105 kilómetros de vallas nuevas en tres años para la red viaria insular

Así lo desveló ayer su titular, Miguel Ángel Pérez, en la Comisión de Pleno de Obras Públicas, en la que desveló que el informe que su departamento ha encargado sobre la situación de los muros de piedra que evitan salidas de la calzada en las carreteras de medianías y cumbres, fundamentalmente, cifra en 15.266 metros lineales los malecones de la red viaria insular (muros más altos) y en 26.636 metros los pretiles (más bajos).

Además, contabiliza 64.097 metros en los que las carreteras precisan y no tienen estructuras para evitar la salida de la calzada, tramos en los que instalará biondas metálicas sin descartar que estén recubiertas de madera en zonas de cumbres.

Pérez adelantó su intención de dividir este plan de inversiones en la mejora de la seguridad vial pasiva en dos lotes, uno para las carreteras del Norte y otro para las del Sur, así como de financiar las actuaciones con cargo al Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan). Esto obliga a las arcas insulares, recordó, a aportar la mitad del dinero, correspondiendo el otro 50% al Gobierno de Canarias.

El vicepresidente primero del Cabildo explicó que el coste estimado de sustituir un metro de malecón o pretil por una nueva barrera de seguridad anclada al terreno se estima en 150 euros, aproximadamente.

De ahí se deduce que la inversión necesaria para colocar los 105 kilómetros de nuevas vallas de seguridad en la red viaria insular se elevaría a 15,75 millones de euros.

Miguel Ángel Pérez confía en disponer en 10 días del estudio informativo completo para empezar cuanto antes la licitación de las obras, en todo caso antes de fin de año.

También asegura que la ejecución de esta inversión debe programarse en tres años «porque no hay fábrica que trabaje a ese nivel ni tanta capacidad de ejecución».

El consejero de Obras Públicas mantuvo que en líneas generales tanto malecones como pretiles cumplen su papel como barreras de seguridad para evitar salidas de la vía, pero no cuando el impacto del vehículo se produce a gran velocidad o debido a su deterioro han dejado de ser operativos.

En todo caso, la red viaria insular «quedará mejor y será más segura» con su sustitución por vallas ancladas al suelo.