La Pasión de Jesús, según la pandemia
Semana Santa ·
El auto de la Asociación La Salle vuelve a las calles de Agüimes dos años después, pero por la covid ha reducido su representación a las escenas de la muerte y resurrecciónEs lunes y hace frío en Agüimes. Hace rato que cayó el sol y la gente anda de recogida. Se ve poco movimiento en las calles. Sin embargo, hay un local en el casco, el de la Asociación La Salle, donde no hay tiempo que perder. Luis encadena instrucciones. La actividad es frenética. Es el director del Auto de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús y afina las escenas con los vecinos-actores de esta histórica representación popular.
Este viernes saldrá otra vez a las calles de Agüimes tras dos años de obligado paréntesis por culpa de la pandemia y quieren estar a la altura. Siempre lo están pese a que son todos amateurs.
Llevan un mes de ensayos. Lo han hecho como han podido, organizándose por grupos. Las limitaciones de aforo impuestas por la covid les ha condicionado. En ediciones anteriores se reunían dos veces por semana. Este año las han reducido a una, salvo esta semana, en la que tendrán también el ensayo general, este jueves por la noche, por las mismas calles del pueblo por las que este viernes volverán a escenificar una tradición que arrancó hace nada menos que 29 años.
Habrá auto, pero no como el de todos los años. La eliminación de la mayor parte de las restricciones sanitarias les pilló con el trabajo medio hecho y ya no tienen margen para reaccionar. Lo representarán, pero no entero. El guion seguirá siendo, como desde el principio, el texto de Orlando Hernández 'Y era el Hijo del Hombre', pero este año solo llevarán a escena la muerte y la resurrección de Jesús.
En todo caso, no faltará el tradicional desfile o pasacalle de todos los personajes, acompañados por la Agrupación Musical La Salle, desde la plaza de San Antón, por lo que representarán también algunas de las caídas del Señor con la cruz a cuestas en la calle Sol y en la plazoleta Orlando Hernández. Un año más la plaza del Rosario será el escenario escogido para las escenas centrales, la del Calvario, el entierro y la resurrección.
Empezarán sobre las 20.30 horas y no habrá limitaciones de aforo para el público que quiera acudir. Como todo se ha reducido, también durará menos, en torno a una hora frente a las dos y media habituales.
Luis Antonio Rodríguez Romero, que asume también la vocalía de La Pasión en La Salle, es vecino de Agüimes y lleva 8 años al frente del auto. Estaba llamado a ser el director casi desde que empezó a colaborar con esta iniciativa. Fue en 1995 y ya aquel año se aprendió el guion de la a la z. «Fue algo natural, me encantó». Desde entonces ha sido fiel a esta cita anual. Nunca ha fallado. Ha pasado casi por todos los papeles, menos por el de Jesús. «Está claro que no doy el perfil, así que ni me lo he planteado», aclara entre risas.
Para lo que sí que apuntaba maneras, aunque no fuese algo pretendido, era para organizar. No en vano, recuerda que seguía muy de cerca el trabajo del que durante años fue el director del auto y su referente, su tocayo Luis González. Cuando él lo dejó, un equipo cogió las riendas, pero a las primeras de cambio y por necesidades de logística, el peso recayó en Luis. Hasta ahora.
Y lo asume con ganas e ilusiones renovadas cada año. Aunque su respeto al texto es escrupuloso, Luis cuenta que le gusta innovar en las escenografías. Y en su apuesta por ciertos personajes que durante años pasaron algo más desapercibidos, entre los que cita a María Magdalena, José de Arimatea y Nicodemo. No en vano, entre sus objetivos está que la gente conozca también a los personajes bíblicos.
Fue precisamente su interpretación de María Magdalena, «que tiene un papel breve, pero intenso», la que llevó a Luis a proponer a Natalia Ojeda para el papel de María en esta edición. «Ella no se lo esperaba, pero yo lo tenía claro, cuando hizo de María Magdalena nos sorprendió mucho, se metió en el papel y lloró a mares durante la representación».
Y Natalia, a la que dice que le encantan los retos, aceptó sin titubear. Ella, como el resto de participantes, no es actriz, sino administrativa, pero asegura que lo vive con intensidad. Primero, porque, como asegura, «esto es muy nuestro», como la cabalgata de Reyes, que también la organiza La Salle. Y segundo, por lo que supone en sí ese personaje. «Siento el papel, es una gran responsabilidad».
Asegura que no le ha costado aprenderse el guion. «Te lo lees dos o tres veces y se te queda». La escena que más le conmueve es la de la Piedad. «Te ponen a Jesús en tu falda y sientes que ha muerto». Y confiesa que le ayuda mucho la banda. «Su música te prepara».
Y a fe que lo siente. Hasta en el ensayo logra poner los pelos de punta. Sus lamentos vencen las barreras emocionales del espectador. En sus brazos acoge a Raúl Torres Lafagge, el joven de 21 años que este año hace de Jesús. «Yo no pensaba que pudiera hacer un papel tan grande para lo poco que había hecho», reconoce. Es más, le costó aceptarlo, pero Luis estaba convencido de que el papel era suyo. «Lo tenía fichado desde hacía tiempo», confiesa el director.
Hasta ahora Raúl había hecho papeles menores. Al principio siempre salía de romano, luego pasó a interpretar a los ladrones que fueron crucificados junto a Cristo y el último fue San Juan, su trampolín hacia Jesús. ¿Miedo escénico? «Puede que un poco, pero sé que lo puedo hacer bien, estoy muy ilusionado».
Quién sabe. Si esa es la progresión puede que el Jesús de 2023 sea el San Juan de este año, Marcos Batista, también de 21 años. «Ojalá», reacciona sin dudas. En el auto todos importan y todos, si se implican, pueden asumir casi cualquier papel. Que se lo pregunten si no a Mari Carmen Abrante, que en esta edición sale de María Magdalena, pero que, como ella misma bromea, ha pasado por todas las vírgenes en sus más de 10 años en el auto.
El secreto radica en que todos saben aquí que están al servicio de la representación. Todos suman, desde el más pequeño, un crío de 3 años, al más veterano, otro de más de 70. Este es un trabajo en equipo, de grupo, en el que llegan a participar hasta 200 personas, siempre bajo el paraguas de la Asociación La Salle y la inestimable colaboración del Ayuntamiento.
Quien no sale de Jesús sale de pueblo hebreo, o de romano. Quien no, aporta su saber profesional, como recuerda Luis, que subraya el papel de los responsables de maquillaje, vestuario o atrezo. Este auto es de todos, es de Agüimes.