Un vertido «de apariencia química» mata al 40% de la producción de lubinas de las granjas de Melenara
La empresa propietaria, Aquanaria, atribuye la mortandad que sufre su explotación a un vertido del emisario submarino municipal | La situación les ha provocado 15 millones de euros de pérdidas | La compañía alertó a todas las administraciones desde el 9 de octubre y ha presentado denuncia en los tribunales
Un vertido «extraño y de apariencia química» procedente del emisario submarino municipal ha matado al 40% de la producción de lubinas de dos de las granjas marinas de Melenara (Telde), que explota Aquanaria, según informa en un comunicado. Esa es la razón que estaría detrás de los malos olores de los que llevan quejándose desde hace días vecinos y usuarios de las playas de Melenara y Salinetas.
La situación, crítica para la compañía, les ha provocado pérdidas de 15 millones de euros, de ahí que sus responsables hayan encajado muy mal que el Ayuntamiento de Telde, reunido este viernes en pleno, avanzase su intención de exigir la revisión de la concesión de las jaulas cuando, como advierte Aquanaria, esta compañía y su explotación es la «principal perjudicada» por lo que está pasando. Desde que se produjo el incidente ha tenido que llevar al gestor de residuos más de 500 toneladas de lubinas muertas, una sangría que podría llevarse por delante una empresa con 175 trabajadores.
Según exponen en su comunicado, todo se inició el 3 de octubre de 2025, cuando un pescador local alertó a personal de la empresa de la presencia de un vertido extraño y de apariencia química en aguas próximas al emisario submarino n.º 222, de titularidad municipal, frente a la costa de Melenara. El pescador advirtió de que dicho vertido «podría estar afectando a las jaulas de cultivo cercanas».
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A partir de ese día, el personal técnico de la empresa detectó un cambio abrupto en el comportamiento de los peces y en las condiciones del agua, por lo que se activaron los protocolos internos de vigilancia ambiental y respuesta ante incidentes.
En las jornadas siguientes se constató una mortalidad anómala y progresiva, confirmando el carácter extraordinario y exógeno del episodio, que ha tenido consecuencias devastadoras sobre los peces y sobre dos de las concesiones acuícolas de Aquanaria.
Una de las instalaciones afectadas – ubicada frente a Melenara – se encontraba desde hace meses en un proceso planificado de vaciado dentro de un calendario progresivo y ordenado, conforme a los plazos establecidos por la Administración y cumpliendo todos los requisitos sanitarios y medioambientales aplicables. En el momento de producirse el episodio de contaminación, la instalación se hallaba en torno al 60% de su capacidad operativa.
Advierte en el comunicado de que desde el primer momento, la empresa ha actuado con total transparencia y responsabilidad, informando de manera inmediata a todas las autoridades con competencia ambiental y sanitaria.
Hasta 15 escritos de aviso a las administraciones públicas
El 9 de octubre se presentó el primer escrito oficial ante el Ayuntamiento de Telde, poniendo en su conocimiento los hechos y solicitando la adopción urgente de medidas de inspección, control y prevención. Posteriormente, y hasta la fecha, se han reiterado dichas comunicaciones en 15 ocasiones adicionales, sin que se haya recibido contestación alguna ni se haya adoptado actuación técnica o política visible por parte de la corporación.
Asimismo, se mantuvieron contactos telefónicos con el técnico de Playas del Ayuntamiento, así como con la concejal y primer teniente de alcalde responsable de esa competencia, informándoles de la situación y de la gravedad del episodio contaminante presuntamente originado por el emisario gestionado por la empresa mixta Aguas de Telde.
Pese a estas gestiones y a las comunicaciones casi diarias, ni el alcalde ni ningún representante municipal, se quejan en el comunicado, han dado respuesta, mostrado colaboración o visitado las instalaciones afectadas.
Además, apunta también que formuló denuncia ante el Seprona de la Guardia Civil y que se dio traslado igualmente a la Fiscalía de Medio Ambiente de Las Palmas, con el fin de esclarecer los hechos, identificar a los causantes y exigir las responsabilidades que procedan.
Sostiene en el comunicado que ante la inacción institucional, la empresa ha asumido íntegramente la gestión medioambiental y sanitaria de la emergencia, movilizando todos sus recursos humanos, técnicos y económicos para contener los daños.
El valor estimado de las pérdidas directas acumuladas por mortalidad de peces en talla comercial supera los 15 millones de euros, sin incluir los gastos derivados de la gestión Sandach, el transporte y tratamiento de residuos, ni los perjuicios reputacionales y comerciales sufridos por una empresa de referencia internacional en la acuicultura gourmet.
Reprocha al alcalde declaraciones inapropiadas
La empresa manifiesta su profundo malestar y decepción ante la pasividad del Ayuntamiento de Telde y de sus responsables políticos, especialmente cuando desde la alcaldía se realizan «declaraciones públicas inapropiadas», insinuando la necesidad de «tomar decisiones» sobre las jaulas de acuicultura del municipio, obviando que la empresa es la principal víctima del vertido, y no su causante.
La compañía reitera su voluntad de colaboración con todas las administraciones, pero exige una reacción institucional urgente, transparente y coordinada, para esclarecer lo sucedido y evitar que un episodio semejante vuelva a repetirse.
La empresa es, sin duda, la principal perjudicada por este grave episodio, pero desde el primer momento —y ante el desconocimiento de la naturaleza y alcance del vertido contaminante— priorizó la comunicación inmediata con el Ayuntamiento de Telde, consciente de las posibles implicaciones para la salud pública y el entorno costero.
La cercanía de zonas de baño, la potabilizadora municipal y las áreas de pesca artesanal hacían imprescindible alertar de manera urgente a las autoridades locales, ya que los riesgos derivados de un vertido de composición desconocida podían afectar no sólo a la actividad acuícola, sino también a los vecinos y visitantes del litoral de Telde.
Una catástrofe ambiental y económica para Aquanaria
Durante casi un mes, la empresa ha soportado sola una catástrofe ambiental y económica, sin ayuda ni contacto por parte de la corporación local, a pesar de haber informado con detalle y reiterado solicitudes en quince escritos registrados oficialmente.
El incidente continúa actualmente bajo investigación por parte de las autoridades competentes, y desde la empresa queremos reiterar que somos los primeros interesados en que se esclarezcan los hechos y en que los efectos sobre la población y el entorno sean los mínimos posibles.
La empresa reafirma su compromiso con la sostenibilidad, la transparencia y el cumplimiento normativo, confiando en que las autoridades judiciales y medioambientales competentes determinen las causas y depuren las responsabilidades necesarias