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Ilustración de un T. rex alimentándose. Mark Witton
El tiranosaurio rex sufre una crisis de identidad
Ciencia | Paleontología

El tiranosaurio rex sufre una crisis de identidad

La comunidad de paleontólogos no se pone de acuerdo sobre si los restos del animal extinto pertenecen a una sola especie o no

Miércoles, 27 de julio 2022, 23:07

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¿Es una especie o son tres? A principios de este año, un equipo de científicos analizó los huesos de las piernas y los dientes de 38 especímenes de Tyrannosaurus Rex (T. rex) y publicó un estudio en la revista Evolutionary Biology en el que argumentaba que los fósiles clasificados asociados a esa especie deberían reclasificarse, al pertenecer realmente a tres especies distintas. Su sugerencia era que, además del T. rex estándar, los especímenes más grandes deberían atribuirse a una nueva especie llamada T. imperator, y los más pequeños y delgados a otra que denominaron T. reina. Actualmente, el T. Rex es la única especie reconocida en el género Tyrannosaurus, por lo que la afirmación causó un gran revuelo entre la comunidad científica y abrió el debate. Un nuevo estudio, dirigido por paleontólogos del Museo Americano de Historia Natural (Nueva York) y el Carthage College (Wisconsin), y publicado en esa misma revista, ha refutado la provocativa propuesta, al considerar que carece de evidencia suficiente.

«Recientemente, se anunció una teoría audaz a bombo y platillo: lo que llamamos T. rex se dividía, en realidad, en tres especies. Es cierto que los fósiles que tenemos varían en tamaño y forma pero, como mostramos en nuestro nuevo estudio, esa variación es menor y no se puede usar para separar claramente los fósiles en grupos bien definidos. Basándonos en toda la evidencia fósil que tenemos actualmente, T. rex destaca como el único depredador gigante del ápice del final de la Era de los Dinosaurios en América del Norte«, ha dicho el coautor del estudio Steve Brusatte, paleontólogo de la Universidad de Edimburgo, que realizó su trabajo de doctorado en el museo neoyorkino.

El artículo original afirmaba que la variación en el tamaño del segundo diente en la mandíbula inferior y la robustez del fémur indicaban la presencia de múltiples especies. Para argumentar su refutación, los investigadores del nuevo estudio revisaron los datos presentados en el estudio original y analizaron también las diferencias existentes entre los fémures de 112 especies de aves vivas, los parientes actuales más cercanos del T. rex. Los autores no pudieron replicar los hallazgos de los dientes y obtuvieron diferentes resultados en las mediciones de las mismas muestras, por lo que opinan que el argumento a favor de tres especies de T.rex se basa en una muestra comparativa limitada, mediciones no comparables y técnicas estadísticas inadecuadas.

Es fácil caer en el error

Determinar las diferencias entre animales que se extinguieron hace mucho tiempo es un gran desafío para los paleontólogos, especialmente por la falta de muestras de ADN para analizar. Lo único de lo que disponen son fósiles, y no muchos, por lo que detectar las variables entre unas y otras especies es complejo y puede llevar a error fácilmente. «Los límites incluso de las especies vivas son muy difíciles de definir: por ejemplo, los zoólogos no están totalmente de acuerdo sobre la cantidad de especies vivas de jirafas que existen», ha dicho el coautor Thomas Holtz, de la Universidad de Maryland y del Museo Nacional de Historia Natural. «Esto se vuelve mucho más complejo cuando las especies involucradas son antiguas y solo se conocen a partir de un número bastante pequeño de especímenes». Y eso sin tener en cuenta otras posibles fuentes de variación posibles entre individuos de una misma especie, como cambios en su crecimiento, la influencia del lugar en el que viven o el sexo.

Ejemplar de la exposición temporal del Museo T. rex: The Ultimate Predator, que se exhibió entre 2019 y 2021 en el Museo Americano de Historia Natural.
Ejemplar de la exposición temporal del Museo T. rex: The Ultimate Predator, que se exhibió entre 2019 y 2021 en el Museo Americano de Historia Natural. D. Finnin/AMNH

De hecho, uno de los aspectos con el que los autores del nuevo estudio se muestran en desacuerdo respecto al artículo original es que los investigadores compararon las diferencias entre especímenes individuales de Tyrannosaurus con las de varios esqueletos de Allosaurus, un dinosaurio terópodo que vivió en el periodo Jurásico, millones de años antes del T-rex. En su opinión, esta comparación es «engañosa» porque los fósiles de Allosaurus provienen de un solo yacimiento en Utah, mientras que los fósiles de Tyrannosaurus están dispersos en varios sitios y estos animales vivieron más tiempo, por lo que es de esperar que existan más diferencias regionales y temporales en el conjunto de datos que se tienen del T. rex.

Además, denuncian que en el artículo original se determinó la cantidad de especies que se esperaba encontrar antes de realizar las pruebas, lo que «no es útil para probar la hipótesis», dicen. «Nuestro estudio muestra que los análisis estadísticos rigurosos que se basan en nuestro conocimiento de los animales vivos es la mejor manera de aclarar los límites de las especies extintas. En términos prácticos, el modelo de las tres especies está tan mal definido que no se pueden identificar muchos especímenes. Esa es una advertencia clara de que se trata de una hipótesis que no se corresponde con el mundo real», sentencia el coautor principal Thomas Carr, de Carthage College.

«Hay una buena posibilidad de que haya más de una especie de Tyrannosaurus, pero necesitamos pruebas más sólidas»

David Hone

Investigador de la Universidad de Mary

Por ello consideran que no es la mejor explicación sobre este animal extinto. «T. rex es una especie icónica e increíblemente importante, tanto para la investigación paleontológica como para divulgar la ciencia al público, por lo que es importante que lo hagamos bien. Todavía hay una buena posibilidad de que haya más de una especie de Tyrannosaurus por ahí, pero necesitamos pruebas sólidas para tomar ese tipo de decisión», dijo el coautor David Hone, de la Universidad Queen Mary de Londres.

Los autores del primer artículo sabían que su afirmación generaría controversia en la comunidad de paleontólogos, así que ya están elaborando un nuevo artículo que amplíe la evidencia sobre las tres especies de T. rex, lo que alargará el debate en el tiempo.

Tiranosaurio rex desde 1905

Desde que recibió su nombre en 1905, el dinosaurio más estudiado del mundo ha mantenido su apodo. Se trata de una especie que vivió hace unos 66 o 68 millones de años, en lo que ahora es el lado occidental de América del Norte. Podía alcanzar hasta 12 metros de largo y 4 de alto. Era carnívoro (tenía una de las mordeduras más fuertes del reino animal) y compartía características similares a las de las aves actuales. Actualmente hay recolectadas más de 50 especímenes fosilizados de T. rex.

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