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La lava del volcán está cubriendo coladas anteriores. EFE

Una colada amenaza la bajada a Puerto Naos y «engulle» nuevas edificaciones

La lava de la siete está a 86 metros de la costa palmera y la UME está alertada para confinar los barrios de Tazacorte a los que pueda llegar la emisión de ácido clorhídrico

L.R.G.

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 28 de octubre 2021, 15:20

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El volcán de La Palma sigue emitiendo grandes cantidades de lava y, aunque en su mayor parte circula sobre coladas antiguas, lo cierto es que las denominadas 1 -la que alimenta la nueva fajana- la 7, que en estos momentos está a solo 86 metros del mar, y la 3, que está a 20 metros del camino Aniceto, son las que más preocupan. Especialmente la 7, porque si llegara al mar las emisiones de anhídrido clorhídrico podrían afectar a varios barrios de Tazacorte y habría que confinar a la población, y la 3, que si avanza puede llegar a afectar la bajada a Puerto Naos.

Así lo resumió hoy el director técnico de Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, que también explicó que ayer la colada 3 , es «una colada pequeña» pero «está engullendo edificaciones». Precisamente esto va a hacer que «le sea más complicado moverse» pero, «la mala noticia es que ya ha engullido nuevas edificaciones, viene a hacer más daño todavía» y podría afectar «la carretera que estamos utilizando para bajar a Puerto Naos. El problema es que está tocando una zona que estaba muy poblada» pero que está evacuada.

Con respecto a la colada 8, que es la que amenaza La Laguna, sigue parada. Sin embargo, dijo Morcuende, no se baraja la posibilidad de que los vecinos evacuados puedan volver. «En este momento es imposible la vuelta a casa. La colada 8 pende de un hilo, de que reciba un aporte de lava y la empuje», advirtió.

La superficie afectada hasta ayer por el volcán de La Palma suma ya 905,46 hectáreas, es decir, 20,48 hectáreas más que el día anterior. Y la anchura máxima entre coladas se mantiene en 2,9 kilómetros.

Por el satélite hay 2.296 edificaciones afectadas, 2.018 de ellas destruidas. Sin embargo, dijo Morcuende, según los datos del catastro las edificaciones afectadas son 1.293, dos más que el día anterior, la mayoría, 1.039, de uso residencial. En cuanto a las personas afectadas, hay 458 albergadas, 388 en Fuencaliente, uno menos que ayer, y 70 en Los Llanos de Aridane, cinco más.

Por su parte, María José Blanco, jefa del Centro Geofísico en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y portavoz del comité científico del Pevolca, explicó los detalles de la erupción. La experta abundó en que el cono principal cambia de forma reiterada y que siguen activos varios centros emisores tanto de piroplastos como de lava. La columna marcó ayer 2.600 metros y la emisión de dióxido de azufre llegó a 16.350 toneladas diarias (valor subestimado) mientras que la de dióxido de carbono, que tuvo una tendencia decreciente durante diez días y que desde el pasado 22 está en aumento, llegó a 1.380 toneladas.

Blanco recordó que ayer se traspasaron los umbrales máximos de dióxido de azufre en Puntagorda y Fuencaliente en tres ocasiones, pero que hoy no había sucedido. Morcuende señaló que se darían los avisos pertinentes a través del 112 y de forma clara, especialmente si la las partículas en suspensión -que están en niveles tolerables- se une en os próximos días el polvo sahariano.

La ceniza fina, dijo Blanco, como en días anteriores podría llegar a la isla de El Hierro. Precisamente remover la ceniza es una de las causas que puede haber aumentado la contaminación ambiental. De hecho Morcuende recordó que la UME ha limpiado en diez días 300 viviendas -las cubiertas para que no se hundan-, todas ellas en la zona de exclusión.

Sismicidad

Blanco especificó que los terremotos se están produciendo en las mismas zonas y profundidades que los días anteriores. Sigue en aumento, dijo, los sismos iguales o superiores a 3,5 y «en las últimas 24 horas se han producido nueve terremotos de más de 4», añadió. Además, la señal del tremor sigue «en valores altos» por lo que reiteró que es posible que se produzcan sismos que alcancen la intensidad 6.

Con respecto a la deformidad del terreno que ha revertido, Blanco explicó que se trata de un fenómeno «que no tenemos muy claro que lo produce. Lo que sabemos es algo que se produce de forma local y superficial y que ninguna de las estaciones que está en el entorno detectaron esas anomalías. Pudiera ser el tránsito del volumen de magma, que fuera un caudal mayor y por eso se revierte. Pero repito, no hay un consenso sobre la explicación. Es un fenómeno muy peculiar y está asociado a una estación de control que está justo en el sistema que está alimentando esta erupción».

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