El banco en casa: así es la inclusión financiera en la España rural

Recorrer kilómetros hasta la sucursal más cercana para sacar dinero solo por vivir en el entorno rural no es justo. Así que había que buscar una solución.

Una sucursal bancaria es un elemento que parece integrado en la vida de millones de personas. Todos los días pasan frente a varias y saben que, si necesitan realizar una operación como retirar dinero en efectivo, no tienen más que acercarse a cualquiera de ellas. Sin embargo, también hay muchas personas para las que algo tan básico como guardar su dinero en la cartera es un quebradero de cabeza. Y el cierre de una sucursal bancaria, un drama.

Un drama en cifras

En provincias como Lugo, Zamora, Cuenca o Soria, el número de oficinas bancarias se redujo prácticamente a la mitad en la década

Las cifras dan la verdadera dimensión de este problema: en solo diez años, de finales de 2008 a 2018, se cerraron en España 18.733 sucursales bancarias. En provincias como Lugo, Zamora, Cuenca o Soria, el número de oficinas se redujo prácticamente a la mitad en la década que va de 2010 a 2019, según los datos de la Asociación Española de la Banca. 

La inclusión financiera en la España rural es cada vez más complicada. La despoblación provoca que muchos habitantes de estas zonas deban desplazarse varios kilómetros para hacer algo tan sencillo como retirar efectivo de sus cuentas, porque no cuentan con una sucursal bancaria cercana. Tener dinero disponible para pagar el pan, comprar el periódico o tomarse un café es, para ellos, cada vez más difícil. Y más todavía si se trata de personas mayores que ya no conducen, un segmento de población cada vez más habitual en la España vaciada.

¿Cómo llevar el banco a estas personas? ¿Cómo evitar que se vean excluidas hasta de los servicios financieros más básicos? La respuesta está en la capilaridad. Hay que llegar hasta su puerta, estén donde estén. Y, además, hay miles de carteros rurales de Correos que lo hacen todos los días. Esta es precisamente la lógica del último acuerdo alcanzado entre Correos y Banco Santander.

El banco vuelve al pueblo

La presencia de oficinas de Correos por toda España es la ventaja estratégica que se necesita para promover la inclusión financiera en las zonas que sufren las consecuencias de la despoblación. Resulta que, en el 75% de los municipios con menos de 1.000 habitantes donde el Banco Santander no está presente, existe un punto de atención de Correos. 

Con esto en mente, Correos y Banco Santander han puesto en marcha un servicio de ingreso y retirada de dinero en efectivo a través de Correos Cash en esas oficinas. Además, los propios carteros pueden entregar dinero en cualquier domicilio de España. Esto permitirá a la entidad llegar al 66% de la población que, hasta ahora, no contaba con un servicio de efectivo en su municipio.

Concretamente, los clientes de la entidad pueden recurrir a 4.675 puntos de atención al ciudadano de Correos (2.393 oficinas y 2.282 puntos de atención rural) para realizar estas operaciones. En aquellas localizaciones donde Banco Santander no cuenta con presencia física, los clientes pueden realizar dos operaciones al mes de manera gratuita.

En la palma de la mano

Utilizar este servicio es muy sencillo. Los clientes de Banco Santander que utilicen la app del banco encontrarán el servicio integrado en ella. Solo tendrán que solicitarlo y su cartero les entregará el dinero en efectivo en su propio domicilio.

En el caso de los clientes que no utilicen la app, tan solo necesitarán una tarjeta bancaria de Banco Santander y el documento de identidad para retirar dinero en su oficina o punto de atención rural de Correos.

Mantener el pulso en la España rural y facilitar una verdadera inclusión de sus habitantes es uno de los grandes retos que afronta la sociedad española. Gracias a este tipo de acuerdos, buena parte de las personas que habitan en estas zonas tienen garantizado un derecho tan básico como poder disponer libremente de su dinero, sin importar dónde vivan, cuál sea su edad o sus circunstancias. Como debe ser.