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Un proyecto con

RETINOPATÍA DIABÉTICA

Unas fotos y un algoritmo: así es el innovador método que puede evitar la ceguera

El Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife ha creado un algoritmo de inteligencia artificial para mejorar el diagnóstico precoz de la retinopatía diabética, una de las principales causas de discapacidad visual. Será desarrollado por la Fundación Ver Salud, con la colaboración de Novartis.

Beatriz G. Portalatín

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La inteligencia artificial está haciendo que médicos y especialistas cambiemos nuestra forma de trabajar; tenemos adaptarnos a los tiempos”, afirma el Dr. Rodrigo Abreu, oftalmólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria de Santa Cruz de Tenerife e investigador médico de un algoritmo de inteligencia artificial que cambiará la forma de diagnosticar la retinopatía diabética, una de las principales causas de ceguera.

Este algoritmo tiene como objetivo reducir los tiempos de cribado de esta enfermedad. Es decir, mejorar la detección precoz y acelerar su diagnóstico y tratamiento. Este método o algoritmo tiene como fin detectar a retinopatía diabética y también cuantificar el grado de la enfermedad (leve, moderado o severo) a través de fotografías especializadas de la retina de los pacientes. La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes (una patología crónica que afecta en España a unos 6 millones de personas) y una de las principales causas de pérdida de visión y discapacidad visual de adultos en edad laboral.

El algoritmo primario se ha desarrollado en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria con la colaboración del Servicio de Tecnologías de la Información y el Servicio de Oftalmología. El investigador clínico principal es el Dr. Rodrigo Abreu, quien también liderará el proyecto que será desarrollado por la Fundación Ver Salud con la colaboración de Novartis. El objetivo es validar y certificar el algoritmo como dispositivo médico en la Unión Europea para poder ponerlo a disposición de la práctica clínica con todas las garantías para los pacientes.

“Nuestra intención es conseguir homologar y certificar este algoritmo para uso médico y hacerlo accesible a toda la población”, explica el Dr. Juan Donate, especialista en retina del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidente de la Fundación Ver Salud. Se pretende que este algoritmo -añade el especialista- “sea un nexo de unión entre la Atención Primaria, donde dispondrán de un canal de información casi inmediata, y la especializada. El riesgo de cada paciente podrá ser evaluado y se decidirá su derivación minimizando la demora, evitando consultas innecesarias o incluso el paso por el hospital cuando no es necesario”.

LA RETINOPATÍA DIABÉTICA

es una complicación que provoca la diabetes producida por el daño que ocasionan los altos niveles de azúcar en los vasos sanguíneos de la retina. 

La enfermedad no suele dar síntomas al principio, pero cuando está más avanzada pueden aparecer algunos, como visión borrosa o mala visión nocturna. Por ello es muy importante que los pacientes se hagan revisiones periódicas para poder detectar cuanto antes si hay o no daño en la retina.

Se estima que la retinopatía diabética afecta al 40% de los pacientes con diabetes mellitus de tipo 1 y al 20% de los pacientes con diabetes mellitus de tipo 2. La diabetes tipo 1 tiene mayor incidencia entre los niños y los jóvenes  y se desconoce por qué aparece, por lo que no se puede prevenir. La diabetes tipo 2, en cambio, puede presentarse a cualquier edad, aunque lo hace con mayor frecuencia en personas adultas y mayores. Las causas de su aparición son, fundamentalmente, la obesidad y un estilo de vida sedentario. Por ello, es importante prevenir este tipo de diabetes adoptando hábitos de vida saludable como llevar una alimentación sana y practicar ejercicio físico de forma regular, evitando la inactividad.

Mejorar y acelerar el diagnóstico

El funcionamiento de este algoritmo nos permite no solo detectar la enfermedad, sino también observar la gravedad. Es decir, nos indica si la retinopatía está en una fase leve, moderada o severa. Según explica el Dr. Abreu, este algoritmo ha sido entrenado para distinguir si tenemos delante una retina sana o no y, si está dañada, en qué grado. Algo que permite conocer a los profesionales la frecuencia con la que tienen que ver al paciente y si hay que derivarlo al hospital o ponerle en tratamiento.

Para detectar si hay enfermedad o daño en la retina, se le hace al paciente una fotografía del fondo de ojo (de la retina) con un instrumento diagnóstico especializado para ello: el retinógrafo. Después, el algoritmo analiza a partir de esas imágenes los hallazgos y los clasifica según su grado de afectación. “El algoritmo es capaz de detectar este daño de una forma muy rápida, precisa y eficaz”, afirma el Dr. Abreu. En la actualidad, es el médico quien analiza o detecta la enfermedad con un examen profundo del fondo de ojo o de la retina y requiere un nivel de especialización muy elevado para que el procedimiento sea realmente útil”. Con este algoritmo, “se consigue hacer un análisis mucho más rápido, con un nivel de eficacia comparable a un especialista experimentado en retina”, añade el Dr. Donate.

“El objetivo es que se pueda hacer en centros de Atención Primaria, en centros de especialidades o incluso que pueda ser itinerante allí donde haya un retinógrafo, que es un equipo relativamente sencillo de transportar”, explica el Dr. Abreu. Una vez hecho el cribado y el diagnóstico por este sistema, se toman las decisiones y las derivaciones oportunas. “En el caso de que haya un daño leve, se puede controlar, pero los daños moderados y severos pueden necesitar tratamiento para frenar el progreso de la enfermedad”, finaliza.