Estos son los errores que cometes con tu dinero (y cómo evitarlos)
Porque no manejamos nuestro cash igual a los 20 años que a los 50, aprende a analizar cómo te gastas el dinero, cómo evitar esas meteduras de pata financieras y, sobre todo, cómo conseguir ahorrar para que siempre nos salgan las cuentas, estés preparado para cualquier imprevisto y, además, poder disfrutar de la jubilación sin sobresaltos
Comprar compulsivamente cosas que en realidad no necesitas, hacer una inversión poco rentable o no planificar bien tus ahorros son malas decisiones que pueden hacer tambalear tu economÃa. ¿Eres consciente de que los pequeños errores que cometes con el dinero en el dÃa a dÃa pueden ser una losa para construir tu futuro financiero? Evidentemente, nuestros gastos no tienen nada que ver cuando tenemos 20 años, esa época dorada en la que el futuro es casi un oxÃmoron, que cuando tenemos 50, cuando los imprevistos y la jubilación ya están en nuestra mente. Por eso, hay que analizar los errores más comunes que cometemos con el dinero para aprender a esquivarlos, conseguir tener un plan de ahorro mensual (spoiler: cuanto antes empieces a ahorrar, aunque sea poco, mejor) para hacer frente a cualquier imprevisto y estar preparados para la jubilación. Nuestro bolsillo (y cabeza) nos lo agradecerá.
¿Eres consciente de que los pequeños errores que cometes con el dinero en el dÃa a dÃa pueden ser una losa para construir tu futuro financiero?
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A los 20
En la veintena se acumulan los planes de ocio, los viajes con amigos, además de esos pequeños gastos diarios que hacen que ahorrar a esta edad requiera de un esfuerzo adicional, sobre todo para el largo plazo. Por ejemplo, uno de los fallos más habituales es gastar demasiado en la compra del primer coche, al elegir uno muy caro, llenarlo de extras o por financiarlo a largo plazo. No controlar los gastos e ingresos es un error que no es exclusivo de los veinteañeros, aunque sà puede ser más pronunciado, tal y como aseguran desde Fundación MAPFRE. A fin de cuentas, es fácil pensar que a esta edad y viviendo en casa de tus padres (o con su apoyo), no necesitas un presupuesto ni cualquier otra herramienta para controlar tus gastos e ingresos. Nada más lejos de la realidad. El ejercicio de hacer un presupuesto: es útil en cualquier etapa de tu vida. Gracias a él podrás saber cómo y en qué te gastas el dinero.
No hay mejor momento para adquirir el hábito de ahorro que cuando eres joven. La razón es que una vez lo hagas, nunca dejarás de ahorrar
A tu edad, descubrirás muchos de los llamados gastos hormiga, esos pequeños gastos innecesarios diarios como el café de la facultad o el menú del trabajo, que son los que te impiden ahorrar y hacen que tengas la sensación de que el dinero se escapa de tus manos. No se trata tanto de aguantar contra viento y marea en casa de tus padres, igual que tampoco de independizarte en cuanto puedas. Lo idóneo es que te emancipes cuando dispongas de un pequeño colchón de ahorro para emergencias y tengas ingresos recurrentes. Y es que esta es una etapa donde podrás ahorrar un altÃsimo porcentaje de tu salario sin que tu calidad de vida sea peor.
Otro de los errores es dejar de lado la inversión y el ahorro. Y es normal, siendo tan joven el futuro (y no digamos ya la jubilación) es una palabra muy lejana. Sin embargo, esa inversión es la que marcará la diferencia a largo plazo. El mejor momento para aprender el hábito de ahorrar es en esta década porque establecerás una dinámica que te acompañará durante toda la vida. ¿Cómo hacerlo? Automática al principio de cada mes cuando recibas tus ingresos. Asà no requerirá ningún esfuerzo y contarás directamente con el dinero que realmente tienes para tus gastos. Un ejemplo: si con 20 años empiezas a ahorrar e invertir 50 euros al mes con una rentabilidad anual del 5%, al cabo de dos décadas tendrÃas 20.687 euros, de los que más de 8.000 serÃan sólo intereses. Esta es la magia de la inversión y del interés compuesto, que solo necesita tiempo para funcionar. Y eso es precisamente lo que tienes en este momento.
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A los 30
Esta es la década elegida por muchas personas para comprar casa. De hecho, casi un 60% de los españoles adquiere su vivienda entre los 25 y los 44 años. El fallo financiero más común que cometen los treintañeros viene dado por la forma en la que la mayorÃa compra su vivienda: con una hipoteca a largo plazo y dilapidando todos sus ahorros en la operación. Sin saberlo, la vivienda se convierte en tu principal inversión (a veces, incluso, la única). Para no equivocarte al tomar una decisión tan vital como esta, lo primero que tienes que tener claras son las cuentas de lo que supone comprar una casa frente al alquiler. Evita hipotecas a muy largo plazo por las que pagarás muchos intereses, no llegues en la letra al máximo de tu capacidad de pago para que sigas teniendo margen de ahorro y, sobre todo, no inviertas todos tus ahorros en la casa. Está bien dejarse, al menos, un fondo para emergencias.
El fallo financiero más común en la compra su vivienda es hacerlo con una hipoteca a largo plazo y dilapidando todos los ahorros en la operación
Las bodas son otro gasto recurrente a estas edades. El coste medio de un enlace matrimonial en España es de 16.000 euros, una cifra que posiblemente supere lo que tenÃas inicialmente pensado. Muchas personas optan por pedir un préstamo, algo que puede disparar los gastos del enlace y convertirse en una losa a futuro. Otro acontecimiento que cambia las finanzas familiares en esta década es la llegada del primer hijo. El tiempo y la experiencia te enseñarán que muchos gastos son fácilmente evitables pero, de entrada, la recomendación más clara es evitar el bucle del consumismo del padre primerizo. Hazte fan de la segunda mano, de las marcas menos conocidas y del consumo consciente (no necesitas 20 bodies de tres meses, palabra). Aprovecha el momento para seguir ahorrando para asegurar, ahora, tu futuro y el de tus hijos. No es el momento de paralizar tu plan de ahorro.
Además, y aunque no queremos agobiarte, a los 30 años ya deberÃas empezar a pensar en tu jubilación. Cuanto antes pongas en marcha tu plan financiero, mejor. Uno de los motivos por los que muchas personas con tu edad siguen sin ahorrar es porque creen que tendrán más dinero a los 40 años. Pero, ojo, nada ni nadie te asegura que ganarás más en un futuro próximo. ¿La solución? Vivir dentro de tus posibilidades, ahorrar todos los meses un porcentaje de tu salario y no caer en la trampa de la tarjeta de crédito. El modo revolving con el que funcionan muchas (gastar hasta un lÃmite y pagar una pequeña cantidad fija al mes) es tan cómodo como nocivo para tus finanzas porque estarás contrayendo una deuda perpetua por la que pagarás muchos intereses.
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A los 40
Dicen que los 40 son los nuevos 20, pero solo tienes que pensar en tus finanzas personales para darte cuenta de que no es asÃ. Seguro que no ganas lo mismo ahora que hace 10 años y seguro que tampoco gastas lo mismo ni tienes las mismas responsabilidades u objetivos.
Estos son los errores con el dinero que debes vigilar al llegar a esta edad, tal y como nos recuerda Fundación MAPFRE.
El practisaving consiste en ahorrar realizando pequeños gestos, como la eliminación de esos gastos cotidianos que no te aportan nada y poco a poco vacÃan tus bolsillos
-No contar con un buen colchón financiero: La cantidad de dinero que has ido ahorrando todos los meses hasta ahora deberÃa de haber ido aumentando conforme sumabas años y crecÃan tus ingresos. Si no lo has hecho hasta ahora, ¡ponte con ello ya!
-Comprar tu segunda casa sin haber pagado la primera: Lo normal es financiar la casa de la playa con una segunda hipoteca para la que la vivienda habitual actuará, además, como aval. El resultado es que, si dejas de pagar la casa de la playa, podrÃas perder incluso la casa en la que vives.
-No haber empezado a planificar tu jubilación: Llegado a este punto dispones aproximadamente de 25 años para planificar tu jubilación, que puede parecer mucho, pero que no lo es tanto para sacar partido real al interés compuesto.
-Hacer inversiones estrafalarias: Hablamos de montar ese bar que siempre habÃas querido con tus amigos o crear cualquier otro tipo de negocio basado en lo que te gustaba de joven. Lanzarse está bien siempre que hayas hecho cuentas, tengas claro qué es lo que realmente buscas y cuentes con una red de seguridad financiera por si las cosas se tuercen.
-Seguir sin un plan para tus deudas: Terminar con tus deudas reducirá tu nivel de estrés financiero de golpe y aumentará tu capacidad de ahorro justo cuando más lo necesitas. Para poner en marcha tu plan sólo necesitas hacer un listado de tus deudas y eliminar la de menor cuantÃa si crees que puedes acabar con ella en tres meses. Si te quitas, además, esos gastos cotidianos que no te aportan nada, el llamado practisaving hará que tu ahorro vaya creciendo.
-No saber prever tus gastos reales: Igual que puedes adelantarte y ahorrar para, por ejemplo, costear la universidad de tus hijos, también puedes planificar otros muchos gastos que tarde o temprano terminan llegando. Reformas en el hogar, cambiar el coche, la nueva nevera… e incluso los gastos al jubilarte. Pararte a pensar en estos gastos te ayudará a afrontarlos mejor, sin endeudarte y sin que descuadren tus finanzas cuando lleguen.
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A los 50
En este punto de la vida deberÃas contar con un plan para tus finanzas y estar ahorrando todos los meses. No hacerlo es el mayor error con el dinero que puedes cometer en esta etapa. Llegado hasta aquà es normal pensar en todo lo que te hubiera gustado hacer (y comprar) y no pudiste, pero ahora es cuando deberÃas enfocar tu dinero hacia lo que realmente importa, incluso si eso significa tener peor coche que tu vecino. Al cruzar la lÃnea de los 50 años tendrás por delante 17 años hasta alcanzar la edad de retirarte del mercado laboral. Si no cuentas con un plan para tu jubilación, es el momento de empezar.
Te queda para jubilarte por lo que si no cuentas con un plan para tu jubilación, es el momento de empezar
Otro error clásico es mantener las mismas inversiones que tenÃas con 20 o 30 años. Si a estas alturas tienes el mismo producto de inversión que contrataste hace décadas es posible que no sea el más adecuado para ti. Los expertos recomiendan ir reduciendo el riesgo de tu cartera conforme se acerca la jubilación.
Último tip a tener en cuenta. ¿Te habrÃa gustado saber lo que hoy sabes de finanzas y dinero a los 20 años? Seguro que sà y a tu hijo también. Si no has hablado de dinero con tus hijos, puede ser un momento para hacerlo. Comparte lo que has aprendido para que mejore su percepción del dinero y su educación financiera, especialmente si está estudiando o va a empezar a trabajar.
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Jubilación
Si eres de los que piensa que esta etapa es para disfrutar, por fin, del tiempo libre y de calidad para tus aficiones, estar con la familia o viajar, es necesario cierto grado de planificación. Es ahà donde fallan la mayorÃa de españoles. Si quieres elegir cómo será tu jubilación y no que ella decida por ti, hay cinco errores que debes evitar:
Buscar un complemento a la pensión pública te dará tranquilidad y un colchón de seguridad
Pensar que con la pensión pública será suficiente. Todo indica que no será asÃ. ¿La solución? Buscar un complemento que sea tu colchón de seguridad.
Planificar la jubilación tarde. El tiempo es el mayor aliado del ahorrador particular. Si, además, eres capaz de rentabilizar ese ahorro, el interés compuesto hará que crezca exponencialmente.
Elegir el corto plazo con tu ahorro. Uno de los fallos más repetidos al planificar la jubilación es no tener en cuenta ese horizonte temporal e invertir como si lo hicieses a corto plazo. El resultado son inversiones demasiado conservadoras cuando a largo plazo el foco de la inversión deberÃa ser obtener rentabilidad, por lo menos durante los primeros años.
No tener claro cuánto dinero necesitas ahorrar. Es cierto que cuando te jubiles probablemente tengas la casa pagada y gastes menos en transporte. A cambio, también tendrás más tiempo libre que puedes querer invertir en viajes, ocio y aficiones. Piensa qué vas a querer hacer con tanto tiempo libre y averigua el coste de tu elección.
No contar con un plan de ahorro exitoso. La clave es crear un sistema y un plan que funcionen de forma automática. Muchos de los productos para la jubilación permiten realizar aportaciones periódicas de forma que no tengas que preocuparte de ahorrar o invertir cada mes o cada año. Dependiendo de tus circunstancias, un plan de pensiones, un PPA o un PIAS pueden adaptarse a lo que buscas.