Aparecen nuevos restos de árboles en las obras del túnel de la carretera de La Aldea
Entre el viernes y el martes se hallaron cerca de 40 fragmentos. Se aplicó el protocolo y el ritmo de los trabajos no se vio apenas afectado
El túnel de Guguillo, que forma parte de las obras de la nueva carretera de La Aldea y que días atrás ya se terminó de perforar por completo, sigue deparando sorpresas. Muy cerca de donde a finales de marzo pasado apareció un tronco muy antiguo, presumiblemente de sabina ('Juniperus turbinata sp canariensis'), se han hallado nuevos restos de árboles, hasta casi 40. Al hallado en marzo se le estima una antigüedad de 10.000 años, así que estos también podrían ser muy antiguos.
La arqueóloga y directora adjunta de Arqueocanaria, Consuelo Marrero, que forma parte del equipo de profesionales a la que se le ha encargado el seguimiento arqueológico de estas obras, explica que estos restos son bastante más pequeños que aquel tronco. «Hablamos en unos casos de fragmentos o de ramas, y en otros, de fibras vegetales, trozos ya muy deshilachados». Calcula que de los fragmentos, el de mayor tamaño no supera los 20 centímetros.
Los hallazgos se han producido entre el viernes pasado y este martes y estarían situados a 15 metros más cerca de la boca del túnel de donde apareció aquel primer tronco. Sobre la marcha se activó el protocolo aprobado por la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, que es la que ejecuta esta carretera, lo que permitió salvar los restos, documentarlos y retirarlos sin apenas afectar al ritmo de ejecución de las obras, que no se han visto paralizadas. En este sector están trabajando a pico. Una vez conectaron las dos bocas, empalme que se produjo en la mitad superior de la altura del túnel, los operarios se dedicaron a perforar la parte inferior, que es donde aparecieron estos restos.
Según informa Marrero, ningún fragmento está fosilizado, aunque algunos tienen partes casi mineralizadas. Sí le llamó la atención que algunos estaban muy ennegrecidos, pero no se atreve a precisar, a falta de un análisis más detallado, si están en proceso de carbonización o fueron quemados. Y también comentó que al menos uno de los fragmentos pudieron documentarlo 'in situ', en el mismo perfil donde apareció, por lo que pudieron topografiarlo y fotografiarlo con precisión. De cada trozo se hizo una ficha y ahora pasarán a ser analizados por un equipo de profesionales, como botánicos y antracólogos, por lo que, dijo, aún no es posible avanzar de qué especies son.