No olvides tus ojos: gimnasia ocular para prevenir la ceguera
El cuidado ocular y la consulta periódica al oftalmólogo son claves para la prevención y el diagnóstico temprano de patologías que pueden acabar en ceguera como el glaucoma o la retinopatía diabética

La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es la primera causa de ceguera legal y de discapacidad visual severa entre las personas mayores de 50 años en el mundo occidental. Se trata de una enfermedad crónica del ojo que constituye una de las principales causas de pérdida de capacidad visual grave y se prevé que afecte a 196 millones de personas en todo el mundo en 2020. A día de hoy, se calcula que 300.000 españolas la padecen y la mitad no lo sabe.
Para tratar esta patología, que se origina por el daño progresivo de la mácula (la zona central de la retina) provocando un deterioro de las células y del epitelio pigmentario de la retina, en los últimos años se han producido grandes avances en su diagnóstico, tratamiento y abordaje. “Actualmente, disponemos de herramientas que en poco tiempo nos informan del estado de la retina, así como otros elementos especialmente sensibles para detectar estos problemas. Además, tenemos tratamientos terapéuticos que inyectados intraocularmente consiguen detener la progresión y mejorar su pronóstico”, explica Jacinto Zulueta, presidente de la Asociación Mácula Retina.
El glaucoma, por su parte, afecta a más de 60 millones de personas de entre 40 y 80 años en todo el mundo. En España, esta enfermedad ocular es la principal causa de ceguera prevenible e irreversible, pero la mitad de quienes la sufren no lo saben. La patología, padecida por aproximadamente un millón de españoles, daña el nervio óptico –el encargado de llevar la información del ojo al cerebro– y es degenerativa. Según datos de la Sociedad Española de Glaucoma (SEG), en los países industrializados, alrededor del 50% de los casos no están diagnosticados.

Al no presentar síntomas visuales evidentes ni dolor hasta que llega a un estado avanzado, la mayoría de los pacientes de estas enfermedades oculares no saben que las sufren. En el caso de la DMAE, la edad, el tabaco, la hipertensión y la predisposición genética son los principales factores de riesgos aunque patología está ligada al envejecimiento. El glaucoma, por su parte, puede estar causada por el aumento de la presión intraocular, la diabetes, lesiones en el ojo por traumatismos severos o factores hereditarios. En ambos casos es fundamental realizarse revisiones periódicas en el oftalmólogo porque una detección precoz permite minimizar sus síntomas, retrasar su evolución y reducir la probabilidad de que derive en una discapacidad visual irreversible.
Según Miguel Ángel Teus-Guezala, catedrático de Oftalmología y jefe de Servicio del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, “para cuidar la salud ocular es conveniente proteger los ojos de la radiación ultravioleta extrema mediante el uso de gafas de sol y, sobre todo, en el caso de las personas mayores, es recomendable que sigan una dieta nutricional variada y rica en vitaminas antioxidantes y que realicen revisiones periódicas para detectar a tiempo cualquier cambio visual importante”. Esto último, aunque parezca obvio, no siempre se tiene en cuenta y es indispensable.

En esa línea trabaja la campaña #ActivaTuMirada. Presentada en el marco del pasado Día Mundial de la Visión (celebrado el 11 de octubre), se trata de una acción informativa con la que Novartis busca fomentar el conocimiento sobre las principales afecciones oculares y concienciar sobre la importancia del cuidado ocular para mejorar su prevención, diagnóstico y abordaje, mediante la consulta periódica al oftalmólogo. Y es que prevenir la aparición de ceguera es posible adoptando un rol activo ante cualquier afección ocular.
La DMAE es una de las principales causas de pérdida de capacidad visual grave entre las personas mayores de 50 años.
Esta necesidad de exámenes oculares se da en la DMAE, el glaucoma o la retinopatía diabética, una complicación ocular que está causada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina. Esta dolencia afecta fundamentalmente a las personas con diabetes y suele aparecer en plena edad laboral, lo que aísla y aparta al paciente del mundo profesional. No en vano, transcurridos 20 años, aparece en el 98% de los pacientes con Diabetes Mellitus Tipo 1 o juvenil y en el 60% de los afectados por la Diabetes Mellitus Tipo 2 o del adulto. Entre las causas, además de padecer diabetes, también se encuentran el tener el colesterol alto, fumar, tener obesidad o no hacer ejercicio físico. La visita al oftalmólogo es clave de nuevo para un tratamiento temprano que conseguiría incluso frenar la pérdida de visión.

Pero no sólo es necesario acudir a un especialista regularmente para prevenir enfermedades que provocan la pérdida gradual e irreversible de la visión. También es recomendable para atajar problemas más comunes como la sequedad ocular, que produce molestias, alteraciones visuales e inestabilidad de las capas externas del ojo y conlleva un daño potencial sobre la superficie del órgano visual.
Resumiendo, para mantener una buena salud ocular en general es necesario llevar un estilo de vida saludable. Hay que cuidar la alimentación –minimizando la comida basura y asegurándose una buena ingestión de vitaminas con frutas y verduras–; evitar la exposición prolongada a pantallas y humedecer los ojos con frecuencia si pasamos muchas horas frente al ordenador o el teléfono móvil; mantener gafas y lentillas limpias y en buen estado; pero, sobre todo, visitar al especialista regularmente para actualizar nuestra situación ocular.
Así puedes ejercitar la vista
Eso sin olvidar seis ejercicios prácticos ejercicios encaminados al cuidado y protección del ojo que podemos hacer en cualquier sitio y a cualquier hora: