Red de pederastas en Gran Canaria: prostitución, zoofilia, violaciones, coprofilia, drogas y sado con menores vulnerables
Yino A. B. lideró un grupo que captó al menos a 34 niñas contra las que ejercieron brutalidad sexual, muchas de casas tuteladas | Hay 13 personas investigadas
6 de marzo de 2024. Agentes del Cuerpo General de la Policía Canaria se entrevistaron en el parque David Navarro, de Balos (Santa Lucía), con una menor de edad tras haber recibido un oficio de la Fiscalía de Menores que alertaba de su desaparición del hogar tutelado donde estaba residiendo. Al localizarla, esta joven de 16 años -en aquel momento y en situación de vulnerabilidad- no tuvo reparos en contar a los agentes por la crítica situación que estaba viviendo: les manifestó que dos hombres mayores de edad y otra menor la habían inducido a ejercer la prostitución y enviar material pornográfico a adultos a cambio de dinero.
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Esta confesión dio origen a una investigación que los agentes autonómicos denominaron operación Íncubo, el nombre de un demonio de las noches medievales que, según la leyenda, se cernía en silencio sobre sus víctimas para mantener relaciones con ellas mientras dormían.
La sorpresa de los policías fue que el principal responsable de estos presuntos hechos -según esta menor- era Agustín A.B., alias Yino, conocido por ser el cerebro del caso 18 Lovas que investiga una supuesta agencia de modelos de ese mismo nombre, tras la que se ocultaba una trama que también prostituía a chicas menores de edad en situación de vulnerabilidad y procedentes de centros de acogida. Es decir, el mismo protagonista repitiendo patrón de actuación y aprovechándose de su situación de libertad provisional.
34 víctimas menores de edad
De inmediato la operación Íncubo fue asumida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, especializado en violencia contra la infancia y la adolescencia. Su magistrado, Tomás Luis Martín, ordenó a la Policía Canaria que prosiguiera con las pesquisas para identificar a más posibles víctimas y autores, unas diligencias que han ido creciendo durante el transcurso del tiempo y aún prosiguen. Este caso, de momento, ya arroja cifras llamativas. En el sumario aparecen 13 investigados -12 hombres y una mujer- por la presunta comisión de delitos de explotación sexual, prostitución, corrupción de menores y tráfico de drogas.
De estas personas, tres están en situación de prisión provisional: el referido Yino A. B., y José Luis S.P. y Eduardo P.I. Hay más personas que han sido detenidas por la Policía Canaria y que aún no han pasado a disposición judicial tras los testimonios ofrecidos por las 34 víctimas menores de edad -y testigos protegidos- que han narrado con todo detalle a los investigadores las prácticas delictivas a las que fueron sometidas durante más de un año.
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Los agentes adscritos al Grupo de Menores y Familia (Grumef) del Cuerpo General de la Policía Canaria, tras esa confesión inicial, fueron atando cabos y localizando a más menores que declararon haber contactado, principalmente con Yino, para ejercer la prostitución. Al igual que en el caso 18 Lovas, donde el proxeneta se 'inventó' de la nada una agencia de eventos, este sujeto utilizaba ahora principalmente dos cuentas de Instagram (Canarilandia y Sol Canario Eventos) para captar a jóvenes con la promesa de pagarles por acudir a fiestas como imagen.
«Te interesa acudir de postureo? Todos los gastos pagados, coche ida y vuelta más 30 euros por acudir, siempre chicas mayores de edad», rezaba uno de los perfiles. «No aceptamos seguidores. Si necesitas dinero, de 30 a 100 euros, se cobra según evento. Solo chicas mayores de edad. 18 a 21 años», detallaba el otro.
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Pero tras estos mensajes que colgó Yino en los perfiles se ocultaba otra intención que era captar a menores para, por una parte, agredirlas él sexualmente y, por otra, ofrecerlas a adultos, llevándose él un porcentaje por «el servicio», como así denominaba a dicha inducción a la prostitución infantil.
En sede judicial
Tomás Luis Martín
Magistrado
Instructor de la causa, está al frente del Juzgado de Violencia contra la Infancia y la Adolescencia.
Teseida García
Fiscal
Es la encargada de llevar a cabo la acción del Ministerio Público en este complejo procedimiento
Menores de hogares tutelados por el Gobierno de Canarias
Con el avance de la investigación fueron apareciendo nuevas personas clave en las pesquisas, como otras menores que pasaron de ser víctimas a presuntas verdugas. En esta fase inicial de la operación Íncubo se repetía un denominador común: las menores que eran captadas por Yino procedían, en su mayoría, de hogares tutelados por el Gobierno de Canarias, eran recomendadas por propias compañeras de los centros y el proxeneta las incluía en varios grupos de WhatsApp como canal de comunicación para informarles de fiestas, eventos y citas con adultos.
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De forma paralela, Yino las utilizaba para saciar sus apetencias sexuales a cambio de irrisorias cantidades de dinero aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de estas jóvenes de 14 años en adelante: «Me ofreció 20 euros por enseñarle las tetas y el mismo dinero por lo mismo y follar», declaró la denunciante inicial de esta trama.
Poco a poco los agentes fueron tomando declaración a más menores y, por consiguiente, salieron a la palestra más nombres de adultos que se aprovechaban sexualmente de ellas, induciéndolas a cambio de dinero a la práctica de todo tipo de brutalidad sexual.
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En el sumario las víctimas narran la crudeza de lo vivido con los investigados y detallan como las buscaban a sus domicilios, casas tuteladas o en fiestas para -presuntamente- agredirlas sexualmente, les ofrecían y practicaban tríos y orgías de todo tipo con otras menores, les daban drogas duras, las violaban en casas, coches, fincas, hoteles o cuartos trasteros y las coaccionaban para que buscaran a más amigas que también practicaran estos actos a cambio de dinero.
En este contexto, Yino A. era el centro neurálgico de la trama y la conexión entre los investigados, ya que unos eran empresarios o personas conocidas del ocio nocturno de la isla y otros eran hombres sin vínculos con los anteriores pero con el mismo fin que no era otro que violar a menores de edad.
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Testimonios escalofriantes de 40 jóvenes
Además, Yino protagonizó los episodios más escalofriantes que se pueden extraer de los testimonios aportados a la Policía Canaria por casi 40 jóvenes conocedoras de esta trama. Pedía de forma reiterada a la mayoría de las menores que le enviaran vídeos de alto contenido sexual, que le acompañaran en su coche mientras él se masturbaba, les decía que le pegaran, escupieran, orinaran, defecaran encima y hasta le introdujeran objetos sexuales a cambio de bizum o, incluso, cigarrillos electrónicos y, para colmo de la depravación mostrada por este investigado, llegó a masturbar a un caballo y a hacerle una felación en compañía de una de las víctimas mientras esperaba a otra para hacer -presuntamente- un trío.
Todo ello al mismo tiempo que tramitaba su cambio de sexo para, según declaró una menor que él le había comentado, «por si entraba en la cárcel, para tener los mismos derechos que las mujeres». Un cambio registral de sexo que ejecutó el 28 de febrero de 2024 y que utilizó para pedir ser trasladado al módulo de mujeres de Juan Grande cuando fue detenido y enviado a la cárcel.
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Presuntos reincidentes conocidos
Cuanto más crecía la lista de víctimas, también hacía lo propio la de investigados. Los agentes detuvieron a las personas que -según las menores y testigos- habían cometido estos hechos y, para su sorpresa, entre los principales había dos más que están a la espera de juicio por el 18 Lovas: Eugenio H.L. y Domingo H.T., quienes aún no han pasado a disposición judicial.
Además de estas dos personas, los agentes sitúan en la cúpula de esta presunta red de pederastas a José Luis S.P. -que ejerce entre otras actividades, como ojeador en Canarias de un equipo de fútbol profesional español- y Eduardo P.I., dos personas que están junto a Yino en situación de prisión provisional.
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El procedimiento también se dirige contra otras personas como Zeus D.P., Manuel Jesús S.T., Luis M.S., Ahmad H.A., Francisco Javier G.G. y otras dos personas más. Hay una mujer, Dayanara C.M.N, que está considerada como una de las presuntas captadoras de menores para que ejercieran la prostitución infantil.
Esta operación Íncubo ha acabado con la que puede ser la mayor banda organizada de pederastas de la historia reciente de las islas, con niñas en situación de alta vulnerabilidad como víctimas.
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