Para el fiscal, «el asesino se está haciendo pasar por loco como si fuera una película»
Tribunales ·
Las acusaciones insisten en que el ataque fue premeditado y la defensa que fue fruto de un arrebatoEl fiscal Luis Estévez y la acusación particular ejercida por Pablo Bolaños, pidieron al Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Las Palmas que no «se deje engañar» por el acusado Marcos José Hernández, ya que «no sufre enfermedad mental alguna» y que en octubre de 2018 mató a hachazos a su padre «porque lo odiaba», horas después de haber hallado muerta a su madre, quien padecía una enfermedad degenerativa. «Lo que está pasando es que el asesino se está haciendo pasar por loco como si fuera una película. Ha mentido aludiendo a demonios y naves extraterrestres con el objeto de intentar engañar al jurado», expuso sin ambages el representante del Ministerio Público.
En la quinta jornada del juicio que se sigue contra el encausado, su abogado Carlos Quintana insistió, en cambio, en que sufre desde hace años un trastorno psicótico que nunca se le llegó a diagnosticar pese a que la víctima, su padre, el abogado y poeta José Rafael Hernández, lo advirtió en 2011, aunque nada se hizo, y confió en que se considere que su defendido es inimputable. «No es un psicópata, es un psicótico y el diagnóstico que ha dado el único especialista en psiquiatría forense en este procedimiento sostiene que es un psicótico», advirtió el letrado.
«No vio al demonio, vio a su padre y lo mató»
Luis Estévez, fiscal
Marcos José Hernández está acusado de un delito de asesinato y de abandonar los cuidados de su madre, quien falleció en una clara situación de desasistencia el 14 de octubre de 2018 en la vivienda familiar, propiedad de la víctima, ubicada en el barrio de Las Alcaravaneras de Las Palmas de Gran Canaria.
Luis Estévez desgranó lo que a su juicio fueron los hechos y relató que el acusado reconoció que mató a su padre «utilizando un hacha, un arma contundente y apta para ocasionar la muerte». Dijo que «los primeros golpes fueron al colchón, luego a las piernas para que no huyera y finalmente ya en el suelo le dio en la cabeza para acabar con su vida. Lo atacó sorpresivamente después de esperar a que se hubiese dormido», añadió.
«Fue un crimen atroz por convicción»
Pablo bolaños, acusación
Sobre el estado mental de Marcos José, «la pregunta es si el 15 de octubre tenía mermadas sus facultades. Por eso, las médicos forenses, que son imparciales y no tienen interés particular, le realizaron tres entrevistas en las que valoraron al acusado y a su inexistente historial psiquiátrico». La primera entrevista fue el 19 de octubre, 15 días después de los hechos «y no presentaba signos de trastorno mental alguno, de efectos psicóticos y no tenía afectadas sus facultades cognitivas y volitivas. No vio al demonio, vio a su padre, discutió con él y esperó a que se acostara para ir con un hacha a matarlo», sentenció el fiscal.
«No se dejen llevar por la dureza de los actos»
carlos quintana, defensa
El abogado Pablo Bolaños, por su parte, mantuvo que se trataba de un «asesinato con alevosía, ensañamiento y parentesco» para el que reclamaba la prisión permanente revisable, dada la «brutalidad» de su acción sobre una persona especialmente vulnerable y la peligrosidad del acusado, quien considera que «había planificado la muerte de su padre» y comprado con esa finalidad el hacha con el que lo atacó.
«El fallecido se tuvo que encerrar en su despacho y, si era el ogro violento que han manifestado, ¿cómo es posible que el torturador viviera en la jaula? Cedió una casa a Marcos en propiedad sin condiciones y lo ayudaba económicamente», dijo al Jurado.
Insistió el letrado en «defender la memoria de Pepe», refiriéndose a la víctima, que «aunque fue alguien particular, su trato al hijo no fue como han dicho», argumentando que a parecer, «no medió arrebato alguno» en el encausado. «No estamos ante ese supuesto de efecto inmediato porque pasaron horas desde que falleció, no llamó a los servicios de emergencia y cuando llegó el padre, no le dijo nada. Dejó que fuera a su dormitorio, que se acostara y durmiera ya que estaba desvestido para matarlo».
Descripción gráfica
El ataque «no fue fruto de una defensa contra José Rafael como se ha querido decir. Atacó a las rodillas fracturando los ligamentos y rótulas y sólo pudo defenderse de los hachazos hasta que cayó al suelo. Fue una ejecución» de un individuo que ha «sobreactuado y mentido. La actitud del acusado siempre ha sido la de justificar un crimen, que ha sido de convicción y venganza e incluso dijo que estaba ya en paz por haber acabado con la vida de su padre».
Por último, para Bolaños, la pericial psicológica propuesta por la defensa «no tiene peso probatorio, es extemporánea. Tuvo la posibilidad de pedir la prueba en su momento y no lo hizo, se aportó dos años más tarde y es un mero proyecto teórico sin un solo verbo o afirmación concluyente. Todo teoría y, encima, con errores de bulto».
El lunes, el magistrado presidente de la Sección Primera de la Audiencia, Pedro Herrera, elaborará el objeto del veredicto para que el jurado popular pueda comenzar a deliberar.
El fiscal rebaja su petición de pena a 23 años y la acusación a 25
El fiscal Luis Estévez modificó sus conclusiones y rebajó de 25 a 23 años su petición de pena para el delito de asesinato con el agravante de parentesco, por entender que concurre el atenuante de confesión, y mantuvo los seis meses de cárcel por desasistir a la madre. La acusación particular ejercida por la hermana del fallecido también cambió su informe y, de la pena máxima que solicitaba por el delito de abandono, cuatro años, redujo a seis meses su petición.