Vea la portada de CANARIAS7 de este domingo 7 de diciembre de 2025
En la izquierda, el antes; en la derecha, el después de la aplicación de la micropigmentación capilar. Yeray Cruz

Micropigmentación capilar, un método en auge para combatir la calvicie

Las técnicas poco invasivas y con acabados naturales ganan terreno y acercan al sector masculino a los tratamientos estéticos | Resultan también fundamentales para personas que atraviesan una enfermedad y han perdido la autoestima

Dánae Pérez

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 14 de diciembre 2024

«El pelo lo es todo», afirmaba con vehemencia Fleabag, personaje protagonista de la serie homónima, en uno de sus discursos más célebres. Y es que el cabello lleva intrínseco un componente cultural y social. Es todo un símbolo, por ejemplo, en las culturas negras. Define y representa, y cada vez hay más técnicas que permiten combatir su pérdida con un acabado natural. Una realidad que acerca a muchos hombres a los tratamientos puramente estéticos, pero que también ayuda a mejorar la autoestima a personas que pasan por cambios físicos debido a una enfermedad.

Publicidad

«La micropigmentación capilar está en auge», asegura Yeray Cruz, que se autodefine como «artista capilar y de cejas». Junto a su colega y compañera de vida, Ingrid Hernández, regenta un centro de micropigmentación en Gran Canaria, y ambos han notado que esta técnica se ha disparado el último otoño, tanto en hombres jóvenes como en mayores.

Existen varios factores que propician esta tendencia. Por un lado, España es el país con más varones con alopecia: el 44,50% de la población masculina, según el último informe de la plataforma Medihair. Le siguen de cerca Italia (44,37%) y Francia (44,25%).

Por otro, el cuidado de la imagen atraviesa un momento álgido. El impacto diario de las redes sociales, a rebosar de usuarios que solo muestran su mejor versión, conduce a ello.

En medio de este escenario emergen tratamientos para el cuidado de la imagen como la micropigmentación capilar, pero, ¿en qué consiste exactamente? Se trata de la introducción de pigmentos en el cuero cabelludo para replicar el folículo piloso, logrando un efecto rapado. «Cuando te cortas el pelo, ese puntito que se queda es lo que se replica», matiza Yeray.

España es el país del mundo con más hombres calvos: el 44,50%, lo que influye en el éxito de este tipo de técnicas

Datos de la plataforma Medihair

La técnica es «mínimamente invasiva», puntualiza Ingrid, ya que «no debe dejar ni heridas ni cicatriz». Se aplica en las zonas afectadas por la alopecia, pero también en cicatrices que puedan haber en la cabeza para dar una sensación de mayor densidad.

Publicidad

A menudo se tiende a pensar que es similar a un tatuaje, pero los profesionales lo desmienten. «Aunque en ambos casos se introduce tinta en la piel, la profundidad de implantación es diferente; el tipo de tinta también lo es», incide ella.

«Un tatuaje está pensado para toda la vida, por lo que es más profundo en la piel. Todo lo que es micropigmentación va en una capa superficial, su fin es más estético y hay que ir retocándolo cada cierto tiempo, dependiendo del tipo de piel y de la técnica utilizada», agrega él.

Publicidad

Este tratamiento es una alternativa a los injertos, técnica que requiere una intervención más compleja, con la extracción de pelo del propio interesado y la realización de incisiones en la cabeza. Además, se acompaña de medicación para mantener la densidad del pelo trasplantado.

Se trata de una opción para quienes se gustan rapados, no son candidatos al trasplante capilar o no desean medicación

La micropigmentación capilar es una opción para los hombres que acostumbran a llevar la cabeza rapada pero van perdiendo pelo y para quienes tienen una alopecia muy avanzada y no son candidatos para el trasplante capilar.

Publicidad

No es un método novedoso, pero en los últimos años ha dado un «salto de calidad» logrando acabados naturales y acaparando la atención de profesionales y clientes. «Antes se hacía, pero no tenía ni diseño ni medida, era un poco meter tinta por meter», apostilla Yeray.

La micropigmentación capilar es apta para todo el mundo, pero con matices. «La piel hay que tenerla en cuenta y hay algunas que están muy quemadas», apunta Ingrid. «Es nuestro lienzo, tenemos que prepararla, ver en qué estado está y hacer una valoración. Es una zona que tenemos que tener perfecta o lo más perfecta posible. Hay una escala de naturalidad y tenemos que ver los puntos fuertes y débiles para no crear falsas expectativas y dejar claro cuál va a ser el resultado», ahonda su colega.

Publicidad

Más allá de lo estético

La técnica de la micropigmentación no solo se aplica en el cuero cabelludo, sino que también en los ojos, labios, pezones o cejas. Para estas últimas existe una rama específica que se centra en su diseño conocida como microblading.

Se trata de un método que ha ganado popularidad con fines meramente estéticos. Si bien, en numerosas ocasiones va más allá y supone la «recuperación de la identidad», un paso más en el proceso de sanación de muchas personas.

Noticia Patrocinada

Ambos profesionales viven a diario en su centro situaciones verdaderamente complejas, en las que la pérdida de pelo debido a una enfermedad provoca un gran vacío emocional.

Diseño de cejas con la técnica del microblading. Ingrid Hernández

«Lo vemos en casos de pacientes oncológicos con el tema de la quimio, el no tener un pelito en las cejas o en las pestañas, les cambia la cara y les afecta a la autoestima. Luego hay señores que han perdido el pelo en la cabeza y lo aceptan, pero cuando pierden el pelo de la cabeza y de las cejas por una alopecia fuerte, por ejemplo, se ven enfermos y hasta el hombre más fuerte se desmorona», reseña Yeray. «Te lo cuentan: 'Cuando me quedé calvo, pues bueno, pero cuando perdí las cejas, perdí la identidad'», especifica Ingrid.

Coinciden en que lo más gratificante de su trabajo es ver que su clientela se acepta, se gusta y se reconoce frente al espejo después del tratamiento aplicado, ya sea por estética o por recuperar cierta normalidad durante o tras el transcurso de una enfermedad.

Publicidad

«Detrás de cada caso hay una historia, hay un drama, tener la capacidad de hacer que se sientan mejor...», concluye Cruz, que no encuentra las palabras exactas para describir esa sensación.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad