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El féretro fue cargado por cuatro compañeros policías locales. Arcadio Suárez

Honores y lágrimas en el adiós del policía Martín Calzada

Decenas de agentes hicieron un pasillo de honor al compañero fallecido. Entró en el templo a los sones de 'La muerte no es el final'

Martes, 21 de julio 2020

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Silencio y mucho pesar. Ese era el ambiente que se respiraba ayer, a primera hora, en la plaza de San Gregorio, en Los Llanos, entre la gente que esperaba la llegada de la comitiva fúnebre con los restos mortales del policía local de Telde Martín Calzada Negrín, de 62 años y padre de dos hijos. Este domingo perdió la vida por un infarto, el mismo día que se jubilaba tras 37 años de servicio a la ciudad. Decenas de compañeros acudieron a despedirle entre honores y lágrimas. Y volvieron a hacerle el pasillo que le dedicaron el domingo, solo que esta vez entre los tristes sones de 'La muerte no es el final' que le brindó la Banda Municipal de Música de Telde. Se le ofició una misa-funeral antes de la incineración de su cadáver.

El vehículo que trasladó el ataúd desde el tanatorio de Las Rubiesas arribó a las puertas de la iglesia escoltado por dos motos de la Policía Local y otras dos de la Canaria, y seguido de siete vehículos policiales. Todos en silencio, pero con las luces encendidas, a modo de homenaje. Como detalle, justo detrás del coche fúnebre iba el vehículo de Tráfico de la Unidad de Radar, que fue el último destino de Martín.

Entre los que le esperaban en la plaza, trabajadores municipales, en activo y jubilados, vecinos, ediles como Juan Martel, que durante muchos años llevó los destinos de la Policía Local (ahora gestiona Cultura), y Agustín Arencibia, el que hoy ostenta esa responsabilidad. También estuvieron el actual alcalde, Héctor Suárez, y uno de los que le precedieron en el cargo Francisco Valido.

Detrás del coche fúnebre, escoltado por cuatro motos policiales, iba el vehículo de la Unidad de Radar, su último destino

Pasadas las nueve de la mañana, y a hombros de cuatro de sus compañeros policías, la caja que portaba los restos mortales enfiló la portada principal de la iglesia de San Gregorio en mitad de un pasillo de honor que le formaron unos 40 agentes, la inmensa mayoría compañeros suyos de la Policía Local de Telde, pero también hubo algunos de Santa Lucía de Tirajana, entre ellos, el jefe de ese cuerpo, José Luis Herrera, agentes de la Policía Canaria y también de la Policía Nacional, entre los que estuvo el comisario de Telde, Jesús García Aller. Justo detrás del féretro, escoltándolo, el actual jefe de la municipal, Félix Ramos. No faltaron en este pasillo de honor sus hermanos Jesús y Manolo, policías como él, aunque este último ya está jubilado.

A mitad de recorrido, a la altura de la banda, los agentes que portaban el ataúd hicieron un alto para recibir la tradicional melodía que se tributa en homenaje a los caídos. Después siguió en escrupuloso silencio hasta que, cuando ya cruzaba el umbral de la puerta central del templo, la gente aplaudió con respeto.

En su último viaje hasta el tanatorio de San Miguel, en la capital, donde fue incinerado, le acompañó también el coche de la Unidad de Radar. Allí les esperaba un teniente de la Guarda Civil como testimonio de la solidaridad de este otro cuerpo de seguridad. En ese sentido, la Policía Local de Telde quiso ayer agradecer la presencia de los comisarios y agentes de los distintos cuerpos que acudieron. Como curiosidad, apunta Ramos, la Policía Local recibió una nota de condolencias desde el Ayuntamiento de Buendía, en Cuenca, prueba del impacto que ha debido tener en redes sociales este suceso.

Imagen principal - Honores y lágrimas en el adiós del policía Martín Calzada
Imagen secundaria 1 - Honores y lágrimas en el adiós del policía Martín Calzada
Imagen secundaria 2 - Honores y lágrimas en el adiós del policía Martín Calzada

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