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Transición Energética

Todo lo que nunca te han contado del hidrógeno verde, una nueva energía para el futuro del planeta

El elemento más abundante del universo se alía con las fuentes renovables por el futuro del planeta

Ana García Novo

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Ana García Novo

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No nos damos cuenta, pero la mayor parte de lo que vemos está compuesto de hidrógeno. Se estima que nueve de cada diez átomos que hay en el universo son de hidrógeno. Es decir, la inmensa mayoría de las cosas que tocamos, manipulamos, saboreamos o incluso amamos son hidrógeno. Es el elemento más sencillo y ligero de la materia, pero también el más común.

¿Cómo un elemento tan corriente puede acaparar últimamente tanta atención? Su aparente vulgaridad no debe confundirnos: el hidrógeno ofrece una densidad energética que triplica a la de la gasolina, pero sin las emisiones contaminantes resultantes de su utilización. Esa es la razón por la que últimamente no se oye hablar de otra cosa.

Resulta que el humilde hidrógeno, esa cenicienta omnipresente a la que nadie presta atención, se ha convertido en una de las grandes esperanzas para la completa descarbonización, sumando esfuerzos a los logros que ya ofrece la electrificación del consumo final de la energía. Es potencialmente inagotable y su uso abre las puertas a obtener una buena parte de la energía que necesitamos de manera sostenible y no contaminante.

Futuro

Europa mira al hidrógeno verde

El hidrógeno verde supondrá uno de los pilares estratégicos de la Unión Europea para alcanzar su neutralidad climática y también su independencia energética.

58%

Porcentaje de energía en la UE que depende de importaciones

2%

Presencia actual del hidrógeno en el mix energético europeo

20%

Presencia del hidrógeno en el mix energético europeo en 2050

*Unión Europea

Por supuesto, no todo iba a ser tan bonito. Aunque utilizar hidrógeno es un proceso totalmente limpio, obtenerlo no lo es tanto ya que a día de hoy la práctica totalidad del hidrógeno se produce a partir de fuentes de energía de origen fósil. Por eso, para que el hidrógeno se convierta de verdad en la respuesta que buscamos, debe cambiar de método de producción. Concretamente, debe pasar de ser hidrógeno gris -obtenido a través de fuentes de energía fósiles- a hidrógeno verde -obtenido a través de agua y energía eléctrica de origen renovables-.

Qué es el hidrógeno verde

Este asunto de los colores del hidrógeno no tiene que ver con el producto en sí, sino más bien con la manera de obtenerlo. Es decir: que sea gris o verde depende de la manera de producir hidrógeno. Porque el hidrógeno hay que producirlo, no se puede tomar directamente de la naturaleza porque siempre va asociado a otros elementos. La manera que se utiliza para obtener hidrógeno verde consiste en un proceso de electrólisis, que separa las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno.

El hidrógeno verde tiene el potencial para convertirse en el sustituto de los combustibles fósiles

Así lo explica Javier Maceiras, responsable de Proyectos de Hidrógeno Verde de Endesa. “Hidrógeno es hidrógeno. Tanto si es gris como verde, el producto es el mismo independientemente de cómo se produzca. Lo que diferencia a uno del otro es la manera de conseguirlo”.

En el caso del hidrógeno, se trata de evitar hacer un pan con unas tortas. Esto quiere decir que de nada sirve obtener un vector energético que no produce emisiones en su uso si para producirlo acabamos contaminando la atmósfera. “En el mundo se utilizan ya unos 75 millones de toneladas de hidrógeno en diversos usos. El problema es que el 99% del mismo se obtiene a partir de fuentes de energía de origen fósil, como el gas natural o el carbón. Esto resulta en una cantidad de emisiones de dióxido de carbono equivalentes a las que producen juntos Reino Unido e Indonesia”, explica el experto de Endesa.

¿Cómo evitar todas esas emisiones a la hora de obtener hidrógeno? Básicamente, hay que sustituir el empleo de esos combustibles fósiles para producir el hidrógeno por otro método sostenible gracias al empleo de agua y energía eléctrica de origen renovable. Por ejemplo, la eólica o la solar, que permiten generar la electricidad necesaria para el proceso de electrólisis que separa las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno. Cuando se produce de esa manera, estamos hablando de hidrógeno verde.

Central hidroeléctrica de Susqueda, GironaEndesa

La gran esperanza para una descarbonización completa

El uso del hidrógeno verde es una de las grandes esperanzas que contemplan instituciones y empresas para lograr sus objetivos de descarbonización. El propio Gobierno de España considera el hidrógeno verde como una de las claves para alcanzar la neutralidad climática del país. Entre los objetivos que se ha fijado hasta 2030, alineados con la Estrategia Europea del Hidrógeno, se encuentran la instalación de 4 gigavatios de potencia de electrolizadores y que el consumo de hidrógeno por la industria sea renovable al menos en un 25%.

Además, la producción de hidrógeno verde en España abre las puertas a la generación de empleo sostenible y al desarrollo de cadenas de valor. De hecho, la Unión Europea cuenta con su propio proyecto de desarrollo de una economía del hidrógeno, que desplegará en varias fases. La primera de ellas contempla la producción y transporte de un millón de toneladas de hidrógeno verde en su territorio hasta 2024, que se convertirán en 10 millones en los siguientes cinco años. Esto supone un aumento exponencial y, al mismo tiempo, una gran oportunidad económica.

Proyectos de hidrógeno renovable de Endesa presentados a la manifestación de interés del gobierno en diciembre

Además de los representados en el siguiente mapa, Endesa tiene una serie de proyectos de Paso a bi-combustible en las siguientes ubicaciones: Barranco de Tirajana (Gran Canaria), Granadilla (Tenerife), Punta Grande (Lanzarote), Salinas (Fuerteventura), Los Guinchos (La Palma), Jinámar (Gran Canaria), Candelaria (Tenerife), Mahón (Menorca) y Melilla.

Clave

Inversión

Potencia
electrolizadores

Potencia
Energía renovable

El hidrógeno verde ayuda a descarbonizar allí donde no se puede electrificar

Javier Maceiras, responsable de Proyectos de Hidrógeno Verde de Endesa

Llegados a este punto, surgen algunas dudas. Una de ellas es de qué sirve dar un rodeo y utilizar plantas fotovoltaicas o parques eólicos para producir hidrógeno que, a su vez, sirva para producir energía. Es decir: por qué en lugar de recurrir directamente a una fuente renovable para producir la energía que necesitamos, acudimos a un vector energético intermedio como el hidrógeno. ¿No sería más fácil y rápido recurrir a la red de energía eléctrica? ¿Utilizar un enchufe y ya está?

En realidad, el hidrógeno verde, más que como sustituto de la electrificación, se plantea como un complemento. “Para nosotros, la electrificación es la manera más sencilla y barata de descarbonizar el uso final de la energía. Si electrificas un proceso con fuentes renovables, lo que consigues es que esa descarbonización sea lo más eficiente y sostenible posible”, aclara Javier Maceiras. “¿Qué ocurre con el hidrógeno verde? Que es un complemento que ayuda a descarbonizar allí donde no se puede electrificar. Por ejemplo, en industrias que ya utilizan hidrógeno en sus procesos o en otras que precisan una gran potencia calorífica —como las del cemento, las cárnicas o el acero— y no pueden emplear electricidad para ello.”.

Diferencias entre hidrógeno gris, azul y verde

El hidrógeno es uno de los elementos más abundantes del planeta, pero no se encuentra de forma aislada. Hay que extraerlo de otras sustancias como el agua, el carbón o el gas natural. En función de la sustancia de la que se extrae recibe un nombre distinto

Clave

Materia
prima

Hidrógeno
gris

Hidrógeno
azul

Hidrógeno
verde

Energía
eléctrica

Hidrógeno gris

Se obtiene de fuentes fósiles como el gas natural, petróleo o carbón.

Hidrógeno azul

Es la forma más habitual de obtener el hidrógeno. Se obtiene genralmente a través del gas natural, petróleo o carbón. El proceso es similar al hidrógeno gris, pero evitando emitir el CO₂ a la atmósfera.

Hidrógeno verde

Se obtiene a través de energías renovables y limpias, por lo que no contamina en el proceso de extracción del hidrógeno. Se puede utilizar la energía eólica, fotovoltaica, biomasa o cualquier otra para realizar la electrólisis del agua.

La pregunta es: ¿por qué esperar?

Seguimos con las dudas. Por ejemplo, ¿por qué esperar? Si el hidrógeno es tan abundante y cunde tanto, ¿por qué no lo utilizamos ya para todo? La cuestión es que producir y distribuir hidrógeno verde o renovable, por el momento, no resulta lo suficientemente rentable como para desplegarlo a gran escala. Tampoco lo es su uso en cualquier circunstancia.

“La descarbonización de los usos de la energía es un objetivo muy importante, pero no se puede hacer de cualquier manera. Debe ser eficiente y sostenible o, al menos, así lo entendemos en Endesa”, matiza Javier Maceiras. “Por ejemplo, a nivel doméstico el hidrogeno no es la solución, resulta más eficiente sustituir calderas de gas por bombas de calor o utilizar placas de inducción. La razón es que podemos generar hidrógeno verde, pero si para su transporte tenemos que recurrir a las redes actuales de gas natural y mezclarlo con otros gases, la eficiencia y sostenibilidad que buscamos se acaba perdiendo”.

No obstante, el hidrógeno verde tiene el potencial para convertirse en el sustituto de los combustibles fósiles. A medida que se reduzca el precio de los equipos electrolizadores que permiten obtener hidrógeno a partir de agua y que mejore su eficiencia ese horizonte se irá despejando. En ese camino, es fundamental la apuesta de grandes empresas como Endesa, que proyecta la inversión de 2.900 millones de euros en el desarrollo de más de 20 proyectos de hidrógeno verde en España.

Del carbón al hidrógeno verde

Entre los proyectos presentados por Endesa al Ministerio de Transición Ecológica se encuentran varias plantas de producción de hidrógeno verde en instalaciones que ya gestionaba la compañía. “Se trata de zonas de transición en las que ya estábamos haciendo grandes desarrollos de parques de producción de energía eléctrica renovable y en las que la producción de hidrógeno verde sirve como complemento a la descarbonización del mix energético que permitirán esos parques eólicos o plantas fotovoltaicas”, aclara Maceiras.

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Algunas de estas zonas eran antiguas plantas de carbón que se están clausurando y transformando para impulsar una descarbonización total de la energía. “Tenemos un compromiso social en esas zonas y por eso buscamos la manera de seguir en ellas. Nuestro objetivo es impulsar una descarbonización total de la energía y, al mismo tiempo, favorecer el desarrollo económico de las comunidades locales en las que estamos presentes”, añade el experto.

Uno de los proyectos más avanzados es el desarrollado en As Pontes (A Coruña), que contará con un electrolizador de 100 MW y seis parques eólicos asociados con una potencia conjunta de 611 MW. El desarrollo de esta infraestructura supondría la creación de unos 1.600 empleos. En la zona, la compañía cuenta con acceso al agua que necesita para el proceso de electrólisis, aerogeneradores que producen la energía renovable necesaria para producir el hidrógeno y demanda por parte de la industria cercana.

“Los proyectos que planteamos no son aleatorios. Siempre comprobamos que se den las condiciones necesarias para que se puedan desarrollar, con estudios que los avalen”, puntualiza Maceiras. Todos estos desarrollos ayudarán a madurar un mercado, el del hidrógeno verde, que es el complemento ideal de la electrificación del consumo final de la energía. Una opción en la que la Unión Europea ha depositado gran parte de sus esperanzas por un futuro sostenible.