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Los usuarios de las playas del sur de Gran Canaria ya tienen otra para elegir. Hace ya días que están acabados y plenamente operativos los dos nuevos accesos a la Playa del Pirata o del Morro Besudo, una cala semiescondida entre las de San Agustín y la del Águila, en San Bartolomé de Tirajana. Ha estado aislada durante las obras, pero también estuvo años con una accesibilidad limitada por el mal estado de las dos escaleras que la conectaban con el resto del mundo.
Las dos empresas a las que el Gobierno de Canarias adjudicó las obras de rehabilitación han culminado los trabajos, salvo la puesta en servicio del alumbrado público, según informan distintas fuentes, por lo que todavía no se recomienda el uso de estos accesos en horario nocturno. Este mismo lunes un grupo de operarios hacía labores de limpieza en estos dos nuevos tramos de paseo costero que estrena el municipio.
Las obras empezaron en el mandato anterior y tras sortear ciertas dificultades en la contratación de las que iban a mejorar el acceso desde el flanco de Playa del Águila. Los dos proyectos quedaron adjudicados en los primeros meses de 2023.
Velplus Construcciones SL ejecutó la rehabilitación de la escalera de la playa del Pirata desde el Balcón de San Agustín por un importe de adjudicación de 299.710 euros, impuestos incluidos, mientras que BRB Construcciones fue contratada para realizar la rehabilitación del paseo marítimo de Playa del Águila por 726.421 euros. Esta última tenía un plazo de ejecución de siete meses.
Estas dos obras garantizan una mayor accesibilidad a esta cala, pero no permiten el paso a las personas con movilidad reducida. La escalera que salva el mayor desnivel, el que la separa con el Balcón de San Agustín, suma más de 150 escalones. Incorpora, además, dos pequeños miradores dotados de bancos para la contemplación de las vistas. Por su parte, la escalera que comunica la Playa del Pirata con el paseo que conduce a Playa del Águila obliga a superar casi 60 escalones.
El proyecto incluyó la ejecución de otras dos escaleras más de acceso que bajan a las pequeñas calas que se forman al norte de la del Pirata y que la hacen ganar amplitud en horas de bajamar. La nueva escalinata hacia el Balcón de San Agustín también tiene bastante más anchura que la que la precedió, lo que permite su uso en mejores condiciones de seguridad. La anterior era muy estrecha, más vertical y estaba pegada al cantil.
Estas obras no solo garantizan una mayor accesibilidad al que para muchos es uno de los mejores rincones del litoral de San Bartolomé de Tirajana, sino que también ponen fin a la imagen de deterioro y abandono que su mal estado despertaba durante lustros en visitantes locales y turistas.
Sin embargo, quedan otros tramos pendientes de arreglo, como la escalera norte de acceso a la primera de las calas que uno se encuentra si viene caminando desde Playa del Águila y también la mejora de parte del sendero que linda con el litoral y que está más próximo a esta otra cala tirajanera.
Además, existe otro hándicap. No hay continuidad en el paseo como para ir caminando mirando al mar desde estas playas del Pirata o de Morro Besudo a la del Águila. Lo impiden los complejos situados más en primera línea de mar. Hay que rodearlos por el interior.
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