Estado en que quedó el garaje, completamente calcinado. /
Estado en que quedó el garaje, completamente calcinado. /
Le pesa en el alma. Se le nota. Y aunque mantiene la compostura, a Milagros Reyes se le escapan las lágrimas en silencio, como si quisiera disimularlas. Todavía le cuesta ver cómo dejó su casa su expareja. Y más le cuesta asimilar que no sabe cuándo podrá otra vez quedarse en ella . «Hace cuatro meses que casi me mata y aún no he podido volver a mi casa». Está inhabitable y no tiene dinero para arreglarla.
Le prometieron ayudas, tanto el Cabildo como el Ayuntamiento, pero aún no las ha recibido. Y está desesperada. «Me dicen que van a tardar, pero ¿cuánto?». Su hija Ylenia apunta indignada. «Tanto que se les llena la boca a los políticos con las ayudas para víctimas de violencia de género y mira cómo está mi madre».
Uno de los patios de la casa. Las grietas saltan a la vista. /
Por lo pronto, vive de prestado, turnándose en las viviendas de sus hijos, angustiada porque se siente como atrapada en una pesadilla desde que su ex supuestamente intentara asesinarla en su propia casa, el 25 de febrero de 2022.
Ya se había separado de Julio Herrera Pérez y sobre él pesaba una orden de alejamiento, pero aquel día volvió a quebrantarla, se acercó con su coche, un Nissan Vanette, a la casa familiar, en Vecindario, marcha atrás lo empotró contra el garaje, s e roció a sí mismo, a su vehículo y a otro de su hijo con gasolina y se quemó a lo bonzo.
Milagros Reyes no ha podido arreglar su vivienda de Vecindario, que su ex le dejó inhabitable. Le han prometido ayudas, pero aún no ha recibido ninguna y ya está angustiada. «Me siento tan desprotegida como antes».
Vídeo. Mobiliario de cocina quemado. Hubo muebles que no pudieron recuperar. /
«Esto parecía un horno», relata Milagros. Por suerte, no logró matarla, ni a ella ni a su nuera, que estaban dentro, pero sí le dejó la vivienda inhabitable. «Él se achicharró y a mí me echó de mi casa», se queja con amargura.
No solo calcinó el garaje, donde se originó el fuego, sino que las llamas causaron graves daños al resto del inmueble, un edificio de 157 metros cuadrados que la familia levantó poco a poco y en el que Milagros ha residido durante 30 años.
Las molduras se cayeron, se abrieron grietas en los paramentos, hay vigas dañadas, y zonas donde el techo parece que se separó de las paredes. Para colmo, se quemó la instalación eléctrica. No tiene luz. El propio pavimento del garaje está destrozado, hundido por unos puntos y levantado en otros.
Ya tiene presupuesto y el arreglo le sale por 65.000 euros. Solo el refuerzo de tres vigas que tiene dañadas le vale 17.000 euros, y otros casi 6.000, la instalación eléctrica. Pero Milagros no los tiene. «Mi único patrimonio es esta casa y mira como está...».
Distintos desperfectos producidos por el fuego. /
Tiene 56 años y trabaja en la aparcería, pero está de baja desde lo que pasó. Sus únicos ahorros los echó en la retirada de los escombros y de los coches calcinados y en la instalación de una puerta de garaje nueva. Lo poco que ha podido hacer es limpiar los muebles de tizne junto a su hija.
Su drama es que le prometieron ayudas, pero no llegan. El Ayuntamiento de Santa Lucía le ha dicho que 3.000, y el Cabildo, 10.000 este año y 10.000, el próximo. «Pero no ha recibido nada ni sabemos cuándo», se queja Ylenia. «Se gastan un dineral en el carnaval y ¿no pueden darse un poco de prisa para un caso urgente como el de mi madre?», se pregunta Ylenia en relación a la corporación santaluceña.
Además, está molesta con una respuesta que le dieron en el consistorio. «Nos dijeron que el presupuesto estaba inflado; si eso es lo que piensan, ¿por qué no vienen aquí a comprobar y tasar los daños?». Protesta porque asegura que ni un solo técnico de ninguna administración se ha pasado por la casa a ver cómo está. «La única que vino, del Ayuntamiento, la vio desde fuera».
También se queja de que el alcalde, Francisco García, aún no la ha recibido pese a que le ha pedido cita dos veces. Sí es verdad, reconoce, que la ha llamado.
Desde el gobierno local aclaran que el Ayuntamiento no tiene ayudas para estos daños y que la que tramita la da el Cabildo, pero reconoce que están tardando. Aseguran que García sí ha atendido a Milagros y que, además, esta vecina recibe asesoramiento psicológico y jurídico municipal.