La Casa de la Juventud, en un terreno «peligroso»
Un dictamen pericial desvela la «patología severa» del edificio y plantea varias actuaciones para rehabilitar el inmueble y recuperar su uso con seguridad.
La Casa de la Juventud del Barrio Atlántico fue abierta en el año 2011 como el mayor centro de Canarias para jóvenes. Éstos iban a tener un espacio en el que relacionarse y desarrollar actividades. Sin embargo, la aparición de grietas alertaron desde el primer momento de que algo iba mal. Tanto es así que tres años después de su inauguración hubo que echar el cierre. Un informe pericial encargado ahora por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria detecta los fallos que están provocando su hundimiento y propone medidas para su rehabilitación.
El arquitecto Manuel S. Vega es el redactor del informe, culminado en octubre del año pasado y al que este periódico ha tenido acceso ahora. El experto detecta que el estudio geotécnico realizado para levantar el inmueble «carece de las garantías mínimas exigidas por el Código Técnico de la Edificación». Lo primero que apunta al respecto es que el edificio se hizo sobre un suelo que no era el más apropiado. «Clasifica el terreno como favorable», dice en relación al estudio geotécnico, «en lugar de terreno desfavorable (vertedero incontrolado) y muy peligroso».
Hay que recordar que toda esa zona fue durante años un vertedero que fue apisonado para construir encima no solo la Casa de la Juventud, sino también el parque de La Ballena, donde algunos campos de fútbol fueron cerrados por problemas de cimentación.
El primer error
El emplazamiento escogido para ubicar el inmueble fue el primero de los errores cometidos en este proyecto. De hecho, el análisis apunta que el número de sondeos que se realizó dentro de la parcela no solo fue insuficiente -se hicieron dos- sino que además fueron elegidos de manera arbitraria y alejados del lugar que ocuparía la edificación.
En este sentido, el evaluador considera que con un simple cambio de ubicación dentro de la misma parcela se hubiera podido ahorrar muchos de los problemas que condujeron al cierre. Así lo expone al señalar que «el técnico tenía que haber aconsejado al Ayuntamiento que buscara otro suelo para la Casa de la Juventud o, como mínimo, exigir una mayor definición a los redactores del estudio geotécnico. De haberse hecho esto último se hubiese podido situar el edificio en otra zona de la parcela, donde el firme se encuentra a menor profundidad». Así, hubiera estado más cerca de la calle Alférez Provisional y del campo de fútbol del Barrio Atlántico.
A la vista de todo ello, una de las conclusiones a la que llega el dictamen pericial es que «hay un problema de importancia en la cimentación del edificio», un inmueble en cuya construcción se invirtieron 897.021,89 euros con cargo a los fondos del llamado plan Zapatero. «En un enclave tan inestable e indeseable como el que nos encontramos, habría que haber adoptado además otras medidas específicas para esta obra», prosigue el arquitecto, «concretamente las medias necesarias que tendrían que garantizar que la basura no se introduzca dentro del hormigonado del pilote».
Además, detecta que «la calidad del hormigón es inaceptable» y apunta que la caja de escaleras principal «carece de cimentación profunda». Aparte de otras debilidades del proyecto, el especialista señala que hay una «contradicción en la cimentación planteada en el proyecto de estructuras (pilotes de quince metros de profundidad media) con la del estudio geotécnico (20-35 metros)». Además, apunta que «la disposición de pilares en los planos de estructura no se corresponde con el diseño original del proyecto».
Ante esta realidad, y con el fin de salvar el edificio, el experto propone tres grandes actuaciones: la ejecución de un muro perimetral de hormigón armado; la inyección de hormigón fluido bajo la losa de cimentación; y el control de las filtraciones del agua de lluvia, acompañado de una mejora del entorno con arbolado.
La cuestión es que esto requiere de una inversión de 313.342 euros. Todavía se desconoce el posicionamiento del grupo de gobierno al respecto, si bien hay que recordar que el proyecto de rehabilitación del Estadio Insular contempla la instalación en sus locales de la Casa de la Juventud.
Lo que parece claro es que las nueva sede del recinto de Ciudad Jardín no tendrá las dimensiones que dispone en el entorno de La Feria. En la Ciudad Alta, la instalación que fue dedicada a Felo Monzón Geara, disponía de dos plantas: la baja, con una superficie de 394,33 metros cuadrados, en la que estaban el vestíbulo, los aseos, el almacén y un salón de actos con capacidad para doscientas personas; y la planta alta, con 340,94 metros cuadrados, donde se ubicaban cuatro aulas, una mediateca, otros aseos y la administración. Todo se remataba con dos escaleras y un ascensor. En marzo de 2011, cuando fue inaugurada la Casa de la Juventud, se informó de que la obra había sido la mayor inversión del plan Zapatero en toda España dedicada a los jóvenes. Aparte de los 897.000 euros, hubo que invertir otros 60.000 euros para la adquisición del mobiliario.
CC pide que se tire
Para el viceportavoz del grupo municipal de Coalición Canaria-Unidos por Gran Canaria (CC-UxGC) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, David Suárez, el hundimiento del edificio (13 centímetros cuando la norma establece como límite de seguridad los 2,5 centímetros) «indica que el inmueble se encuentra en situación de precolapso, con lo cual lo mejor sería tirarlo y construir uno nuevo».
El edil nacionalista critica que desde hace casi un año se conociera el informe técnico sobre la Casa de la Juventud «y ni el alcalde, Augusto Hidalgo, ni el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, hayan movido un solo dedo».
En su opinión, «tal y como está el edificio, es probable que esos 300.000 euros que se calculan necesarios para reformarlo se tiren a la basura si se destinan a su arreglo». Además, «resulta alarmante que falte el libro de órdenes de la obra, es decir, el control de cómo se ha ido desarrollando para verificar lo que se hizo en todo el proceso».