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La preocupación se dibuja en el rostro de la alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García. GERARDO OJEDA/COBER SERVICIOS AUDIOVISUALES
Noelia García: «La tarea no es asfaltar una calle, sino ofrecer un futuro»

Noelia García: «La tarea no es asfaltar una calle, sino ofrecer un futuro»

El volcán ha dado un vuelco a su vida, como a la de todos los llanenses. La alcaldesa del municipio más afectado por la erupción acopia fuerzas para ayudar a sus vecinos

Carmen Delia Aranda

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 28 de noviembre 2021, 01:00

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Noelia García nunca imaginó que la Alcaldía de Los Llanos iba a exigirle tanto. Sin embargo, la psicóloga afronta serena los retos que le depara un futuro incierto gobernado por la implacable fuerza de la naturaleza.

-Usted es la alcaldesa del municipio más afectado por el volcán. Tras dos meses, ¿qué es lo que más le preocupa y ocupa?

- Está siendo bastante complicado porque nos preocupa, sobre todo, la situación que están viviendo las personas que no solo han perdido sus viviendas, sino que han sido desalojadas. Nos preocupa la incertidumbre de no saber cuándo va a acabar la erupción y qué más terreno puede ocupar. Ahora mismo nos preocupa mucho la situación de las cenizas en tejados y viviendas por la amenaza de la lluvia.

LAS FRASESDESAFÍO«Después del covid, la naturaleza nos demuestra que todo puede ser peor siempre»CARGA«Es una responsabilidad absoluta. no solo como política, sino a nivel personal»

-¿Cómo están los llanenses después de dos meses aguantando, en el mejor de los casos, rugidos, cenizas, y en el peor, desalojos y la pérdida de sus bienes?

-No todos están igual. Las personas asumimos de forma diferente estas circusntancias. Hay quienes han perdido todo; su vivienda y su modo vida; otros perdieron sus segundas o terceras viviendas, otros sus fincas o sus instalaciones turísticas. El modo en que encajan esta situación es muy diferente. Hay personas que perdieron sus viviendas hace dos meses y otras están perdiendo sus fincas ahora. Unificar circunstancias particulares es difícil, pero en todos existe una preocupación absoluta por el futuro; saber qué va a pasar y dónde se van a realojar. Son preguntas que están en la mente de todos.

-¿Pesa mucho la responsabilidad de esperanzar a los 5.000 desalojados de su municipio? ¿cómo lo está sobrellevando?

- La verdad es que es una responsabilidad absoluta, no solo política sino personal. Somos vecinos, nos conocemos todos. Es enorme la responsabilidad que comparto conjuntamente con otras administraciones. Tenemos que dar respuesta a los vecinos. Las expectativas son altas. La gente quiere tener lo que tenía y eso es muy díficil de lograr, pero el mayor reto político en los últimos años en Canarias y en España es dar respuesta a los ciudadanos afectados por el volcán. Quizá como alcaldesa y vecina tengo una doble responsabilidad. No estamos hablando de pensar en asfaltar una calle, poner una farola o hacer una plaza nueva, porque estamos hablando de las expectativas de futuro de las personas que quieren seguir viviendo en este municipio. Irnos a la cama con esta carga emocional no es fácil. Hay que tener la cabeza fría para gestionar el presente pero también para planificar el futuro y que todos podamos ver oportunidades en él.

-¿Se ha sentido apoyada por todas las administraciones y colores políticos?

- Si algo ha tenido de vital esta emergencia es que sobrepasa la capacidad del ayuntamiento, del Cabildo y del Gobierno de Canarias y tenemos un país que no ha dejado de mirarnos. No solo sus ciudadanos sino las instituciones. También desde múltiples ayuntamientos de toda España y desde el Gobierno de España. Que exista esa unidad no significa que dejemos de exigir lo que es importante para nuestros vecinos. En eso tenemos que tener también unidad. Es verdad que la burocracia y los procedimientos a veces nos comen. Tenemos que pensar en una situación de emergencia y remover los obstáculos que sean para que los ciudadanos, a la mayor brevedad, puedan tener este alojamiento y esas ayudas que les posibiliten llevar un poquito mejor las pérdidas que han tenido.

- ¿Qué van a hacer con los donativos privados?, ¿cómo cree que se está gestionando la ayuda a los afectados?

- De los más de 7.000 afectados, más de 5.000 son de Los Llanos. Nos hemos reunido con asociaciones de vecinos y plataformas de afectos para explicarles nuestro criterio. Aceptamos la propuesta del presidente del Cabildo de unir todas las cuentas de los donativos y que el Cabildo duplique la cantidad recogida, para luego repartirlos de forma igualitaria. Ha sido una pena que un ayuntamiento se descolgara. Todas las administraciones actúan con la voluntad de ser justos en los procedimientos. Aunque sean fondos de donaciones, tenemos que tener esos criterios. El mismo derecho a recibir una ayuda lo tiene la persona que perdió una vivienda hace 60 días que otra que la pierda mañana. Esperamos que en breve podamos gestionarlas. Lo más importante es que ese dinero de donaciones particulares llegue directamento a los bolsillos de las personas damnificadas.

-¿Está la administración a la altura de esta situación?

- Es difícil estar a la altura de la magnitud de este volcán. Nadie imaginaba la cantidad de personas que iba afectar ni el tiempo que iba a durar. No reconocer que esta situación nos ha desbordado a todos no sería realista. Es importante hacer un esfuerzo en todas las administraciones para no escatimar en horas dedicadas a solucionar esta situación. Seguimos gestionando la emergencia. Nos encontramos cada día situaciones nuevas. Hacemos protocolos en función de las necesidades de los vecinos. Tenemos un grave problema con la ceniza. Solo se puede retirar en función de las treguas que nos da volcán. Primero tiene que haber seguridad y a veces los ciudadanos no somos capaces de valorar el riesgo. Nos preocupa viviendas de la zona evacuada puedan colapsar.

-Usted conoce muchos dramas personales ¿Ha aportado algo positivo el volcán?

-Preferiría que el volcán no hubiese existido, pero no puedo dejar de ver la oleada de generosidad que ha creado, no solo en el municipio y en la isla, sino en todo el mundo. No dejo de ver también el sentimiento de pertenencia y de comunidad que he visto en vecinos que están buscando espacios que ahora no tienen, porque sus barrios han desaparecido y cómo esos vecinos se han unido, y no puedo dejar de ver la colaboración de múltiples entidades y administraciones. Nos parecía que después del covid nada podía ponermos a prueba tanto y una vez más la naturaleza nos demuestra que todo puede ser peor siempre.

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