Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este domingo 7 de diciembre de 2025

Una pasión que ya vuelve al asfalto

La libertad y la adrenalina se apoderan de las carreteras de Gran Canaria en la fase 1, con un goteo constante y creciente de moteros que rugen con la emoción de retornar a rincones que extrañan. La isla recupera su necesaria vida a fuego lento

Jueves, 14 de mayo 2020, 08:25

El rugido de una motocicleta rompe el silencio de muchas carreteras dormidas durante el estado de alarma. La libertad y la adrenalina retornan al asfalto con más ganas que nunca para recuperar sensaciones añoradas. La transición hacia una nueva normalidad posibilita que los amantes de las dos ruedas desempolven las máquinas para recorrer sus rincones favoritos de Gran Canaria tras la entrada en la fase 1, puesto que la orden TMA/400/2020 del BOE establece que «en las motocicletas que estén provistas con dos plazas homologadas (conductor y pasajero), pueden viajar dos personas siempre que o lleven casco integral con visera, o utilicen mascarilla o que residan en el mismo domicilio. El uso de guantes será obligatorio por parte del pasajero y del conductor. A estos efectos, serán admitidos los guantes de protección de motoristas».

«Estaba frito por dar una vuelta, tenía un mono de moto de mucho cuidado y el tiempo no me lo impidió. Pasé un poco de frío en Valleseco, pero seguimos para ver a la familia en Artenara», comenta Claudio Galindo, quien contempla la soledad de la Cruz de Tejeda junto a su mujer María del Carmen Luján. «Me dieron escalofríos de venir y ver todo cerrado. Acostumbrado al ambiente motero de los sábados y los domingos, da pena porque no ves a nadie, pero espero que podamos salir de esto de una vez», indica.

Galindo, con más de 30 años conduciendo motos que dan para recorrer la isla en múltiples ocasiones «e incluso la península», asegura que «es una gozada, al que le gusta la moto y lo vive le da igual el tiempo y lo que sea, es esa sensación de libertad y de todo. Estoy que no quepo en mí».

«La Cruz de Tejeda es una parada obligada para los moteros en Gran Canaria», grita con fuerza María Medina, una motera confesa que pasea por los aledaños.

Pablo Cabrera se desplaza a su trabajo en moto, pero reconoce que ahora el sentimiento es diferente. «Hemos hecho una ruta de libertad total, hemos subido por Santa Lucía, Ayacata, Tejeda, Artenara, Valleseco, Moya, Bañaderos y ya a Las Palmas de Gran Canaria. Nos encontramos bastantes motos y todos con una sonrisa de oreja a oreja», explica, mientras agrega que «la moto te aporta una sensación absoluta de libertad y adrenalina pura».

Fernando Jiménez, colaborador de la revista digital Canarias en moto, manifiesta que «la moto son sensaciones, es algo pasional y en un momento como este, que hemos visto la vida pasar como si fuera una película detrás del escaparate siendo nosotros maniquíes, que mejor placer que cogerla para dar una vuelta».

«El hecho de disfrutar de un paisaje en moto es sentirte protagonista del mismo porque te empapas de los aromas, es una experiencia incomparable», añade Fernando Jiménez. El deleite motero ya se siente en la isla.

La Cruz espera. Una parada ineludible y esencial para los moteros en Gran Canaria es la Cruz de Tejeda. La alegría de Claudio Galindo y María del Carmen Luján por compartir juntos un trayecto para ver a familiares y respirar aire puro contrasta con la pena que sienten por ver todo cerrado aún en un punto con alma.

Recordar de nuevo. Los primeros paseos para visitar a familiares y amigos dejan una estampa clásica de motos en rincones como Tejeda, que poco a poco extrapola a las vividas los fines de semana antes de esta situación excepcional por el coronavirus. La pasión por las dos ruedas vuelve a imponerse en todas las carreteras.

Sigues a Óliver Suárez Armas. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 Una pasión que ya vuelve al asfalto

Una pasión que ya vuelve al asfalto