La importancia del fútbol base femenino: así se llega a la élite
Montse Quesada ejemplifica el éxito del proyecto formativo del CF Damm, iniciativa de la empresa cervecera de mismo nombre. Capitana del conjunto que ganó Liga y Copa, ha fichado por el Espanyol y ya entrena con el primer equipo
El 9 de junio de 2019 se disputaba la final de la Copa Catalunya femenina en categoría juvenil. El CF Damm y el FC Barcelona habían empatado a dos goles. El título se decidiría en la tanda de penaltis. Un desenlace donde la mayoría de los ojos se posan sobre las porteras. Allí estaba Montse Quesada, la capitana de la Damm, dispuesta a superar la presión y ser decisiva. “Creo que la sensación de saber que has hecho bien el trabajo y que has cumplido todos los objetivos de la temporada es la mayor satisfacción. Todavía miro las fotos y el vídeo de la tanda de penaltis y se me pone la piel de gallina. Fue un momento increíble y la mejor despedida posible”, rememora la portera.
En la batalla de los once metros, Montse Quesada se agigantó. Detuvo un penalti en la muerte súbita y, no contenta con eso, tomó la responsabilidad de ejecutar el lanzamiento definitivo. Gol y Copa. Sorprende la naturalidad con la que evoca esa secuencia: “Sinceramente fue como si se hubieran paralizado mis emociones. No recuerdo que estuviese nerviosa ni nada por el estilo. Sabía que ese penalti iba a ir dentro. Tenía la confianza de todo mi equipo y eso me bastó para empujar la pelota hacia la red”.
Montse personifica a la perfección el trabajo del club estos últimos años. Nacida en 2001, llegó a la Damm hace tres temporadas, procedente de las categorías inferiores del Barça. Su rendimiento bajo palos y su carácter dentro y fuera del campo llamaron la atención del Espanyol. Para esta temporada, todavía en categoría juvenil, se ha incorporado al conjunto B del club barcelonés. Con solo 18 años, ha completado varios entrenamientos con el primer equipo y ha sido convocada para algunos partidos de la Primera Iberdrola.
La gestación de un club de referencia
“La formación deportiva y humana a través de la práctica del fútbol y el apoyo al deporte base constituye uno de los principales pilares de la Fundación Damm” Demetrio Carceller Arce, presidente ejecutivo de Damm y presidente de la Fundación Damm
En 1954, un grupo de trabajadores de la compañía cervecera fundó el CF Damm. No tenían ánimo de lucro ni afán de promocionar la marca. El objetivo era educar a la juventud a través de la práctica de su deporte preferido. Ese año se formó el primer equipo juvenil federado con el nombre de la empresa. Después vendrían muchos más en las diferentes categorías de formación. En 2014, en respuesta a la propuesta de Demetrio Carceller Arce -presidente ejecutivo de Damm y presidente de la Fundación- se creó el equipo femenino. Nació con las mismas condiciones que el Juvenil A (el conjunto masculino con la categoría más alta). Una apuesta decidida desde la presidencia que ha ido a más durante estos años. “La formación deportiva y humana a través de la práctica del fútbol y el apoyo al deporte base constituye uno de los principales pilares de la Fundación Damm. Considerado una referencia a nivel estatal, la Damm acoge cada año a más de 250 jóvenes, que se forman a través del deporte en valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo y el respeto”.
“La Damm ha evolucionado y cada vez ha dado más protagonismo al fútbol femenino”, asegura Montse. “Es uno de los clubes en los que existe más igualdad real entre los equipos masculino y femenino”.
Los inicios siempre son complejos, pero la trayectoria y el método de trabajo del CF Damm en las diferentes categorías masculinas eran el mejor aval (casi 150 jugadores, 32 este año, han salido de la Damm para reforzar a clubes profesionales en los seis últimos cursos). Por ello, muchas jugadoras quisieron formar parte de la entidad desde el principio.
“Este es un club que tiene una forma distinta de enseñar y ayudar a sus jugadores a mejorar. No se centra tanto en la competitividad como en el compañerismo que debe existir en un vestuario”, recalca Quesada.
En solo cinco años, los primeros títulos
Además del sello formativo de la Damm, la presencia de exjugadoras profesionales en el cuerpo técnico del nuevo club ejerció de imán para las jóvenes promesas. En su primera temporada (2014/15), el cuadro femenino compitió en Segunda División Juvenil. A los mandos estaban Aída García (exfutbolista de FC Barcelona, Levante las Planas y Espanyol) y Natalia Astrain (exseleccionadora española sub-18, exentrenadora del primer equipo del FC Barcelona, coordinadora de la sección femenina del Barça y profesora de la Escuela de Entrenadores de la Federación Catalana de Fútbol).
Los éxitos del equipo femenino del CF Damm no se hicieron esperar. Ganó el campeonato de Segunda División ese curso. La temporada 2015/16, ya en Primera, el club acabó en tercera posición. Solo FC Barcelona y Espanyol quedaron por encima en la máxima categoría del fútbol juvenil. En la 2016/17, con Juliana García como nueva entrenadora, la Damm subió un peldaño más. Fueron subcampeones ligueros, y el Barcelona ya no parecía inabordable para una entidad en crecimiento constante.

El pasado 9 de junio el CF Damm y el FC Barcelona se disputaron la final de la Copa Catalunya femenina en categoría juvenil. Partido en el que la portera se alzo como figura decisiva en la tanda de penaltis.
Tras otra temporada notable –en la que se llegó a semifinales de Copa-, las pupilas de Juliana García dieron el último salto en el curso 2018/19. Marcaron el ritmo de la Liga con un juego ofensivo –una victoria en campo del FC Barcelona en la penúltima jornada fue decisiva- y se coronaron en el último choque. Se proclamaron campeonas por primera vez y lo hicieron con unos números espectaculares: 31 triunfos, dos empates y una sola derrota, con 134 goles a favor. Puestas a hacer historia, mejor hacerlo a lo grande.
Y puestas a hacer historia a lo grande, mejor por partida doble. En la Copa Catalunya la Damm arrasó en semifinales al Reus (7-1) y se midió en el partido decisivo al FC Barcelona. Una vez más, el cuadro azulgrana comparecía como el principal obstáculo para tocar la gloria. El título copero se decidiría en la tanda de penaltis tras el 2-2 con el que concluyó el duelo. Ahí llegó el gran momento de Montse. Su intervención y su disparo que encontró la red y certificó un doblete mágico.
La huella de la Damm en Montse
“El paso por la Damm ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Me he llevado muchas amistades, muchas victorias y, por encima de todo, mucho aprendizaje”. Montse expresa con claridad el agradecimiento por la experiencia vivida en el club barcelonés. Una etapa coronada por un doblete inolvidable.
Campeonas de Liga y Copa, en ambos casos superando al Barcelona. Difícil soñar con algo mejor cuando la Damm comenzó su travesía, allá por 2014. En este tiempo, el equipo femenino ha forjado una identidad en consonancia con el modelo de trabajo del club: formación deportiva, humana y académica. Un modelo integral para que sus miembros construyan un buen futuro, dentro y fuera del campo.
“La Damm es un club que trabaja muy bien, que tiene un trato ‘de 10’ para sus jugadoras y los integrantes del cuerpo técnico. Siempre nos han intentado enseñar, por encima de todo, que antes de ser jugadoras de fútbol somos personas; que si alguien falla todas estamos detrás para animar. Esta actitud creo que ha sido la que nos ha llevado a lo más alto”, resume Montse. Ella tiene claro de dónde viene, y en quién tiene que fijarse para crecer y seguir cumpliendo sueños: “Mis referentes son los dos porteros del FC Barcelona, Ter Stegen y Sandra Paños, y Esther Sullastres, la portera del Deportivo”. Modelos que denotan una ambición potenciada por la capacidad de trabajo y la humildad, marcas de la casa del club donde se ha formado. Todo suma para que el sueño de Montse continúe.