La solución del Estado al caos migratorio: 7.000 plazas en casetas en el archipiélago

La solución de emergencia que el Gobierno central ha diseñado para hacer frente a la crisis migratoria que vive Canarias pasa por instalar casetas con capacidad para 7.000 personas, la mayoría en el exterior de las instalaciones militares cedidas por Defensa y el Colegio León, además de una nave cedida por Bankia. Con esta actuación en la que ya se trabaja en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, explicó ayer el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, se espera poder desalojar antes de fin de año los 17 hoteles que alojan inmigrantes en el sur de la isla.

Además de esta salida de emergencia y «transitoria», el Ministerio trabaja en paralelo para ubicar esas plazas en «edificios» en estas mismas instalaciones. La nave de Bankia, con capacidad para 550 personas, será la primera instalación en estar disponible, a principios de diciembre. Escrivá reconoció que «es claro que podíamos haber llegado antes o tener más capacidad de anticipación, pero hay que mirar hacia adelante». Este plan se financiará con recursos europeos -43 millones de los fondos Ema y otra parte de una partida 41 millones del plan de recuperación de la Unión-.

En cuanto al muelle de Arguineguín, cuyo desmantelamiento es un «objetivo principal» para el Gobierno de Canarias, el titular de Migraciones dijo que no hay previsión. Será «lo más rápido posible». Ayer continuaba en este espacio 1.300 personas, después de que en los últimos días hayan salido 340 inmigrantes para el campamento de Barranco Seco, y en torno a 300 a recursos alojativos, además de los 227 que fueron liberados del muelle el pasado martes.

El ministro -que compareció en la Delegación del Gobierno acompañado del presidente canario, Ángel Víctor Torres, y la secretaria de Estado de Migraciones, Hana Jalloul, detalló que sólo un 10% de las 18.300 personas que han llegado hasta este momento responde a las características de vulnerabilidad o protección internacional para ser derivados a la península con los criterios de acogida de su Ministerio. Migraciones está «ayudando en lo posible para interpretar nuestro mandato de la forma más flexible posible», dijo.

El 90% restante no responde a esas condiciones y son «retornables» a sus países de origen. En este sentido, confía en que se puedan reactivar los acuerdos de repatriación, sobre todo con Marruecos -donde ayer estaba el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska-, Mauritania o Senegal. Apuntó asimismo que el repunte de llegadas a la península también ha ido tensionando la capacidad de acogida y se trabaja con distintas comunidades autónomas y ayuntamientos que tienen recursos para recibir inmigrantes. A este respecto, puntualizó además que los centros de acogida de su departamento «son abiertos» porque los inmigrantes que acceden a estos espacios «son libres».

Anunció asimismo que Canarias contará con un centro de coordinación permanente que trabajará desde las islas con personal estable y en coordinación con la Delegación del Gobierno que podría estar funcionando en 15 días.

La mayoría de las plazas de emergencia -diseñadas para una primera fase- y las estables en la segunda etapa del plan se encuentran en instalaciones militares que Migraciones llevaba «pidiendo al Ministerio de Defensa desde el mes de marzo». En la primera fase, el plan Canarias contará en Gran Canaria con 300 plazas en carpas exteriores en el Colegio León; 650 plazas también en el exterior del cuartel Canarias 50 en La Isleta; 550 plazas en la nave cedida por Bankia y 500 plazas en Barranco Seco -donde Interior ya cuenta con el centro de filiación al que esta semana se han enviado 340 personas-. En Tenerife, dispondrá de 1.800 plazas en diez edificios de Las Canteras y 1.450 tanto en carpas exteriores como en interior en Las Raíces. En Fuerteventura, Interior ha cedido a Migraciones, por tres años, terrenos en El Matorral y las primeras carpas tendrán cabida para 700 inmigrantes.