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A la búsqueda de escaparates de reserva genética para el lagarto gigante de la isla

A la búsqueda de escaparates de reserva genética para el lagarto gigante de la isla

Medio Ambiente quiere crear rocallas-santuario en espacios públicos para el lacértido más grande de Canarias, amenazado por serpientes y gatos

Jesús Quesada

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA.

Lunes, 27 de julio 2020, 08:00

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La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo prepara la creación de cuatro rocallas en espacios públicos de la isla para la conservación del lagarto gigante de Gran Canaria, el mayor de los lagartos del archipiélago, que sirvan de escaparate y de reserva genética de esta especie endémica y a la vez como recordatorio de su ancestral presencia huidiza en la naturaleza.

De momento solo está confirmada su ubicación en el parque urbano de La Ballena, en la capital, estando previsto que otro lagartario se localice entre la Granja Agrícola y las instalaciones de Veterinaria, en Arucas. Los dos restantes se pretenden situar en el Sur. Además, la empresa Loro Parque se ha interesado por la posibilidad de habilitar uno en el acuario Poema del Mar del Puerto de La Luz.

DETALLES DEL PROYECTO

  • Ubicación Una reserva irá en el parque de La Ballena, otra en Arucas y dos en el Sur. Y Poema del Mar baraja habilitar uno

  • Fondos La creación de lagartarios dispone de 250.000 euros en el plan de inversiones para la recuperación de la isla.

  • Protección Las rocallas que se monten o aprovechen tendrán vallado para evitar la entrada de gastos asilvestrados y trampas contra las serpientes.

Aunque la especie 'Gallotia stehlini' no está oficialmente en peligro de extinción, lo cierto es que la población de estos lacértidos, que se extiende por toda la isla, ha ido menguando en número y en el tamaño medio de sus ejemplares. Difícilmente alguno alcanza ya los 80 centímetros de longitud que se le calculan a los adultos más desarrollados de lagarto gigante, un omnívoro con una base de alimentación de frutos, hojas, tallos, insectos y pequeños invertebrados.

Aunque no está en peligro de extinción, la población de la especie endémica ha menguado en la cifra y el tamaño de los ejemplares

Dos son hoy sus principales enemigos. A los gatos asilvestrados, depredadores ancestrales de este reptil omnívoro, se han unido las serpientes reales de California que desde finales del siglo XX han invadido varias zonas rurales de la isla y cuya población, a tenor de las capturas, ha ido aumentando.

Manuel Amador, director insular de Medio Ambiente, detalla que los investigadores estadounidenses que visitaron la isla para analizar la adaptación al entorno natural de la especie invasora descubrieron heridas y amputaciones provocadas por lagartos gigantes en el cuerpo de varias culebras. En el lugar de origen de esta serpiente, California y el norte de México, no las habían visto.

Un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) confirmó hace año y medio que en las parcelas invadidas por 'Lampropeltis californiae' los lagartos juveniles han desaparecido, incapaces de hacer frente a las víboras.

La creación de lagartarios en espacios públicos dispone de una partida de 250.000 euros en el plan de inversiones del Cabildo para la recuperación de la isla de los efectos causados por la pandemia de la covid-19, recordó la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez, con previsión de gastar entre 50.000 y 60.000 euros en cada uno.

Las rocallas que se monten o aprovechen para acoger estas reservas de lagarto gigante estarán valladas de forma que no puedan entrar gatos asilvestrados y dispondrán de trampas efectivas para que tampoco se cuelen serpientes de California.

La iniciativa no incluye ningún programa de cría en cautividad de esta especie, confirman el director general y la consejera de Medio Ambiente.

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