Operación Íncubo: Yino admitió como algo normal tener sexo con niñas «de entre 12 y 17 años», pero «siempre les preguntaba si eran vírgenes»
El proxeneta investigado reconoció a agentes de la Policía Canaria que en el caso 18 Lovas llevaba a las niñas a chalés de «gente de dinero»
El principal investigado de la operación Íncubo, Agustín A. B., alias Yino, reconoció ante agentes del Cuerpo General de la Policía Canaria que de forma «habitual» mantenía «relaciones sexuales con menores de entre 12 y 17 años», aunque aseguró que «siempre les preguntaba si eran vírgenes», porque, según dijo, «no quería romperles la virginidad de esa manera».
Las manifestaciones fueron realizadas de forma espontánea durante su traslado desde la Prisión de Las Palmas II, en Juan Grande, hasta las dependencias policiales de la capital grancanaria, donde se analizaban los vehículos intervenidos en la causa. Los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USEC) que lo custodiaban recogieron el contenido en un acta oficial el día 11 de junio de 2025, al estimar que tenía «valor relevante» para la investigación.
En su conversación con los policías, Yino habló sin reservas de sus prácticas sexuales con menores. «Yo las trato muy bien. A una (el día de fin de año de 2023) le hice sexo oral y se quedó dormida en mis brazos. No tengo miedo porque sé que no he hecho nada malo», afirmó, insistiendo en que las relaciones eran consentidas y que «en su móvil se podía ver cómo las chicas eran las que pedían ir a su casa».
Las frases
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Normalización «No las fuerzo. Están bien desarrolladas y no parecen menores. No tengo miedo porque sé que no he hecho nada malo con ellas»
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Sadomasoquismo «Con una nos pegábamos bofetones mutuamente. Ella luego hacía lo mismo con su novio al que llegó a confundir conmigo»
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Documentos «Tengo DNI falsificados de las chicas y, en caso de ser juzgado algún día, me defenderé diciendo que creía que no eran menores»
El pederasta hizo referencia a una joven en concreto con la que dijo haber mantenido relaciones sexuales «en el coche azul dos meses antes de que lo detuvieran», hecho que se produjo el 20 de enero. También describió otro episodio en su «coche marrón», donde aseguró haber mantenido un trío con una menor y una persona transexual «a la que no podía hacer asco» y a quienes ofreció alcohol que llevaba en una nevera portátil dentro de la furgoneta.
Según el acta, Yino dijo haberles pagado «50 euros a cada una por las relaciones sexuales» y «10 euros más por un vídeo o videollamada anterior», además de regalarles «una botella de alcohol de la preferencia de la chica que no era transexual».
El investigado también relató que ayudaba a una menor «de entre 14 y 16 años», a la que «llevaba a casa de su novio» a cambio de sexo. Reconoció que las relaciones se producían en su vehículo y que entre ambos había prácticas violentas: «Nos pegábamos bofetones mutuamente. Ella luego hacía lo mismo con su novio» al que «llegó a confundir conmigo», añadió. Yino mostró «orgullo» por «haberle enseñado esas prácticas sexuales».
En estas declaraciones espontáneas, el investigado aseguró que ya no «le llevaba chicas a personas ricas para mantener relaciones sexuales», como hacía en el pasado, sino que ahora «gestionaba trabajos a unas 300 chicas como camareras o limpiadoras», aunque las transportaba él mismo «en su vehículo». Un discurso que choca frontalmente con lo manifestado por decenas de menores que narraron a los agentes cómo fueron agredidas sexualmente por esta persona, quien también las ofrecía a terceros para prostituirlas.
Pese a intentar justificar su conducta, reconoció abiertamente que mantenía relaciones con menores y que era algo normalizado para él. «No las fuerzo. Están bien desarrolladas y no parecen menores», afirmó, añadiendo que poseía «DNI falsificados de las chicas» y que, en caso de ser juzgado «algún día», se defendería alegando que «creía que eran mayores de edad», a pesar de que era plenamente consciente de que la realidad era otra.
Los agentes destacaron que el propio detenido manifestó que «las chicas» se referían a su vehículo como «la follafurgoneta».
Las llevaba a «fiestas de ricos»
En su conversación con los agentes policiales, Yino también hizo alusión a la antigua causa de corrupción de menores conocida como 18 Lovas, en la que figura como el principal investigado.
«Tenía a mi cargo unas 150 chicas» que ofrecía a «gente de dinero» para «mantener relaciones sexuales a cambio de que se bañaran con ellos en piscinas» y «de lujos que ellos les compraban, etcétera. Todo ello a sabiendas de que ellas eran menores» y que «usaban DNI falsificados».
También hizo referencia a una participante de un 'reality show' de televisión a la que vinculó con actividades de prostitución.
Yino confesó que ofrecía alcohol, dinero y trabajo a cambio de sexo y que, en ocasiones, las menores eran amigas de su propio hijo. En ese sentido, contó que una de ellas, a la que conoció en una «fiesta de ricos», era amiga del joven y que mantuvieron relaciones sexuales durante aquel evento.
Los investigadores destacan en el acta que el detenido muestra una total falta de conciencia delictiva y normaliza el abuso sexual de menores. «El hecho de mantener relaciones con menores es normal para mí, porque no las fuerzo y no parecen niñas», les dijo.
Durante su declaración espontánea, insistió en que «recomendaba» a las menores «el uso de preservativo» y que les «ponía un nombre de pila» para que «los señores con los que se acostaban» no las identificaran.
13 investigados y 34 víctimas, muchas de ellas niñas tuteladas
La operación Íncubo es una de las investigaciones más importantes y complejas desarrolladas en las islas en cuando a delitos contra la indemnidad sexual de menores. Dirigida por el Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia de Las Palmas de Gran Canaria, ha permitido descubrir una presunta trama de corrupción y explotación sexual de niñas con más de 34 víctimas identificadas. En la causa figuran 13 personas investigadas -doce hombres y una mujer- por delitos de corrupción de menores, prostitución, abuso sexual y tráfico de drogas. Tres de ellos permanecen en prisión provisional: Agustín A. B. (Yino), José Luis S. P. y Eduardo P. I. La Policía Canaria continúa las pesquisas en una macrocausa de trascendencia nacional que cuenta con víctimas tuteladas por el Gobierno procedentes de hogares de acogida.
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