Quejas por robos reiterados en complejos extrahoteleros del sur
Los empresarios reclaman más presencia policial. También demandan un mayor control en las fiestas y botellones nocturnos en las calles
Cada vez son más las quejas de empresarios extrahoteleros de San Bartolomé de Tirajana por los reiterados robos o hurtos que sufren en sus complejos y que afectan a los turistas que tienen allí alojados. El último en dar la voz de alarma es Carlos Trujillo, de la familia propietaria de los apartamentos Dorotea y Don Diego, en Playa del Inglés, que denuncia que desde el pasado mes de septiembre han recibido la visita de los amigos de lo ajeno hasta en siete ocasiones, algunas de ellas con muy pocos días de separación, en una misma semana.
«Ya hemos tenido algún caso de un turista que nos ha dicho que no piensa volver», se queja Trujillo, que reconoce que este asunto ya le desespera. Reclama una mayor presencia policial y alerta de que así, poco a poco, se está poniendo en riesgo el que sigue siendo uno de los puntos fuertes del destino turístico grancanario, la seguridad ciudadana.
«Somos una empresa familiar que acabamos de hacer una fuerte inversión para mejorar nuestras instalaciones y estas cosas hacen que todo se nos ponga muy cuesta arriba», se lamenta.
Dice que les entran por las zonas comunes y que habitualmente aprovechan para acceder a aquellos apartamentos en los que el turista se ha ausentado y se ha dejado alguna ventana abierta. La empresa tiene contratada seguridad, pero ni con esas ha bastado. Cuenta que suelen moverse en pareja, pero que en la última vez actuaron hasta cuatro.
Centros comerciales en estado de ruina y abandonados
Los complejos vinculados a la familia de Trujillo se ubican en el entorno de la zona más degradada de Playa del Inglés, donde centros comerciales en estado de ruina como el Metro se convierten, entiende este empresario, en un refugio fácil para este tipo de delincuencia, de ahí que demande también que se elimine ese foco de riesgos.
Esa petición la comparte Tom Smulders, presidente de la Comisión de Turismo y Seguridad de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), que igualmente reclama la necesidad de un refuerzo policial para el control del ocio nocturno callejero en las calles del sur, sobre todo el vinculado con los botellones.
Por los datos que maneja Smulders, se dan más casos de hurtos que de robos, pero tiene claro que dañan igualmente el destino y que se hace necesario ponerles coto. «Hay muchos más turistas y eso hace que los ladrones vengan al sur como las abejas a la miel», advierte. Este martes, sin ir más lejos, tuvo conocimiento del robo de un móvil a un turista en una superficie alimentaria.
Recuerda que esta preocupación del sector ya ha estado varias veces en la mesa de trabajo de la federación y en su listado de exigencias a la administración pública. Igual que Trujillo, vincula la inseguridad a la existencia de «esqueletos turísticos abandonados donde se refugian».
