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Meloneras será una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) con control de acceso de vehículos que limitará la entrada a los que sean contaminantes. Esta es una de las propuestas, a ocho años vista, que se recogen en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que fue presentado este miércoles a los ediles del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y que a partir de ahora será sometido a un periodo de exposición pública. Pasado ese plazo, la previsión municipal, según anunció este miércoles el edil de Presidencia, Antonio Pérez, es aprobarlo en el pleno de enero de 2022.
El borrador de este programa que define las líneas estratégicas en materia de movilidad para San Bartolomé de Tirajana ha sido redactado por un equipo multidisciplinar de trabajo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), coordinado por el profesor Miguel Peñate, ingeniero técnico de Telecomunicación, que, aclaró, no obstante, que se trata de un «documento vivo y revisable». El encargo se fraguó en 2019 mediante la firma de un convenio entre el Ayuntamiento, la ULPGC y la Fundación Universitaria de Las Palmas.
Entre las ideas más singulares del plan figura la posibilidad de que la trama urbana de Meloneras pase a ser una ZBE, que conllevará un control inteligente de accesos mediante lectura de matrículas, la apertura de aparcamientos disuasorios en el entorno (ya existe uno subterráneo junto al palmeral del Oasis), el ensanche de aceras, el diseño de un carril bici que rodeará todo el perímetro de esta zona, la colocación de medidores del aire y sonómetros en algunas farolas y la dotación de puntos de recarga de vehículos eléctricos y de alquiler de bicicletas. Entre otras cosas, por ejemplo, solo podrían aparcar dentro del perímetro aquellos vehículos con plaza de garaje.
Entiende Peñate que esta declaración de Meloneras como ZBE podría convertirse en un proyecto piloto de la aplicación de las medidas que conlleva para una zona turística y podría convertir a San Bartolomé en un modelo a replicar en otros municipios turísticos de Canarias y de España.
Pero el plan contempla también otras muchas acciones, como la puesta en marcha de una línea circular de transporte público mediante microbuses, a ser posible, eléctricos, que conectaría el Faro de Maspalomas con Campo Internacional, San Fernando, El Tablero y llegaría hasta El Salobre. Tendría un recorrido de 13 kilómetros que podría contar con 194.525 pasajeros al año. Además, propone habilitar 36 kilómetros (36.050 metros) de carril bici, lo que supondría multiplicar por cinco los 7 kilómetros actuales (7.128), convertir en Zona 30 (vías en las que no se podrá sobrepasar esa velocidad) 8.152 metros de sus calles, y ampliar en 20.000 metros las aceras.
Otro punto clave del plan pasa por la habilitación de plazas de aparcamiento disuasorios. Con ese fin contempla dotar al municipio de 1.500 plazas más para aparcar en al menos 10 posibles nuevos aparcamientos disuasorios. Pérez explicó ayer que ya trabajan en crear dos, uno de 150 plazas en un terreno en San Fernando en el inicio de la carretera que lleva a Tunte, y otro en la trasera del centro comercial de Bellavista, que será asfaltado. Junto a la GC-503, la carretera que lleva a Ayagaures, se habilitará una explanada para 1.000 coches. Además, más a largo plazo, se construirá un parking subterráneo bajo el parque de San Fernando que está situado entre la calle Alcalde Marcial Franco y la Avenida de la Unión Europea.
Con ese mismo fin de ir restándole protagonismo al vehículo en favor del peatón, el PMUS plantea la peatonalización de varias calles, entre las que sobresale el tramo de la Avenida de Italia, en Playa del Inglés, entre el minitren y el templo Ecuménico, la mejora de la conexión peatonal entre el Paseo Costa Canaria con la calle Las Dunas, junto al Anexo 2, o la implantación de los llamados Metrominutos, planos en los que se le informa al peatón de rutas a pie y su medición en tiempo a distintos puntos de la trama urbana.
El programa incluye también poner en marcha 24 puntos de alquiler de bicicletas, 50 para aparcar las bicis y 27 para la recarga de vehículos eléctricos (ahora hay 4).
Aclara Antonio Pérez que aún no tiene un cronograma del PMUS y que lo primero que se hará será recurrir a financiación externa que les permita ir afrontando las distintas acciones que se proponen, unas más a corto plazo y otras más a medio y largo. La alcaldesa, Conchi Narváez, tiene claro que este documento está en la línea de trabajar «por una ciudad accesible, además de sostenible, con seguridad vial y con fluidez del tráfico de vehículos y bicicletas».
El PMUS basa sus propuestas en un trabajo previo de análisis sociológico, de participación ciudadana y de mediciones de aforo de coches y peatones y de contaminación del aire o por ruidos. Entre otras cosas, pone sobre la mesa que el índice de motorización del municipio es de 924 unidades por cada 1.000 habitantes, por lo que supera la media española y la canaria. Hay 53.397 habitantes y 49.300 coches. «San Bartolomé de Tirajana es el municipio más motorizado de toda España», advierte Pérez, de ahí que este edil vea clave impulsar medidas que reduzcan las emisiones de dióxido de carbono y fomenten la movilidad urbana sostenible
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