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MUSEO DEL PRADO

Las mujeres de Goya

Exposición «Goya. Dibujos. Solo la voluntad me sobra» Edificio Jerónimos. Museo del Prado Hasta el 16 de febrero de 2020

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Prado Campos

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Goya quiso plasmar en sus dibujos, con una profundidad hasta entonces inédita, las consecuencias que sufrían las mujeres en la sociedad en la época

Mujeres cotidianas, trabajadoras, luchadoras, valientes pero también sufridoras. Mujeres alejadas de las musas. Majas pero también prostitutas, brujas y ancianas, cosificadas, vejadas e incluso violadas. "El tiempo también pinta", dijo Goya como queriendo alertarnos con su mirada femenina y feminista. La exposición Goya. Dibujos. Solo la voluntad me sobra, que se puede ver hasta el 16 de febrero en el Museo del Prado, rompe el tópico del genio aragonés como el pintor amable de las majas para seguir descubriendo a ese Goya íntimo, privado, crítico y comprometido. Lo hace a través de una muestra única y excepcional que reúne por primera vez más de 300 dibujos que abarcan toda su carrera, desde sus primeros trabajos en Italia hasta el final de sus días en Burdeos.

"Todo lo que nos preocupa hoy lo había tratado ya Goya. Quedamos sobrecogidos por la actualidad de su obra. Fue el artista más crítico que ha habido nunca, incluso consigo mismo. Levanta las alfombras y saca a la luz lo que hay debajo", asegura José Manuel Matilla, jefe de Conservación de Dibujos y Estampas del Prado y comisario de la exposición junto a Manuela Mena, jefa de Conservación de la pintura del siglo XVIII y Goya de la pinacoteca nacional. Y en ese tratado sobre la condición humana, eso sí siempre tamizado por la fantasía y la imaginación, que son sus dibujos, las mujeres tienen un protagonismo especial.

Goya quiso plasmar en sus dibujos, con una profundidad hasta entonces inédita, las consecuencias que sufrían las mujeres en la sociedad en la época. La violencia es uno de los temas recurrentes de su obra, con permiso de la vejez y los retratos, y dentro de ella, la violencia que ejerce el hombre sobre la mujer. Por ejemplo, en una de sus series más famosas, los Desastres de la guerra, los personajes femeninos son los únicos, junto a niños y viejos, que tienen una valoración positiva ya sea tratados como víctimas o como valerosas mujeres en defensa de su integridad y la de los suyos. Las prostitutas, ya sea en los Caprichos o en los cuadernos A (o de Sanlúcar) y B (o de Madrid), también están muy presentes en unos dibujos que las representa en momentos de dolor, abuso, vejación e incluso violación. De hecho, Goya va más allá y denuncia la injusticia y el sufrimiento al que se ven abocadas estas mujeres, pero también cuestiona el matrimonio y su desigualdad para criticar aquellos abusos masculinos que deben ser reprobados. La novedad de la mirada de Goya es que pone el foco en la infravaloración y la cosificación de la mujer como un objeto al servicio del hombre.

Joven barriendo

de Francisco de Goya

Cuaderno de Sanlúcar [A], n

Aguada y tinta de hollín sobre papel verjurado, 172 x 101 mm.

1794-95

Madrid, Museo Nacional del Prado

La novedad de la mirada de Goya es que pone el foco en la infravaloración y la cosificación de la mujer como un objeto al servicio del hombre

La mujer es la protagonista absoluta de su Cuaderno de Sánlucar (1974-95), el primero de los ocho que hizo el artista tras su estancia en Italia y del que se conservan nueve hojas. Siempre se ha entendido que estas mujeres estaban en actitud placentera en su vida cotidiana. De hecho, en este cuaderno ya aparecen dibujos relacionados con el retrato de la Duquesa de Alba de Blanco (1975) y también temas y primeras ideas para la serie de los Caprichos. Sin embargo, Matilla y Mena ponen ahora el acento en que la mirada del pintor no está exenta de dramatismo, con varias escenas protagonizadas por prostitutas.

Pintados con una técnica delicadísima a base de ligeras aguadas, estos dibujos evocan recuerdos desde un punto de vista secuencial y narrativo. La mujer protagoniza escenas de marcada sensualidad y, a veces, también de sufrimiento. Ambos comisarios ven en cuadros como Joven en pie, mesándose los cabellos (1794-95) no solo a una mujer peinándose sino también una actitud de desesperación y súplica ante la enfermedad de su amiga. Sobre la Joven barriendo (1794-95) pulula una cabeza con cuernos "de un viejo lascivo y dominador" y da cuenta de la humillación y prisión en la que vive esta muchacha. "Goya sugiere las actividades íntimas que ha de realizar a cambio de su bienestar", aseguran en el catálogo de la exposición. En Ya van desplumados (hacia 1977) parte de una mujer barriendo para retratar un burdel, mientras que en Joven bailando al son de una guitarra (1794-95) "su gesto serio y la mirada atenta al invisible compañero ante ella introducen un elemento de inquietud, como también la maliciosa sonrisa del guitarrista".

“Todo lo que nos preocupa hoy lo había tratado ya Goya. Quedamos sobrecogidos por la actualidad de su obra. Fue el artista más crítico que ha habido nunca, incluso consigo mismo. Levanta las alfombras y saca a la luz lo que hay debajo”

Casi a la par, Goya trabaja en el Cuarderno B o Cuaderno de Madrid (1795-97), donde las mujeres siguen siendo las protagonistas de sus pinceles. Las páginas iniciales de este cuaderno, formado por 90 dibujos, mantienen una misma línea formal y conceptual con majas de paseo, celestinas, galanes pero ya aparecen las riñas, los celos y acompañantes como alcahuetas, rivales y puteros para seguir poniendo el foco en explotación sexual. Se atisban fondos más oscuros para generar inquietud e imágenes explícitas. Es la forma con la que Goya quiere dejar clara la concepción de la mujer como mercancía y las consecuencias de esta actividad.

Sin embargo, a partir de la página 55, el cuaderno se torna más desasosegante, a través de sus primeros personajes caricaturescos, de las brujas y de los primeros títulos, composiciones que después estarán presentes en los Caprichos y Sueños. "A partir de ese momento nos encontramos con numerosos rostros que si a primera vista resultan graciosos, en una mirada más profunda devienen expresión de la degeneración moral, indisolublemente asociada a la fealdad física. La sátira va a ser utilizada por Goya como instrumento para la crítica", razonan los autores en el catálogo.

Piénsalo bien

de Francisco de Goya




Cuaderno C, hoja 25

Pincel y aguadas de tinta de hollín y parda clara con leves trazos de lápiz negro, sobre papel verjurado, 206 x 143 mm.

1808-14

Madrid, Museo Nacional del Prado

 


Una de las joyas de la exposición del Prado, con permiso del Cuaderno italiano que es el único que se conserva íntegro, es el Cuaderno C (1808-14). El museo conserva 120 de los 126 dibujos conocidos, que se exponen por primera vez en conjunto, algunos también centrados en la mujer como es el caso de La huevera (1808-14), en el que muestra a una joven empoderada y triunfante, o Piénsalo bien (1808-14) que, al igual que en los Desastres de la guerra, la mujer sale del cortejo y el ámbito doméstico y adopta actitudes raramente representadas en la época. "El artista dio a las mujeres una dimensión de libertad y poder de decisión que no había aparecido en el arte hasta entonces", razonan Matilla y Mena. Ese mismo rol le otorga en su último Cuadernos de Burdeos, G y H (1824-28) en dibujos como Pastora pensativa (1824-28).

Otro de los grandes temas de Goya fue la vejez y en el Cuaderno de viejas y brujas o D (1819-1823) la mujer también tiene un protagonismo esencial en ambos aspectos. La diferencia es que las brujas, que ya había descubierto en los Caprichos, ahora son seres reales, sin deformar. Es el caso, por ejemplo, de Estropeada codiciosa (1819-23) donde el aragonés retrata el vicio de la avaricia encarnado en una mujer ajada que cuenta unas monedas indicando que podría ser una vieja celestina. La misma figura protagoniza No se levantará, que no acabe sus devociones (1819-23) que, besando su rosario, presenta señalando su hipocresía. "Las viejas celestinas acudían a la iglesia con la intención de captar nuevas jóvenes para la prostitución, atraer a la clientela y, al mismo tiempo, lograr la confianza de los incautos fieles con su fingida devoción. Goya aclara con su título que solo rezará hasta conseguir lo que pretende", reflexionan los comisarios.

Goya se sirvió de las brujas para denunciar la ignorancia de la época y la maldad humana. Basta con ver series como Sueños y dibujos como Ensayo de brujas primerizas de primer vuelo, y con temor se prueban para trabajar (1797) con ese macho cabrío dominante y ese conjunto de mujeres desnudas que, según los comentarios contemporáneos, están aprendiendo el adulterio, o Sueño de brujas consumadas (1897), en el que la bruja domina a los niños para denunciar, bajo el disfraz de la brujería, la pedofília.

Aparte de este paseo cronológico por los cuadernos del pintor aragonés, la exposición del Museo del Prado se detienen en el tema de la violencia contra la mujer a través de dibujos de jóvenes, a menudo desnudas, en situaciones que demuestran su cosificación. Es el caso de Joven estirándose la media o Joven de espaldas levantando los brazos (ambos del Cuaderno de Sanlúcar (A), 1794-95), donde su actitud aparentemente rutinaria esconde la amarga condición de la mujer obligada a prostituirse, devaluada como un mero objeto para uso de los hombres.

También critica los matrimonios de conveniencia en obras como Sacrificio de interés (Sueños, 1797) y la violencia machista en dibujos como Lucha conyugal (Cuaderno F, 1812-20), donde, dicen los comisarios, "las luces y sombras de los cuerpos, cubiertos con camisones, y el orinal volcado en primer plano, contribuyen al movimiento de la lucha, situada en la sombría atmósfera de un dormitorio, mientras que la brutalidad del hombre se refleja claramente en su rostro". También lo hace en Mal marido (Cuaderno de Burdeos (G), 1824-28), que alude a aquellos hombres que suponen una pesada carga para sus mujeres, a las que además maltratan con violencia. "Goya enfatiza el sentido del dibujo mediante el contraste entre el rostro agresivo del marido y el resignado de la esposa. El resultado es una visión pesimista sobre la institución del matrimonio, que el artista criticó frecuentemente", afirman Matilla y Mena.

Lucha conyugal

de Francisco de Goya

Cuaderno F, hoja 18

Pincel y aguada de tinta ferrogálica sobre papel verjurado, 207 x 145 mm.

1812-20

Madrid, Museo Nacional del Prado

Con esta parte de la exposición el Museo del Prado ha querido seguir poniendo el acento en el papel de la mujer y, en este caso, subraya cómo la mirada de Goya fue crítica y nada ambigua hacia el rol de la mujer de su tiempo porque, como demuestran estos dibujos, el pintor toma partido. Habrá más mujeres protagonistas de las salas de la pinacoteca nacional porque a partir del 31 de marzo se inaugurará la exposición Invitadas, un paso más en la recuperación de la mujer en la pintura que ya se inició con la pasada muestra Historia de dos pintoras, dedicada a Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. En esta ocasión se abordará el papel de la mujer en el sistema español del siglo XIX y los primeros años del XX mostrando, por un lado, cómo su imagen estuvo supeditada al talento masculino que el Estado legitimó mediante premios, exposiciones y museos y, por otro, se mostrarán las obras plásticas más importantes producidas por mujeres en la centuria pasada en una España que las relegó a un papel subsidiario.

MÁS INFORMACIÓN

«Goya. Dibujos. Solo la voluntad me sobra». Salas A y B. Edificio Jerónimos. Hasta el 16 de febrero de 2020

La compra de entradas para la exposición puede efectuarse por internet o en las taquillas del Museo al precio de 15 euros (reducida o gratuita, conforme a las condiciones establecidas). Para garantizar el mantenimiento de un nivel de aforo regular durante todo su horario de apertura, es imprescindible la selección de Pase Horario para visitar «Solo la voluntad me sobra. Dibujos de Goya» en el momento de la adquisición de la entrada, que también permite la visita a la colección permanente y a las exposiciones temporales coincidentes con su calendario de apertura. De lunes a sábado de 18.00 a 20.00 horas, y domingos y festivos de 17.00 a 19.00 horas, todos los visitantes que quieran acceder a la exposición podrán beneficiarse de una reducción en el precio de la entrada individual que les corresponda.

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS

Claves

Charlas en el auditorio para facilitar al público la visita autónoma a la exposición. Jueves a las 11.00 y 17.00 h. Del 21 de noviembre al 13 de febrero. Actividad gratuita para los visitantes con entrada al Museo.

Cuaderno de viaje

Taller de scrapbooking e ilustración para adultos por las salas del Museo. El Prado se convierte en un espacio para ser explorado a modo de viaje, de relato y de mapa de ideas. Enero y febrero. Necesaria inscripción previa en www.museodelprado.es

Más información en www.museodelprado.es

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