Tres timoneles para manejar la crisis sanitaria en el archipiélago

Teresa Cruz fue la que capitaneó el departamento del Gobierno regional cuando sonaron las alarmas el 31 de enero de 2020, día en el que se confirmó en La Gomera el primer caso de coronavirus de España. A ella le tocó dirigir el primer aislamiento masivo realizado en el país, el confinamiento del hotel H10 Costa Adeje, en Tenerife. Al poco tiempo, el 25 de marzo, fue relevada por el presidente del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres. Ese día el virus ya había causado 24 muertes y 784 contagios confirmados en las islas.

El cese de Cruz llevó aparejada la salida de la dirección del Servicio Canario de Salud (SCS) de Blanca Méndez.

De forma provisional, Julio Pérez y Antonio Olivera asumieron la Consejería de Sanidad y el SCS, respectivamente. Dotar de protección a los sanitarios y comprar pruebas diagnósticas fue su principal reto.

El 18 de junio fue nombrado como consejero Blas Trujillo, quien puso a Alberto Pazos al frente del SCS. Este fue relevado en el cargo el 4 de septiembre por Conrado Domínguez, cuyo nombramiento provocó ciertas turbulencias políticas al haber dirigido el SCS en el anterior gobierno de Coalición Canaria.