Dieciocho horas de atasco al año
Cada vecino de la capital pierde unas 18 horas de su vida al año en los atascos. Nuestra ciudad es la novena peor de España en cuanto a congestión, según un estudio mundial de la compañía estadounidense Inrix. En horas punta, el 16% del tiempo que pasamos al volante lo sufrimos en alguna retención.
Los atascos se han hecho ya tan habituales en la capital grancanaria que no hace falta que se produzca un accidente o salte la tapa de una alcantarilla para bloquear la ciudad. Si antes, los viernes eran los días más complicados, ahora prácticamente a diario en vías de alta capacidad, como la autovía marítima o la circunvalación, las colas están aseguradas.
La situación es tal que un estudio realizado por la empresa Inrix sitúa a Las Palmas de Gran Canaria como la novena ciudad de España (de 63 grandes urbes analizadas), la 307 de Europa (de 748) y la 507 del mundo (de 1.360) con un tráfico más insoportable.
Según este análisis, los ciudadanos de la capital perdemos cada año 18 horas en los atascos. De acuerdo a estos datos, en torno a un 9% del tiempo que empleamos en desplazarnos se nos va en los atascos. Y esto es la media: si pusiéramos el foco en las horas punta, este porcentaje subiría hasta el 17%, especialmente a partir del mediodía.
La situación del tráfico en la capital grancanaria es ahora mismo similar a la de la ciudad saudí de La Meca, con la diferencia de que en esta última residen dos millones de habitantes, cinco veces más que aquí. No obstante, todavía está lejos de otras urbes como Madrid -cuyos conductores pierden 42 horas al año- o Valencia -26 horas por año.
Recuperación económica
Para el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria la sucesión de atascos en el tráfico urbano son la expresión de la recuperación económica. Y eso tanto por lo que supone de facilidad a la hora de sumar más vehículos a la carretera -en enero de este año, las matriculaciones en Canarias aumentaron un 17% respecto al mismo mes del año anterior- como por el hecho de que hay más obras en marcha, públicas y privadas, con lo que eso supone de traba para la circulación en la ciudad.
Hay que tener en cuenta que estos dos factores suponen una presión casi insoportable para una ciudad ya de por sí saturada. Baste recordar que la capital tiene un índice de 659 vehículos por cada mil habitantes -con los datos de la Dirección General de Tráfico referidos a 2015- frente a los 606 de Madrid o los 569 de Barcelona.
El crecimiento del parque automovilístico en Las Palmas de Gran Canaria queda patente si se tiene en cuenta que hace quince años era de 460 vehículos por mil habitantes, de acuerdo a los análisis que recoge el Plan General de Ordenación.
El director de Movilidad del Ayuntamiento, Heriberto Dávila, atribuyó también al hecho de que los principales puntos negros del tráfico siguen sin ser solucionados -las obras de Belén María, Torre Las Palmas y plaza de América dependen del convenio de carreteras- como causantes del rosario de atascos que tienen que soportar los ciudadanos.
A ello hay que sumar el efecto llamada que ejerce la capital respecto de otros municipios. «En torno al 80% de los movimientos del resto de la Isla se dirigen a esta ciudad», aseguró Dávila.
Para la oposición, en cambio, el problema está en la gestión que se hace desde el Consistorio.
Así lo piensa el viceportavoz del PP, Ángel Sabroso, quien interpreta «el colapso permanente de tráfico como un claro ejemplo del retroceso de los servicios públicos». Para él, está claro que la recuperación económica genera más desplazamientos, «pero nadie en el tripartito se preocupa de preverlo y gestionarlo». «Si encima se suman obras improvisadas, con mala programación, como el cierre de Primero de Mayo o la tomadura de pelo del juguete particular del alcalde, Augusto Hidalgo, que es la MetroGuagua, el resultado es el colapso perfecto». Sabroso entiende que «los atascos de ahora no serán nada cuando se metan a peatonalizar Mesa y López sin solventar Torre Las Palmas».
Para Ciudadanos, los atascos son «el reflejo de una falta de coordinación en el área de Movilidad». Su portavoz, Beatriz Correas, lamenta que cuando haya atascos no se traslade información al ciudadano y que la única obsesión del grupo de gobierno sean «sus proyectos faraónicos sin tener un plan para gestionar tanto cambio».
Por su parte, David Suárez, de Unidos por Gran Canaria, entiende que falta un mantenimiento adecuado de la red de carreteras y lamenta la «desidia» de los responsables políticos actuales, quienes no son capaces de sacar adelante los proyectos de Torre Las Palmas o de mejora de la avenida marítima.