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Algo se ha roto entre Goroeco y Telde en las últimas semanas. Del caminar juntos y «generar espacios de coordinación para poner en valor el parque empresarial», tal y como dijo el gobierno local tras la reunión el 9 de octubre del alcalde y la concejala de Urbanismo con la junta directiva del ente de conservación, se ha pasado a la denuncia de su presidente, Sebastián Grisaleña 21 días después, quien afirma que los avances del parque están amenazados «por la desidia del Ayuntamiento». «Estos intentos de coordinación no han servido para nada y han derivado en desencuentros y desengaños», amplía, asegurando que existe desde hace mucho tiempo un «desinterés municipal por el desarrollo de un enclave estratégico para la economía de la isla».
Sorprendió hasta a la propia Corporación la rueda de prensa organizada por Goroeco, en cuya convocatoria a los medios ya avisaba de que lo que venía por delante no eran balas de fogueos, sino cañonazos de bandera: «Se informará de la actual situación de parálisis e inactividad por parte del Ayuntamiento, y las graves consecuencias que el escaso respaldo de la administración competente está originando en la entidad de conservación», rezaba en el mismo. Y no decepcionó.
Los responsables del mantenimiento de este parque empresarial recordaron que Goroeco es una entidad de derecho público que ha asumido la gestión de las competencias municipales, entre las que se incluyen las conservación y el mantenimiento de las calles y la calzada, la señalización o la limpieza. «Telde no ha puesto, ni pondrá, un euro aquí», recordó en varias ocasiones Grisaleña. Por lo que exige «competencias exclusivas». Entre otras demandas, el ente pide que se tramite de una vez la nueva delimitación de El Goro a efectos de conservación. «Estamos perdiendo unos 20.000 euros mensuales», aseguran.
El requerimiento por parte del Ayuntamiento a los anteriores promotores de El Goro a culminar las obras de urbanización, informar sobre las licencias de obra en el área de actuación de Goroeco o disponer de un marco que regule y sancione actuaciones que puedan afectar a espacios como el vertido de escombros en solares del parque empresarial, son algunas de las solicitudes que realiza el presidente dando voz a una junta directiva que ya ha perdido la paciencia, y que duda sobre la viabilidad de un parque de dos millones de metros cuadrados, 450 empresas, que genera entre 4.500 y 6.000 puestos de trabajo y factura más 2.000 millones de euros anuales.
El Ayuntamiento no ha tardado en dar respuesta a este conato de crisis con Goroeco y, a través de Lidia Mejías, concejala de Desarrollo Local, pide paciencia para solventar los problemas expuestos. «Estamos a disposición de Goroeco para mantener las reuniones necesarias que sirvan para continuar con la colaboración entre el Ayuntamiento y el ente de conservación», aclaró la edil de Coalición Canarias.
Ahondando en las exigencias que trasladó el presidente del ente, Mejías explicó que los procedimientos administrativos están reglados y que la nueva delimitación de El Goro sigue dichos procedimientos con la celeridad que permiten los recursos existentes. Además, reconoce que a la Corporación le gustaría disponer de más recursos para la fiscalización y control de las actuaciones que se llevan a cabo en el municipio pero, por el momento, «la celeridad administrativa en determinados departamentos es complicada debido al volumen y complejidad de los expedientes», admitió.
Por último, y con respecto al expediente de 2003 por el que el Ayuntamiento debe requerir a los anteriores promotores de El Goro culminar su urbanización, la concejala aseguró que el Ayuntamiento trabaja para resolver todos los expedientes que faciliten la actividad empresarial, «incluso aquellos que llevan años estancados por distintos motivos», concluyó Mejías.
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