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Pedro Pérez en una imagen de archivo. C7

Adiós a Pedro Texaco, el eterno 'no problem'

obituario ·

Pedro Pérez Abrante falleció este miércoles. Desaparece uno de los personajes más populares del puerto de la capital grancanaria, sobre todo del muelle deportivo y también del entorno de la vela.

Canarias7

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 8 de junio 2022

Pedro Pérez Abrante, natural del Puerto de la Cruz (Tenerife) y conocido también como Pedro 'No Problem' -así contestaba a todo el que le planteaba un problema-, estaba presente desde 2020 en el callejero del Puerto de La Luz y Las Palmas. Estuvo al frente de la estación de servicio del Muelle Deportivo de 1966 a 2012 y que en 2013 fue distinguido como Hijo Adoptivo de la ciudad, recibió en 2020 el reconocimiento institucional de la comunidad portuaria con la colocación de las placas con su nombre a la vía del contradique Este del Muelle Deportivo, que une la sede de la Federación de la Vela Latina Canaria (promotor de la iniciativa) con el extremo norte del contradique y la estación de servicio que regentó.

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En 2012 se retiró. Tenía entonces 71 años y reconocía que ya le tocaba descansar y «disfrutar de un poco de tiempo libre para hacer todo lo que no he podido». «Tengo todo empaquetado en cajas, guardadas en casa de un amigo. Al recoger me he encontrado con cosas que ni me acordaba que existían», señalaba entonces.

Entre sus pertenencias puede presumir de tener hasta una foto con el entonces príncipe Felipe. En esas cajas estaba toda su vida, y no es una exageración, porque después de casi 34 años al frente de la gasolinera del Muelle Deportivo era difícil jubilarse, sobre todo porque su labor no era tanto el trabajo que realizaba allí, sino más bien los servicios que prestaba de manera desinteresada a todo aquel que recalaba en este muelle deportivo.

Para el anecdotario queda su curiosa manera de comunicarse todos esos años de servicio en el muelle con los extranjeros sin saber idiomas. Todo lo solucionada con su famoso «no problem, compañero» y con una sonrisa en la boca que hacía que el interlocutor entendiera que Pedro lo iba a solucionar. «Con los años he aprendido algunas palabras, pero realmente no me ha hecho falta. La gente cuando se quiere entender, se entiende sin problemas», relataba.

Su nombre queda indisolublemente unido a la historia portuaria, que llora su fallecimiento. Descanse en paz.

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