¿Es posible hacer sostenible (de verdad) mi casa?

No basta con instalar unos paneles solares y esperar a que el ahorro venga solo. El autoconsumo funcionará mucho mejor si lo acompañamos de un cambio de mentalidad

Resulta tentador. Tener acceso a una fuente de energía limpia y renovable en nuestro propio hogar que, además, nos ayude a ahorrar cada mes. Una vivienda que mantiene a raya la factura de la luz mientras ayuda al país a cumplir con sus compromisos medioambientales. Bienvenidos al seductor mundo del autoconsumo eléctrico, el primer paso hacia el consumo responsable y eficiente de los hogares del futuro.

Esta es una posibilidad tan atractiva que cada vez más españoles se animan a instalar paneles solares en sus viviendas. Solo en 2020, la potencia fotovoltaica en instalaciones de autoconsumo aumentó el 30% respecto al año anterior, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). El organismo asegura que ha sido el sector residencial el que ha experimentado un aumento sin precedentes, hasta acaparar el 19% de esa nueva potencia. Esto supone unos nueve puntos porcentuales más que en 2019.

No hay muchos sectores que puedan decir lo mismo del año en el que una pandemia puso la economía mundial en jaque. Una legislación favorable, ventajas fiscales y unos plazos de amortización convenientes son algunas de las razones que explican este comportamiento. Sin embargo, no son los únicos. La creciente conciencia medioambiental de la población tiene también mucho que ver con ello.

Queremos hogares sostenibles que nos ayuden a ahorrar, pero también a cuidar del planeta. Es decir, queremos lograr la cuadratura del círculo en el consumo energético de nuestro hogar. ¿Cómo se consigue? ¿Es tan fácil como instalar unos paneles solares y dejar que el tejado haga el trabajo? Lo cierto es que no es tan sencillo como eso, pero se puede conseguir. Eso sí, la primera azotea que deberemos acondicionar para lograrlo es la que llevamos sobre los hombros.

Cambiar la mentalidad para ser consumidores activos

“No basta con instalar paneles solares y obtener automáticamente un ahorro medio del 40% en la factura de luz, porque ese ahorro depende también del uso que hagas de esa energía”. Alejandro Sánchez González, Head of Green Products de Endesa X, resume así por qué, además de paneles solares, debemos instalar un cambio de mentalidad en nuestras cabezas. De él depende en buena medida que acortemos al máximo los plazos de amortización de la instalación.

Básicamente, son tres los pilares que nos conducirán a nuestro objetivo de ahorro energético, que es el que nos abrirá la puerta al ahorro económico y al medioambiental en nuestro hogar. Uno de ellos es la instalación de una solución de autoconsumo, es decir, de paneles solares en el tejado de nuestra vivienda o en algún lugar orientado al sur. Otro es un cambio en el uso que hacemos de la energía, que deberemos concentrar en las horas en las que más energía se produce, es decir, cuando la incidencia del sol es mayor. Por último, la tecnología de apartados como la climatización del hogar o la domótica pueden elevar ese ahorro a otra dimensión.

“Pongamos el ejemplo de la aerotermia, que es útil para calentar aire o agua. Se trata de un sistema de climatización que produce cuatro kilovatios de energía por cada uno consumido, mientras que en las calderas tradicionales, e incluso las de última generación, esa proporción es de solo 0,95”, explica Alejandro Sánchez. “Si, además, contamos con una solución fotovoltaica de autoconsumo, multiplicaremos la eficiencia del sistema porque la energía la tomaremos del sol, no necesariamente de la red eléctrica. El sentido de combinar aerotermia con fotovoltaica es que el sistema de aerotermia utiliza la energía generada cuando hace sol y, por tanto, consumirla durante el día nos saldría gratis. Además, gracias a programadores, podemos almacenarla y usarla también por la noche. Es casi como tener baterías”, añade.

Todas estas tecnologías deben venir acompañadas de un cambio de hábitos. Lo ideal consiste en consumir el máximo de energía que produce la instalación en las horas centrales del día. Aunque existe un mecanismo de compensación simplificada que paga por la energía que no se consume, resulta mucho más rentable consumirla, porque la compensación que se recibe por esa energía suele ser muy inferior al precio que se paga por la que se obtiene de la red. Es decir, se suele adquirir por 0,17 euros aproximadamente y se pagan a 0,05 euros.

¿Significa esto que el autoconsumo eléctrico solo es para personas que se pasen el día en casa? ¿Qué ocurre con los millones de trabajadores que deben acudir cada día a su puesto de trabajo? Que la tecnología también nos puede ayudar en esta cuestión. Es tan sencillo como utilizar un termostato o un temporizador que permitan conectar la calefacción, la lavadora o el lavavajillas durante las horas centrales del día. “Lo que no tiene sentido es llegar a las siete de la tarde a casa y activar todos los aparatos, estaríamos consumiendo energía de la red y esto no resulta rentable. Es mejor cambiar algunos hábitos y sacar el máximo partido posible a nuestra instalación”, ejemplifica Alejandro Sánchez. Y apunta: “Existe la opción de incorporar baterías a nuestra instalación pero esta se encarecería el doble por lo que tardaríamos el doble en amortizar la inversión. Todavía son muy caras aunque en el futuro seguro que todos tendremos baterías en casa”.

Si hablamos de sistemas de control inteligente como Homix de Endesa X, capaces de aprender de los hábitos del hogar y optimizar el uso de iluminación, climatización y agua caliente, el ahorro en el consumo eléctrico puede alcanzar hasta el 50%. Se trata de dispositivos que se podrán acompañar de sensores para detectar el movimiento, la temperatura, la luminosidad o cuándo se abren puertas y ventanas. “En el futuro, estos sistemas serán capaces incluso de calcular en qué momento es más eficiente encender cada aparato. Hoy somos nosotros quienes hacemos esos cálculos, pero más adelante se encargará de ello el propio hogar inteligente”, añade el experto.

En la actualidad, Homix ya es capaz de ajustar la programación de la caldera según los hábitos de los consumidores gracias a sensores de última generación y es capaz de saber si está regresando a su vivienda a través de la localización del móvil. En caso de producirse un cambio de rutina no programada, el sistema conectará el aparato a tiempo para que cuando el usuario abra la puerta de su hogar esté perfectamente climatizado. En pocos años -dice este experto- habrá una placa solar en cada tejado de nuestras viviendas.

Lo más habitual es que los paneles vayan instalados sobre el techo de la vivienda, aunque también pueden situarse en una parte del jardín que no reciba sombras. En el caso de los tejados, se requiere una superficie de al menos 10 metros cuadrados para un mínimo de seis paneles y se recomienda que esté orientado al sur para aprovechar al máximo la energía solar. No obstante, un profesional se encargará de determinar el lugar y el tamaño más adecuados para la instalación. “Como cada vez son más eficientes, cada vez hará falta menos espacio para conseguir la misma generación”, subraya.

En el mercado existen kits llave en mano como los que comercializa Endesa X y que incluyen tanto el material como los trámites necesarios para instalar una solución de autoconsumo en casa: asesoramiento inicial, paneles solares y su instalación, mantenimiento, gestión de permisos y orientación sobre la tarifa con remuneración de excedentes.

Qué más puedo hacer para aumentar la sostenibilidad de mi hogar

Resulta muy recomendable acompañar la instalación de los paneles solares de sistemas más eficientes de climatización y agua caliente, como la aerotermia o la geotermia, capaces de aprovechar la temperatura del aire exterior o del subsuelo y obtener así ahorros considerables en el consumo eléctrico. Otro paso más para descarbonizar nuestro hogar pasa por sustituir nuestro vehículo convencional por otro eléctrico, que podremos recargar durante el día a un coste mínimo.

“Yo contemplo la instalación de una solución fotovoltaica en el hogar como un producto financiero. En el momento en el que la conectas ya estás ahorrando, porque todos esos kilovatios que ibas a comprar a la red te los proporciona tu propio tejado. Una vez que amortizas la inversión, ofrece una rentabilidad muy interesante”, concluye Alejandro Sánchez. “Creo que, en el futuro, el 100% de la población contará con este tipo de soluciones”.