Se empezaban a cambiar las reglas del juego y, de la mano de estas nuevas demandas, MAPFRE se posicionó: lanzó al mercado, en 2019, su plataforma digital de servicios de salud, Savia. Una apuesta 100% innovadora que buscaba algo muy evidente: acompañar al usuario en la gestión de su salud. Y para ello se centra en la inmediatez, la disponibilidad y la prevención.

El secreto de la telemedicina es dejar que el paciente tome el control de su salud y aprovechar el potencial de los datos y las tecnologías para mejorar su experiencia (y poder personalizarla al máximo). Y no es más que un aprendizaje. En este sentido, Savia celebra su tercer aniversario y, desde su puesta en marcha, ha ido adaptando sus productos y servicios siempre situando al paciente en el centro de su estrategia. Se podría resumir así: es una solución innovadora “customer y data centric”. Sí, muy moderno, pero quiere decir algo tan necesario como basarse en las verdaderas necesidades de los usuarios. Y esta es una de las obsesiones de Savia.
Por ello, se enorgullece de que hoy más de 380.000 usuarios ya saben de primera mano cómo compartir analíticas o informes médicos, pedir una receta electrónica o realizar una videoconsulta con su especialista en nutrición o su psicólogo. Para llegar a estas cifras, dicen, hay que ser HOP. Vamos, humilde, optimista y apasionado.
La plataforma de telemedicina de MAPFRE lo hace realidad. Esta filosofía de negocio traspasa los papeles y llega al usuario gracias a su apuesta por la innovación y la tecnología que permite interconectar todos los sistemas y realizar cualquier tipo de integración. Es decir, es una plataforma ágil, sencilla y donde los datos son un activo clave. Y lo son las 24 horas del día los 7 días de la semana. Como sus usuarios y sus necesidades, dudas e inquietudes.
Su futuro, por lo tanto, está garantizado. De hecho, según la reciente “Radiografía Savia de la Salud Digital”, casi el 80% de usuarios señala que usará algún servicio de salud digital en el próximo año. Hasta la fecha, las estrellas de la plataforma son la receta electrónica, los wearables y el chat médico.
Parte del éxito de la telemedicina se debe, claramente, a que vivimos en un mundo digital. La mayoría de la población consume a diario algún canal o plataforma digital. Esto es así. La sociedad ha evolucionado y se informa, se entretiene o se cuida mediante apps o programas digitales. Así, como añade el informe de MAPFRE, un 43% de los encuestados se basa las apps de salud y vida saludable como principal fuente de información.
Pero si afinamos más, hay quienes confían más en la telemedicina, o como mínimo, que la utilizan más. La “Radiografía Savia de la Salud Digital” muestra un perfil claro del usuario de los servicios de telemedicina en la actualidad: mujer, joven, urbanita y con formación superior. Ellas son grandes consumidoras de las redes sociales, siguen a influencers y tienen claras las ventajas de la medicina del futuro. Al igual que los más jóvenes son el colectivo más predispuesto a monitorizar su salud, por ejemplo, a través de wearables.