La terminal interinsular ganará en 2022 más espacio en la zona del embarque

El desmonte de estos baños, no obstante, no será factible en tanto antes no se construyan unos nuevos aseos, en un espacio cercano a los punto de control de acceso, casi colindante a la sala de exposiciones que mantiene el gran mural que César Manrique hizo sobre la pared. Se aprovechará lo que ahora se usa como zona de almacenamiento. Ya se ha sacado a concurso público la iniciativa, dotada con cerca de 418.000 euros. En condiciones normales, las faenas deberán salir en un plazo de nueve meses.

La T2 tiene nuevo firme en el acceso viario, con nueva señalización horizontal sobre la calzada. Y en el interior del edificio hay nuevos paneles informativos, abundantes elementos para hacer frente al coronavirus y una nueva distribución de los espacios, destacando la circunstancia de que la cafetería central ha quedado integrada en la zona en exclusiva para los viajeros, cuando antes estaba en la parte general. Abundan las cristaleras.

Atendiendo a criterios aportados por los equipos de ingeniería consultados para la reforma, el edificio ofrece salas de amplia capacidad, sin apenas obstáculos, para así permitir distancias mínimas de seguridad sanitaria entre los viajeros y posibles acompañantes. Además, abundan los útiles para reforzar la higiene.

Sirva decir que entre las dos terminales se han instalado, para hacer frente a la pandemia, 72 pantallas protectoras, 51 dispensadores de gel y 235 grifos sin contacto, entre otros elementos.