José Onelio Ramos Medina deja una huella imborrable entre quienes lo conocieron. /
José Onelio Ramos Medina deja una huella imborrable entre quienes lo conocieron. /
José Onelio Ramos Medina, empresario, profesor mercantil y ex director general adjunto de La Caja Insular de Ahorros, falleció en Gran Canaria a los 80 años. Fue también socio fundador de Informaciones Canarias SA, empresa editora de CANARIAS7.
A su labor en el campo de la economía y las finanzas hay que añadir su paso por la política, en el Partido de Gran Canaria, formación con la que fue candidato al Parlamento y al Cabildo de Gran Canaria. A comienzos de siglo capitaneó la integración de esa formación en el Partido Popular.
Onelio Ramos fue siempre una persona comprometida con la defensa de las islas y en especial de Gran Canaria, batallando por el equilibrio interinsular y el progreso económico y social. Ese compromiso lo aplicó en todas las facetas de su actividad.
Natural de Tenoya, llegó a La Caja Insular de Ahorros procedente de la Asesoría García Mendoza. En la entidad financiera destacó por sus conocimientos contables, organizativos y fiscales. Una opinión suya en la Confederación de Cajas de Ahorros lo hizo persona destacada por su ahorro fiscal a todas las asociadas.
Como jefe de Organiación de La Caja contribuyó decisivamente a su informatización. Sus relaciones con el Banco de España eran excelentes y facilitó la normalización de las relaciones con la entidad emisora.
Entre otros cargos, fue director general adjunto de La Caja Insular, contribuyendo con su buen hacer y su entrega al crecimiento y consolidación como entidad financiera de referencia en las islas y en especial en la provincia de Las Palmas.
En el campo empresarial fue socio fundador de la tienda de regalos Ryma. Y participó en la constitución del periódico CANARIAS7, un campo que desconocía pero en el que se impuso a base de esfuerzo, estudiando el funcionamiento y organización de otras rotativos.
También fue accionista y directivo de Cementos del Archipiélago, que llegó a tener un centenar de empleados y un silo de 15.000 toneladas en el Puerto de La Luz y Las Palmas.
En el aspecto personal, deja la huella de un hombre imaginativo, emprendedor, excelente y desprendido con sus amigos, pues siempre estuvo dispuesto a echar una mano por ellos.
Hoy, al enterarnos de su muerte, lloramos de verdad su ausencia y trasladamos las más sinceras condolencias a familiares y seres queridos. Se va un amigo de esta casa, que fue la suya, y decimos adiós a un firme defensor de su tierra.
Descansa para siempre. Aquí dejaste lo mejor de ti, que fue muchísimo.