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El Ayuntamiento nombra dos hijos predilectos, Jesús Vega y Chanito el de las Vacas, y dos adoptivos, Sor Rosario y Carlos Galván. También distingue a dos asociaciones y a cuatro personalidades del ámbito académico, empresarial, cultural y deportivo. Entre ellas, al periodista Adolfo Santana, a título póstumoEl pueblo de Ingenio honró la noche de este jueves, en el marco de sus fiestas de la Candelaria, a diez de sus referentes, tres a título póstumo. Es un mosaico diverso de los sectores primario, académico, deportivo, cultural, empresarial, sanitario y hasta religioso del que el municipio se siente orgulloso. Aderezado con actuaciones musicales, el acto, ante un repleto Centro Cultural Federico García Lorca, fue solemne y elegante, pero emotivo.
«Estas personas que destacan por su generosidad, solidaridad y a los que vemos como un referente, pasan a ser ilustres por trabajar para engrandecer el nombre de nuestro municipio, y con ello, mejorar la vida de todas las personas que vivimos y trabajamos en él», subrayó la alcaldesa, Ana Hernández, en su discurso.
El profesor Agustín Sánchez, al final del acto y en nombre de los homenajeados, dejó brotar su espíritu universitario y en un discurso cargado de guiños a tradiciones, paisajes, olores y sabores del municipio, hizo una apuesta por el conocimiento, para que el pueblo que empezó con un ingenio azucarero ahora se desarrolle gracias el ingenio de sus gentes y lo lleve con orgullo por el mundo como antes hacían los cochineros.
Hijo Predilecto. Nacido en Ingenio y ordenado sacerdote desde 1971, es el actual párroco de la Candelaria y del Cristo de Ingenio. Fundó Radio Tamaraceite. Defiende la cercanía y el diálogo.
Hijo Predilecto. Concedido a título póstumo. Carrizalero, era conocido como Chanito el de las vacas. Tuvo una tienda junto al Buen Suceso. Subieron al escenario sus hijos Juana y Sebastián.
Hija Adoptiva. De Santa Brígida, Rosario López Santana es hermana tercera capuchina y ejerció de practicante durante años en Ingenio. Vivió en El Sequero. Tiene 89 años. Ahora reside en Valencia.
Hijo Adoptivo. A título póstumo. Enfermero, ejerció en el centro de salud de Ingenio más de 15 años, del que fue su subdirector. Acudieron a recogerlo su viuda Carmen Ruiz y su hijo Mario.
Nominación de un recinto público. Fallecido en 2015, este periodista durante más de 40 años y exredactor de CANARIAS7 dará nombre al parque de Las Puntillas. Allí se crio. Subieron al escenario sus hijos Gara y Juan.
Distinción académica. De Ingenio, es doctor en Organización y Dirección de Empresas. Acumula más de dos décadas en la ULPGC. Es directivo del Colegio de Economistas.
Distinción deportiva. Futbolista, empezó en 1978 en el Ingenio, luego el Maspalomas, y de ahí a la UD Las Palmas. Jugó en Primera División. Pasó por Albacete o Rayo Vallecano.
Distinción solidaria. Conocido como Siso, ha dedicado 35 años a Cáritas. También ha estado en Cruz Roja y formó parte de Protección Civil de Ingenio durante 10 años.
Distinción empresarial. La Asociación de Empresarios de Ingenio y Carrizal empezó con una gestora de cuatro mujeres. Hoy la forman 58 empresas. Recogió el premio Fefi Caballero.
Distinción Cultural. Fundada en 1998, tiene su festival de bandas y desde 2013 tiene escuela de música, hoy con más de 250 alumnos. Acudieron Aitana Santana y Vicente Arencibia.
No estaba previsto que hablara, pero esta hermana de las terceras capuchinas de la Sagrada Familia, sor Rosario, tomó la palabra en el acto. «Este pueblo marcó mi vida, su acogida fue siempre incondicional», dijo agradecida. «Este reconocimiento me sobrepasa», afirmaba horas antes cuando recordaba cómo llegó a Ingenio, hace más de 30 años, cuando el entonces practicante del pueblo, José Benítez, se jubiló y le avisó para que pidiera su plaza. Se vino de la Clínica Santa Catalina a este pueblo del sureste, a una casita de El Sequero y a trabajar en el centro de salud. «Ingenio es como mi segunda casa, mi segundo pueblo», afirma esta satauteña, de la Cuesta de la Grama, que se inició como religiosa con 22 años en Valencia. «Me recorrí todo Ingenio poniendo inyecciones, era un pueblo de puertas abiertas, solo con el gancho puesto y donde siempre me invitaban a café». También recuerda que estando en el pueblo se fue de misionera unos años a Guinea Ecuatorial y que Ingenio le regaló una ambulancia para aquel país africano. «Si naciese mil veces, mil veces sería religiosa y enfermera», enfatiza, orgullosa de su vida. «No tengo boca con qué alabar a Dios; fui hija de agricultores, criada en el campo y con trabajo y disciplina he dedicado mi vida a Dios y a los demás».
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