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El don de lenguas del que siempre hizo gala el profesor Reina estuvo en todo momento acompañado de un pausado hablar, siempre reflexivo, sopesador de significantes. Esa misma tranquilidad siempre caracterizó los trayectos en la calle con la que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria honró, en el año 2013, la memoria de un maestro, exdirector del Colegio Inglés, fallecido hace ya 17 años como consecuencia de un atropello.
Sin embargo, en los últimos tiempos se ha venido notando el paso de vehículos a una velocidad inusitada en esta vía que se conduce por delante de la urbanización Reina Mercedes. Atemorizados siempre por las inundaciones que se han venido sucediendo en los últimos años cada vez que llueve con cierta intensidad, la sensación de inseguridad por las altas velocidades que se producen en el barrio les roba también el sueño.
«La gente se cree que esto es una pista», denuncia Juan Guerra, uno de los representantes vecinales de la urbanización Reina Mercedes.
En los últimos tiempos, dos accidentes de tráfico han hecho que los vecinos vuelvan a poner sobre la mesa la necesidad de que se adopten medidas que sirvan para reducir la velocidad de los vehículos que circulan por esta zona.
El primero se produjo a fines de enero del presente año. En esta ocasión, un coche bajaba por la calle Archivero Joaquín Blanco Montesdeoca en sentido contrario al de la circulación normal y acabó saliéndose de la vía en la rotonda que conecta esta calle con la de Profesor Reina. Este suceso no tuvo que ver con la velocidad de la conducción sino que se produjo debido a que la conductora del vehículo siniestrado sufrió una hipoglucemia.
El segundo incidente tuvo lugar casi un mes más tarde, a fines de febrero, cuando un vehículo derrapó en la entrada a la rotonda, tras perder el control del vehículo, y acabó estampándose contra una farola y destrozando el frontal del automóvil.
Debido a estos hechos, los vecinos de la urbanización Reina Mercedes han solicitado al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que instale varios lomos de asno con el fin de que los vehículos que circulan por la zona se vean obligados a reducir la velocidad.
«Es una pasada ver cómo vienen por esa recta», expone el representante vecinal Juan Guerra, «a ver si el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria pone los lomos de asno porque asusta ver cómo pasan los coches».
Estos ciudadanos entienden que si la carretera hubiera tenido estos reductores de velocidad se podría haber evitado un accidente como el del vehículo que acabó chocando contra la farola.
Para agravar más la situación, las altas velocidades que se producen de noche y de madrugada vienen acompañadas de mucho ruido, lo que afecta al descanso de estos vecinos.
Los afectados temen que cualquier día pase algo más grave y que finalmente se produzca un atropello.
Por el momento, han presentado por escrito, ante la concejalía del distrito de Ciudad Alta, su petición de que se instalen los lomos de asno y están a la espera de que el Ayuntamiento les responda.
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