Secciones
Servicios
Destacamos
JESÚS QUESADA
Las Palmas de Gran Canaria
Lunes, 15 de febrero 2021, 00:00
La entrada en servicio de la central hidroeléctrica de bombeo de Chira-Soria en 2026, la posterior interconexión entre los sistemas eléctricos de Gran Canaria y de Lanzarote-Fuerteventura y la instalación de cuatro baterías entre las dos últimas islas harán que en 2030 la contribución de las energías renovables al entonces único sistema eléctrico de Las Palmas se eleve al 48%, inferior aún al 58% marcado como objetivo para ese año en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Así figura en un reciente estudio de prospectiva del sistema y necesidades para su operabilidad elaborado por su operador y transportista, Red Eléctrica de España (REE), dentro del PNIEC, que establece la estrategia a seguir para la transición energética en los citados horizontes temporales.
El estudio detalla que el sistema insular grancanario alcanzará en 2026 una contribución de renovables del 38% y que sus vertidos (excedentes de generación con energías limpias que el sistema no consume) llegarán al 34% si Chira-Soria no está en servicio. Si la central estuviera entonces en funcionamiento los vertidos se reducirían al 9% y la integración de renovables aumentaría hasta el 51%.
En 2030, con la interconexión con las dos únicas islas que comparten sistema, Lanzarote y Fuerteventura, en funcionamiento, la contribución de las renovables en el conjunto de la provincia sería del 37% si todavía no estuviese en marcha el almacenamiento de Chira-Soria. En cambio, con la central de bombeo y las baterías ese porcentaje se incrementaría al 48%.
La prospectiva de REE llama la atención sobre los «incrementos considerables, por encima del 300% en algunos sistemas, de los valores máximos de producción eólica y fotovoltaica» respecto a los actuales, lo que aconseja mayores necesidad de flexibilidad para acomodar la generación renovable. Por ejemplo, si en 2019 la producción fotovoltaica conjunta de las tres islas no alcanzó valores de 50 MW, está previsto que en 2026 el 65% de los días habrá que acomodar más de 150 MW y que en 2030 esto suceda el 85% de los días.
El operador explica que la naturaleza aislada de los sistemas insulares los hace «especialmente vulnerables a las variaciones rápidas intrínsecas» de la generación eólica y solar y destaca que en los horizontes citados ese hecho «podrá suponer desbalances generación-demanda mayores que los disparos intempestivos de grupos generadores».
Es más, el número anual de ocurrencias previstas en el sistema por este motivo es «de decenas de veces, lo cual supone una probabilidad mayor que la de fallos de grupo térmico».
Al respecto, señala que las rampas de variación rápida de las renovables, de 30 segundos, serán en 2030 la causa de los mayores desbalances en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura el 85% del tiempo.
Por eso, subraya el estudio, la instalación de tres baterías en Fuerteventura y 1 en Lanzarote, de 18 MW/36 MWh cada una, y el bombeo de Chira-Soria, de 200 MW, aseguran la capacidad del sistema provincial «para soportar los desequilibrios generación-demanda esperados» en los horizontes de 2026 y 2030.
El almacenamiento, concluye, se presenta como «la herramienta fundamental para avanzar en la transición energética mitigando las variaciones rápidas de la generación renovable, proveyendo reserva y desplazando la generación renovable según las necesidades del sistema».
En 2019 la producción fotovoltaica no alcanzó valores de 50 MW entre las tres islas de Las Palmas. En 2026 el 65% de los días habrá que acomodar más de 150 MW y en 2030 esto sucederá el 85% de los días.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.