

Secciones
Servicios
Destacamos
Lourdes Bermejo y Arrecife
Jueves, 4 de octubre 2018, 10:37
—Aunque se ha formado en varias ramas artísticas, como formación para profesorado, teatro musical (con Coco Comin), marionetas, pantomima o teatro textual, se siente cercano a la danza.
—Desde que me licencié en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga en 2011, picoteé de todos estos géneros por mi trabajo en animación turística, que me trajo en temporadas largas a Lanzarote y obliga a esar cuatro o cinco horas diarias en un escenario. Pero decidí que quería profesionalizarme, abandoné la animación y me especialicé en interpretación gestual, que incluye danza y movimiento.
—Y se estableció como profesional de la escena ¿Qué tejido artístico encontró en la isla?
—Sinceramente, un auténtico fenómeno de artes escénicas, musica, danza, teatro, pero me sorprendió muchísimo la falta de visibilidad de toda esta actividad. Con todo respeto, vas por la calle diariamente y ves a los niños entrenando en canchas de fútbol, pero no se conoce a los grupos de teatro que proliferan en todos los núcleos, por pequeños que sean. Pienso que ver teatro crea afición, así que me animé a poner mi grano de arena y propuse cursos y talleres, primero a las instituciones. Costó que salieran adelante, pero el resultado fue muy positivo. En 2017 creé la compañía profesional Cuerpo Teatro, que puso en escena ese año el espactáculo familiar Semillas, junto a Israel Curbelo, un músico impresionante. Asimismo, con el grupo de alumnos de Cúrcuma representamos la obra Ceguera, una versión que realicé sobre la obra de Saramago. Estaba pensando en otra idea y, cuando pasé porA Casa lo ví claro. Creo que no se da mucha difusión al acontecimiento cultural que ha supuesto la presencia del premio Nobel en Lanzarote.
—Háblenos del proyecto de festival de teatro escolar, este curso.
—Está auspiciado por el área de Cultura del Cabildo y, en esta primera edición englobará a los primeros ocho centros que se inscriban hasta el 19 de octubre. Hasta ahora, la mayoría de interesados son institutos. Tendrá tres fases, una formación a los docentes, el asesoramiento continuo durante el curso de la actividad en cada centro y, finalmente, la representación de las obras en El Salinero, lo que posibilita un público de 4.700 alumnos. Será también una escuela de espectadores, un acceso directo al poder transformador del teatro.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Lourdes Bermejo. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.