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Aspecto de la calle Orobal. Arcadio Suárez
«Vamos a tener que limpiar nosotros»

«Vamos a tener que limpiar nosotros»

Las Torres. «Esto es un crimen», asegura Francisco Morán, vecino del barrio capitalino al señalar la falta de limpieza y mantenimiento de la calle Orobal, en la que reside

REBECA DÍAZ GONZÁLEZ

Viernes, 4 de septiembre 2020, 01:00

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Francisco ha perdido la cuenta de la cantidad de llamadas que ha hecho a diferentes departamentos del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para solicitar una solución al problema de limpieza y mantenimiento que presenta la calle Orobal, en la que se ubica su vivienda, en el capitalino barrio de Las Torres.

Asegura que al problema que le supone residir en una calle que no está asfaltada y que genera una cantidad de polvo inadmisible para una persona asmática como él, lo que le obliga a tener «plásticos en las ventanas» que no impiden sin embargo que la tierra invada su casa, se suma la falta de limpieza y de retirada de una vegetación que crece a sus anchas sin control.

«El peligro son estos matos, que están secos», dice mientras señala las plantas que han ido proliferando junto a su residencia que le hacen tener un incidente grave porque es un espacio en el que «la gente del bloque de al lado tira las colillas» desde sus casas y van a parar a esta parte de la calle Orobal.

«Es triste esto», señala y asegura que «mi hijo ha tenido que llamar a limpieza para ver lo que podíamos hacer». Dice que sus demandas de que los barrenderos entren en esta parte de la calle no han surtido efecto, por lo que no descarta tener que hacer el trabajo él con su hijo. «Vamos a tener que limpiar nosotros», se queja este jubilado que se confiesa «cansado de llamar al Ayuntamiento».

«Esto es una calle peatonal», dice sobre el tramo de vía que linda con un lateral de su vivienda. «Pero no tengo acera ni nada, no tengo más que mierda». Y es que denuncia que algunos vecinos acuden a la zona con sus perros y dejan los excrementos de los animales.

Este vecino afectado explica que «desde enero» anda detrás del servicio de limpieza «para que vengan» y que no hace mucho «estuvieron durante seis o siete días quitando matos en la bajada del barrio y en la zona del Negrín», pero dice que las tareas no incluyen su calle.

«Son unos piratas», se lamenta, y se pregunta «¿qué les cuenta a ellos mandar a cuatro tíos aquí y limpiar esto?».

Recuerda que en la zona «hay mucha gente mayor» y asegura estar «aburrido» de que no se dé respuesta a un problema que entiende que es sencillo.

«Voy a tener que quitar los matos yo, porque el peligro es mío», dice en referencia a que estas plantas que le pasan una cabeza y crecen pegadas a su casa. «Él ha luchado mucho con esto», reconoce su mujer.

Otra reivindicación que lleva mucho tiempo haciendo es la de la adecuación de la vía para que la tierra que se levanta y el polvo que genera deje de ser un problema. Por eso reclama que «se asfalte la calle o la adoquinen, como han hecho en otras calles del barrio». Asegura que esta vía «es propiedad del Ayuntamiento», que entiende es el que debe acondicionarla.

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