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Marcos José, el día en el que se llevó a cabo la reconstrucción de los hechos. Cober

Doble crimen en Pérez del Toro: Libertad provisional para Marcos José

Tribunales ·

La autoridad judicial decreta que el investigado por homicidio abandone el centro penitenciario con la prohibición de salir de las Islas Canarias y la obligación de firmar en el juzgado todos los días 1 de cada mes

Francisco José Fajardo

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 7 de mayo 2021, 13:15

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El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, Alberto Puebla, ha decretado la libertad provisional para Marcos José López, el joven que fue detenido por haber acabado con la vida de su tío, José Miguel López Esquerdo, quien minutos antes había apuñalado de muerte a su propia madre Josefina Esquerdo Pérez en la capital grancanaria.

La autoridad judicial tomó esta decisión después de considerar que ya se habían practicado las pruebas más complejas de la instrucción, que no había riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas por parte del detenido y el mismo tiene arraigo en las islas. Marcos José colaboró desde el primer momento con la investigación y no podrá salir de Canarias por orden judicial y, además, deberá comparecer en el juzgado o en la oficina de presentaciones de la Policía Judicial todos los días 1 de cada mes, dispone el auto judicial notificado a las partes en la mañana de este viernes.

El magistrado instructor deja a Marcos José en libertad investigado por la comisión de un presunto delito de homicidio, después de que fuese detenido el 12 de abril tras haber acabado con la vida de su tío.

Puestos en contacto con el abogado de la defensa, José Gerardo Ruiz Pasquau, el mismo declinó hacer ninguna manifestación «porque la instrucción judicial está en curso», manifestó a este periódico.

En el auto de prisión que el magistrado dictó el pasado día 15 de abril, relató que Marcos José había estado residiendo en la casa de su abuela en la calle Pérez del Toro desde el mes de septiembre de 2020, a donde se había trasladado desde Fuerteventura para estudiar. En esta vivienda vivía en compañía de Josefina y de su tío José Miguel López Esquerdo.

El pasado lunes 12, después de las 21 horas, Marcos José se encontraba tumbado en la cama de la habitación donde dormía viendo una película en su ordenador, cuando José Miguel «entró en la estancia, cogió una llave que abre la puerta de la casa que Marcos José había dejado sobre la mesa, y se la llevó», determina el auto. Poco después, José Miguel regresó a la habitación y puso en su lugar «otra llave».

El joven solo podrá residir en Gran Canaria o en Fuerteventura, de donde es natural y vive su familia directa

Al cabo de un tiempo, «algo más de un minuto», el parricida volvió a la habitación del joven estudiante «con un cuchillo en una mano y un martillo en la otra y le pidió que le diera el teléfono móvil en el que Marcos José estaba viendo un vídeo». Su sobrino le respondió «que no se lo daba» y el parricida volvió a alejarse de la habitación «a la que regresó poco después, en esta ocasión con el martillo y el cuchillos guardados en el interior del pantalón pero asomándose por la parte superior».

Nuevamente y según el auto, José Miguel habló con su sobrino y se marchó «para regresar segundos más tarde con el cuchillo y el martillo en sus manos e intentó agredir a Marcos José, el cual se intentó incorporar, forcejeó con José Miguel, cogió el cuchillo por la hoja para impedir que se lo clavara y consiguió expulsar a su tío de la habitación, cerrando la puerta». En ese momento de máxima tensión, José Miguel dio «golpes en la puerta con el martillo y la rompió» y Marcos José «intentó tranquilizarlo hablando con él». Al cabo de un tiempo, el joven consiguió que el agresor se relajara y la situación se calmó, pero en ese instante José Miguel le dijo «que estuviera tranquilo porque no le iba a hacer nada y que se había confundido y había matado a la abuela». Mientras tanto Marcos José llamó a la policía, se sacó fotografías y también se comunicó con el móvil con sus padres, a los que envió imágenes de sus heridas.

Múltiples heridas

Destaca el magistrado instructor que, durante todo el incidente, Marcos José «pedía auxilio» y durante el forcejeo «sufrió diversos cortes en las manos, heridas en el cuerpo y la cara, y un golpe en la cabeza con el martillo».

Al rato, José Miguel se alejó y, en un momento dado, se escuchó el timbre de la puerta y el joven «pensó que era la policía», por lo que transcurridos unos segundos, salió de la habitación «para ir hacia la puerta de entrada de la casa». En la mano llevaba un bolígrafo «que había cogido de su habitación para defenderse por si era nuevamente atacado».

Pero cuando se dirigía hacia la puerta «vio sobre una mesa el cuchillo que llevaba su tío y el martillo», por lo que cogió el arma blanca y vio que su tío se encontraba «junto a la puerta de entrada, tumbado boca abajo, con las palmas de las manos sobre la nuca a la espera de la entrada de la policía.

Marcos José se escondió unos segundos en el baño y como la policía no entraba en la casa porque su tío les dijo que su sobrino «le había quitado la llave, decidió acercarse hacia la puerta para abrir». En ese momento, el parricida «empezó a incorporarse desde el suelo y Marcos Miguel le clavó, hasta el mango y en la espalda, el cuchillo que llevaba en su mano derecha».

Inmediatamente la policía rompió la puerta de una patada y entró en la casa saliendo a Marcos José «con las manos en alto y pidiendo socorro» y a José Miguel «que se desvanecía». Le auxiliaron y avisaron a los servicios de urgencias sin que estos pudieran hacer nada por salvar su vida porque las lesiones que le produjo el encausado con el cuchillo le causaron un «shock hipovolémico e insuficiencia respiratoria aguda secundaria a sección pulmonar», sostiene la autoridad judicial.

En la casa estaba el cadáver de la abuela que presentaba una herida en tórax que le produjo una insuficiencia respiratoria secundaria a sección pulmonar.

Miedo extremo

El magistrado Alberto Puebla determinó en su auto de prisión inicial que el estudiante «reconoció como le clavó el cuchillo a su tío ante el temor de que este se levantara y pudiera agredirle», una versión «coherente con lo que observaron los agentes de policía actuantes que rompieron la puerta de entrada al domicilio y se encontraron con Marcos José, que salía de la casa con los brazos en alto demandando auxilio, y que vieron como José Miguel, que tenía clavado un cuchillo en la espalda, se desvanecía», sostuvo.

A criterio de su abogado defensor, Marcos José se encontró «en circunstancias extremas», en unos hechos no fueron «buscados ni queridos por él, que había pedido auxilio a otras personas y a la policía y que si la intervención hubiera sido más inmediata quizás no se hubiera producido la muerte de José Miguel».

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