Los vendedores del rastro exigen la apertura inmediata del mercadillo
Una decena de puesteros se manifiesta a las puertas del Ayuntamiento, que justifica la suspensión en la dificultad para controlar los aforos en el parque blanco
Un grupo de vendedores del rastro capitalino, apoyados por representantes del mercadillo de Jinámar, se manifestó en la mañana de este lunes a las puertas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para exigir la apertura inmediata de los puestos.
Los manifestantes, que gritaban consignas del tipo 'Queremos mercadill, queremos trabajar', aseguraron que de esta manera querían llevar al Ayuntamiento su malestar por el hecho de que la ciudad haya recuperado la actividad comercial y, sin embargo, el rastro siga con restricciones.
El concejal de Desarrollo Local, Pedro Quevedo, justificó la decisión de tener el mercadillo en suspenso por las dificultades que representa el control de aforo en el parque blanco, en un momento en que las restricciones sanitarias por la pandemia no permiten reuniones al aire libre de más de diez personas. «Hemos quitado a la gente de La Cícer y de Las Alcaravaneras por el riesgo que representaba, ¿y ahora vamos a permitir que se reúnan más de 1.500 personas en el rastro?», se preguntaba el edil.
El Ayutamiento va a presentar a Sanidad un plan de contención de la Covid-19 para tratar de agilizar la celebración de este mercadillo y otros como VEguearte, pero Quevedo alertó de las dificultades de que se autoricen concentraciones tan grandes de personas.
«Nosotros queremos que se celebre el rastro pero es una situación difícil de manejar porque no se puede controlar el aforo en el parque blanco», añadió.
El edil también acusó al PP de promover esta movilización con fines partidistas.